Ficha técnica
Título original: Jurassic World
Año: 2015
Director: Colin Trevorrow
Guión: Colin Trevorrow, Dereck Connolly, Rick Jaffa, Amanda Silver
Música: Michael Giacchino
Fotografía: John Schwartzman
Reparto
- Chris Pratt
- Bryce Dallas Howard
- Ty Simpkins
- Nick Robinson
- Vincent D’Onofrio
- Irrfan Khan
- Omar Sy
- Judy Greer
- Katie McGrath
Ante nosotros tenemos uno de los bombazos del año y el plato fuerte de este verano que asoma. Con una expectación que ha hecho batir récords en su primer fin de semana, tenemos la revitalización de una saga que tuvo hace años dos secuelas que desinflaron poco a poco el nivel alcanzado por ese primer Parque Jurásico (1993) y la capacidad de Steven Spielberg de convertir en oro todo lo que tocaba. De hecho, el menosprecio en las últimas semanas de la segunda y tercera parte ha sido habitual, llegando a decir que esta cuarta entrega de Jurassic World se puede considerar la heredera real, obviando el trabajo que Jeff Goldblum primero, y Sam Neill después, interpretaron en las continuaciones. ¿Qué por qué se produce este fenómeno? Bueno, es posible que el efecto expectación que se produce en Hollywood con las secuelas aumente con el paso de los años. Si a una gran franquicia le dejamos que pasen los suficientes años para que el público no se harte de cintas similares, tenemos la dinosauriomanía que se ha desatado este año. Y el caso es que, vista con el paso de los años, ni la primera era tan buena, ni las dos secuelas eran tan malas, ni ésta última la obra maestra digna heredera de un mito que nos quieren hacer ver.
Han pasado más de 20 años desde que tuvo lugar la primera y desastrosa experiencia con dinosaurios revividos genéticamente de Jurassic Park. Pero el sueño de John Hammond de crear un parque temático con criaturas prehistóricas y abierto a todo el público, se ha hecho por fin realidad. En la misma Isla Nublar, en Costa Rica, y tutelado por el magnate Simon Masrani, Jurassic World lleva años abierto y cosechando gran éxito de afluencia con sus impresionantes atracciones. Pero debido al bajón en los beneficios en los últimos tiempos, el siguiente paso está siendo la creación genética de nuevas especies para aumentar la espectacularidad. De hecho, la nueva atracción creada ex profeso para relanzar el parque promete ser la más extraordinaria de todas. Con una fiereza y una inteligencia sin igual, un nuevo dinosaurio llamado Indominus Rex se esfuerza en superar la peligrosidad del resto de criaturas del parque, incluido el voraz Tiranosaurio Rex o los temibles velociraptores. Pero la nueva criatura resulta tremendamente impredecible, y el jefe de seguridad de los velociraptores, el curtido Owen Grady, se muestra contrario a este tipo de prácticas de manipulación genética, a lo que la directora científica del parque, Claire Dearing, hace oídos sordos. Pronto, lo imprevisible se abrirá paso, y la tragedia se cernirá sobre todos los visitantes del parque, incluyendo los sobrinos de Claire. Grady y el resto de empleados del parque se enfrentarán a una crisis sin igual que rememorará los peores momentos del primer Jurassic Park, y todos los intentos para restablecer el orden en una isla llena de bestias prehistóricas resultarán inútiles.
Lo más gracioso de Jurassic World es como en su trama subyace una curiosa metáfora acerca de la necesidad de las grandes corporaciones de darle al público más de lo mismo, pero amplificado y multiplicado por mil, mientras se empaqueta y se vende para obtener beneficios. Da igual que sea una opaca corporación dedicada a los dinosaurios o las grandes majors de Hollywood, a lo que se enfrentan ambas es a la desidia y el hastío de un público que cada vez es más exigente y que pide más. Que la sensación de haberlo visto todo merma su capacidad de sorpresa y está necesitado de nuevas piruetas (genéticas o cinematográficas) para mantenerse en la cumbre y no morir en el mayor de los olvidos. Es en efecto esta cuarta entrega de Parque Jurásico como ese parque temático inicial que se esforzó por ser lo que nadie era capaz de ofrecer en ese momento, pero que acabó en tragedia. Sin embargo, aquí vuelve a reverdecer éxitos pasados y se vuelve a erigir en el amo y señor del género de catástrofes con bichos incluídos. Y de hecho están todos los ingredientes del género: ambición capitalista desmedida que lleva a la tragedia irremediable; reparto coral de protagonistas donde se admiten apuestas por ver quien sobrevive y quien no; el guapo de la función algo rebelde y experto en manejar la situación, que advierte desde un primer momento de las consecuencias funestas de actitudes irresponsables; malos y más malos que revelan sus verdaderas intenciones en mitad de la crisis y la empeoran,…
Lo difícil de Jurassic World es darnos todos estos ingredientes sin que nos demos cuenta de lo predecible de su desarrollo. De hecho, el trailer destripa las sorpresas argumentales como ya viene siendo habitual en estas superproducciones, y el resto de la película se basa en crear el caos sin que se caiga en lo melodramático. Es decir, en las anteriores entregas ya se inauguró un sentido del humor negro y algo gore que mostraba las muertes de los personajes con cierta gracia para despertar la carcajada del espectador y restarle hierro a la situación (es de recordar la escena en que el T-Rex devoraba a un personaje en el WC). Pero aquí ya se convierte en una marca de la casa ver como los dinosaurios causan estragos entre los visitantes de a pie, y las distintas bajas entre los personajes están tratadas con una ligereza tal que lleva ese humor negro a extremos nunca vistos en el cine mainstream.
Pero dejando a un lado esa previsibilidad del argumento y ese esfuerzo por no caer en lo ridículo (que cae, y mucho), hay que mencionar el punto fuerte de la cinta que no es otro que un Chris Pratt en su mejor momento. El descubrimiento de este actor como nuevo héroe de acción socarrón y marrullero ya lo habíamos visto en la excelente “Guardianes de la Galaxia”. Aquí no hace sino confirmar su nuevo estatus de estrella capaz de levantar una película él solito, llenando la pantalla con su presencia en cada plano que sale. Suyos son los mejores chistes de la cinta, y no podemos menos de sentir admiración como los niños de la película muestran en un momento.
En definitiva, más de lo mismo pero puesto al día y con mejores efectos especiales. Un argumento que en ocasiones es un poco ridículo y sonroja al espectador, solo salvado por las bromas y los guiños a la primera entrega. Y por el actor protagonista (y su réplica femenina), mientras que el resto de secundarios resultan fácilmente olvidables.
Calificación: Entretenida
Lo Mejor: Chris Pratt
Lo Peor: Algo ridícula por momentos
Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0369610/?ref_=ttfc_fc_tt
Tráiler en You Tube (español):