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Película – Spectre

Spectre poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Spectre

Año: 2015

Director: Sam Mendes (American Beauty, Camino a la perdición, Skyfall)

Guión: Neal Purvis, Robert Wade, John Logan, Jez Butterworth

Música: Thomas Newman

Fotografía: Hoyte van Hoytema

Reparto

  • Daniel Craig
  • Christoph Waltz
  • Léa Seydoux
  • Ralph Fiennes
  • Ben Wishaw
  • Naomi Harris
  • Dave Bautista
  • Monica Bellucci

Definitivamente 2015 ha sido el gran año del espionaje en el cine, de las que he dado buena cuenta en reseñas anteriores. Queda todavía por ver el estreno de Spielberg y Tom Hanks “El puente de los espías”, pero  ya todos los platos fuertes se han servido. Y después del la experiencia de Sam Mendes en la franquicia de Bond con Skyfall, que batió todos los récords posibles de la saga tanto en taquilla como en calidad y críticas, Spectre era larga esperada. No sólo por esperar más atisbos de calidad por parte de Mendes, también por el propio título elegido que evoca a uno de los archienemigos más clásicos del agente secreto y su organización criminal, ausente de la franquicia desde los años setenta por problemas de copyright. Y es que esta etapa de la franquicia protagonizada por Daniel Craig se caracteriza por un reinicio del personaje en toda regla, desde la primera misión que vimos en Casino Royale. Esto ha permitido a la productora explorar más facetas del personaje, tal como sus inicios, el proceso para refinarse desde una brutalidad inicial, detalles del pasado no incluidos expresamente en los libros de Fleming (Skyfall como mansión familiar donde se crió), los amoríos desafortunados que han marcado su personalidad o la presentación de todo tipo de personajes secundarios que le han acompañado desde sus orígenes (si hasta la última escena de Skyfall era un guiño al despacho clásico del jefe en las películas de Connery y Moore, cerrando el círculo de alguna manera con el resto de actores). Todo esto lo ha sabido ver Sam Mendes para quedarse con lo que más le importa de una película (aunque sea de acción), que es la profundidad emocional y las cicatrices no necesariamente físicas de su personaje.

Un mensaje del pasado lleva al agente 007 a México para enfrentarse a un criminal con conexiones con una misteriosa organización. Mientras, en Londres, un cambio en la estructura jerárquica hace que M ya no sea el superior del Servicio Secreto; una fusión del MI5 y del MI6 pone al frente  a un nuevo superior, Denbigh (o “C”, como Bond se empeña en llamarle). Una de las aspiraciones de C es unificar los sistemas de vigilancia de nueve estados miembros, con lo que la sección doble cero dejaría de tener sentido y la podría cerrar. Bond viaja primero a Roma, donde se infiltra en una misteriosa y siniestra reunión; y después a Austria, para sonsacar información a un viejo conocido. Todo para descubrir a Spectre, una sociedad criminal secreta con tentáculos en todo el mundo, y más conexiones con el pasado de Bond de lo que él pensaba.

Muy alto estaba el listón de Skyfall, tanto que al final Spectre pierde por comparación con su sucesora. Ya pasó con la trilogía de Batman de Nolan: “El caballero oscuro” fue tan magistral que el cierre de la trilogía con “El caballero oscuro renace” quedó algo descafeinado teniendo en cuenta lo que habíamos visto antes. Es decir, no es que Spectre sea mala (de hecho funcionaría de manera autónoma dando igual cuando se hiciera), pero cae en errores que en Skyfall eran genialidad absoluta (al igual que pasó con “Quantum of Solace” pretendiendo emular las virtudes de su predecesora “Casino Royale” -por ahora la mejor de la era Craig y en el top 5 de la franquicia- pero que se quedó en una torpe y atropellada versión de ésta).

Desde luego que la escena inicial en México es un prodigio de plano secuencia (no la considero como la mejor de la saga como afirman muchos por ahí, pero sí que es de un grandísimo nivel). Y la interacción de los secundarios en la trama aporta dinamismo a la fórmula clásica de Bond. La primera hora de película es brillante, sobre todo la reunión en Roma y posterior persecución en coches, donde los esfuerzos de Mendes por no caer en los clichés típicos de la saga le aporta un humor brillante (007 afanándose por pulsar botones a ver cuál de todos le ayuda en la persecución) mientras mezcla un tono sombrío en la presentación de los villanos. El problema es que a partir de aquí la trama se ralentiza y a la cinta le cuesta ir al grano. Más de dos horas y media resulta excesiva para esta película, un fallo que no cometió Casino Royale por la propia estructura de la cinta (basada en un gran material literario, la primera novela del espía). Las sorpresas argumentales del último tercio le daban ritmo a la trama, algo que por desgracia no tiene Spectre. A partir de las escenas en Austria y, sobre todo en Marruecos, se va perdiendo paulatinamente el interés (recobrado súbitamente en la escena del tren). Y sobre todo, uno de los mayores defectos es la manera en que se dibujan las motivaciones del villano principal, interpretado por Christopher Waltz. Usando un remedo del pasado de Bond sobre un personaje de una historia corta de Fleming (Octopussy), se hilvana torpemente un nexo de unión con los villanos de las películas precedentes, intentando cerrar así un círculo que no necesitaba cerrarse. Waltz, en comparación con el malo que interpretó Bardem en Skyfall, languidece, y las persecuciones finales no mejoran la credibilidad ni el ritmo de una trama que debería haberse acortado media hora. La relación de Craig con Léa Seadoux aporta poco, dicho sea de paso, a pesar de los esfuerzos de ésta por estar a la altura en un papel que exige demasiado de ella. Es como si todo lo que supuso Eva Green en Casino Royale no hubiera valido para nada. Por el contrario, la excelente Monica Belucci está algo desperdiciada por el poco tiempo que sale en pantalla, pudiendo haber sido una gran aportación a la historia por la significancia que supone ser la chica Bond de mayor edad en la franquicia. La elegancia que imprime casa perfectamente con el Bond que ha desarrollado Craig todos estos años, menos preocupado en jovencitas y más en femme fatales.

Para colmo de males, los grandes aciertos de Mendes en Skyfall no aparecen aquí, tal como la labor de fotografía que desempeñó (no hay esa paleta cromática que enfatizaba escenas claves, como el incendio de la mansión en Skyfall o los neones en la lucha en el rascacielos). La canción de Sam Smith y sus falsetes no están a la altura de la potente voz de Adéle, (igual que Alicia Keys no estuvo a la altura de Chris Cornell) por el mismo defecto de toda la película, que es el de copiar los grandes aciertos de la cinta precedente y careciendo de personalidad propia. Por lo menos, la banda sonora de Thomas Newman ha mejorado algo respecto a la anterior entrega, teniendo más protagonismo el “James Bond Theme” en el metraje.

Todo esto no hace de Spectre un Bond superior, pero nos devuelve la esencia del personaje en cada plano y se sitúa en los lugares medios del ránking de películas de la franquicia. Todo esto hace esperar una nueva entrega de una de las sagas más longevas y exitosas de la historia del cine.

Calificación: Buena

Lo Mejor: La primera mitad de la cinta, con las escenas de México, Roma  y el tren de Marruecos entre lo mejor.

Lo Peor: Que la segunda mitad de la cinta es algo lenta e incapaz de rematar la trama.

La vería de nuevo: Sí.

La Recomiendo: Sí.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2379713/

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Misión Imposible: Nación secreta

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Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Mission Impossible: Rogue Nation

Año: 2015

Director: Christophe McQuarrie (Jack Reacher)

Guión: Drew Pearce, Will Staples

Música: Joe Kraemer

Fotografía: Robert Elswit

Reparto

  • Tom Cruise
  • Jeremy Renner
  • Simon Pegg
  • Ving Rhames
  • Rebecca Fergusson
  • Sean Harris
  • Alec Baldwin

Prosigue esta incombustible saga que demuestra el gran ojo para los negocios y el sentido del espectáculo que tiene Tom Cruise. En 1996 se convirtió en productor y la estrella principal de un guión que llevaba dando vueltas por Hollywood varios años, el de la adaptación de una de las series icónicas de los 60. Dando la vuelta a todo el cine de espías que se había hecho hasta entonces, la primera entrega de Misión Imposible fue un festival de adrenalina, traiciones, agentes dobles, persecuciones, discos robados, escenarios clásicos de la guerra fría e incursiones al límite en zonas prohibidas. Brian de Palma le dio un sello único e inconfundible a la cinta y fue la semilla para que el género se reinventara con las siguientes películas de Bourne y Bond a lo largo de la década siguiente. La lástima fue que la secuela dirigida por John Woo lo estropeara todo y demostrara lo fácil que es pasar al extremo contrario, y con los mismos ingredientes hacer una película de acción descerebrada y sin sentido, por mucho que las escenas de riesgo fueran extremas (grandes coreografías en moto), que incluyera el toque romántico que da un personaje femenino (en la primera parte no hay romance entre los personajes, salvo una leve referencia con el personaje de la chica), que las incursiones y acrobacias imposibles sean todavía más imposibles, que el villano diera más miedo todavía en esta continuación, y que todo esté impregnado del típico toque poético de Woo en medio de los tiroteos (palomas volando mientras se ralentizan las imágenes). Contra todo pronóstico, todo se arregló en la tercera parte, con ese resucitador de franquicias que es J. J. Abrams y su toque mágico para contar historias dando la vuelta de tuerca que uno nunca se espera, y demostrando por qué Cruise tiene tan buena mano no sólo para elegir los papeles protagonistas, sino también los directores de esta franquicia millonaria. Después de la excelente primera parte, Misión Imposible 3 es la mejor entrega de esta saga, con el mejor villano, un gran argumento, una gran subtrama romántica (la relación con su chica es totalmente creíble y está integrada en el argumento de manera impecable), y una manera de contar la historia a base de flashbacks que quita el aliento. Luego vino la cuarta entrega de la franquicia y supo mantener el tipo, aunque en mi opinión el pico de calidad ya se ha dado repetidamente y, por mucho que Brad Bird, el director elegido, tuviese buena mano, ya resulta cada vez más difícil innovar en esta saga sin caer en los clichés ni que el “más difícil todavía” no sonroje al espectador. Y sin embargo, esta quinta parte que se nos presenta, hace lo imposible y sorprende por darle un nuevo aire a la franquicia a la vez que los guiños a entregas pasadas nos hacen recordar grandes momentos y olvidar las arrugas que le salen a Cruise con cada año que pasa. Asume grandes riesgos y en algún momento asusta por parecer algo repetitiva en relación a todo lo que se ha visto años atrás, pero en general sale airosa y nos aporta grandes escenas para el recuerdo, que ya forman parte de la iconografía de esta franquicia.

Tras su última misión en Ucrania, el agente especial Ethan Hunt descubre que una organización secreta a la que lleva siguiendo la pista desde hace bastante tiempo, el Sindicato, está más infiltrada en los servicios secretos de todo el mundo de lo que había pensado. Mientras en el congreso americano se debate que la IMF a la que pertenece Hunt cese sus operaciones encubiertas y se integre en la CIA, éste es buscado por medio mundo mientras se niega a entregarse al gobierno y exponerse a que el Sindicato le localice. Con todos sus antiguos compañeros localizados, interrogados y neutralizados, unos le buscarán y otros le ayudarán a enfrentarse a esta organización; mientras intenta conocer el papel que desempeña Ilsa, una misteriosa mujer que no sabe si está de su lado o en su contra, para demostrar que la amenaza del Sindicato es real y puede desestabilizar el equilibrio de los servicios de inteligencia de todo el mundo.

El arranque de esta entrega no puede ser más espectacular, y lo es por la tan cacareada escena del avión sin dobles que la resuelve en los primeros cinco minutos de la película. Siendo honestos, uno pensaba que iba a formar parte del clímax en los últimos compases de la cinta, pero la manera de presentarnos la situación, los personajes y el conflicto, sorprende de puro simple que es. En dos minutos ya están todas las cartas repartidas, y sin darnos cuenta la banda sonora épica de Lalo Schifrin está en pantalla con los créditos iniciales recordándonos más que nunca esa primera parte que pensábamos que ya no íbamos a volver a rememorar, salvo tirando de hemeroteca. Pero la vuelta a los escenarios clásicos del género de espionaje (Londres, Viena) ilusiona tanto a los fans de toda la vida como al espectador ocasional, y tras el juego típico de traiciones, persecuciones y desautorizaciones, Christopher McQuarrie nos cuela una noche en la ópera que es puro Hitchcock a la antigua usanza. Usando el clásico Turandot de Puccini, uno ya se espera el que el momento álgido de la aria se use para algo espectacular, y no decepciona. Con semejantes cartas mostradas, la cinta ya nos ha ganado por su vitalidad y ritmo, y solo ha pasado la mitad del metraje. Es por ello que, aunque luego haya algún recital de escenas ya vistas en otras ocasiones (la persecución en moto, la inmersión en la piscina), la cinta ya ha logrado su objetivo, que no es otro que el de desmarcarse del resto de entregas a base de alguna escena diferenciadora.

Con un grupo de personajes que rescatan a todos los viejos aliados de otras entregas, en esta ocasión los junta y los mezcla dejando que interaccionen creando conflicto entre ellos (Ving Rhames y Jeremy Renner colaborando juntos), mientras que el contrapunto cómico que es Simon Pegg está más integrado que nunca. Hasta Rebeca Fergusson recuerda en su físico al mejor personaje femenino de la saga (Michelle Monaghan, hábilmente sacada de los guiones en posteriores entregas), aunque el mayor defecto de la película sea precisamente la poca credibilidad de su personaje con el villano de turno (sin desvelar parte de la trama, decir que a ratos resultan inverosímil los tejemanejes que se traen). Por lo menos cumple su función de personaje misterioso y enigmático. Pero como siempre, Cruise es la verdadera estrella de la función, dejando que todo orbite a su alrededor lo justo, y sembrando de dudas el relevo de Renner como futuro eje de la franquicia (al estilo de Bourne).

Desde luego que a McQuarrie no se le puede negar brío en su cine. Siendo guionista de “Sospechosos Habituales” y “Al filo del mañana”, o director en “Jack Reacher”, se caracteriza por salvar los muebles en un cine que cada vez necesita reinventarse más, so riesgo de caer en el olvido más inmediato, y para ello sabe rodearse de astros consolidados en el sector (léase el propio Cruise). Y desde luego que con esta “Misión Imposible: nación secreta”, no cabe duda de que ha conseguido más de lo que se esperaba de él. Una película que, sobre todo, es entretenida y ágil, que deja a la franquicia en muy buena posición para futuras entregas y más viva que nunca, y que la salva de la quema de los olvidables blockbusters veraniegos que pasan sin pena ni gloria. No es una obra maestra pero hace que el género esté revitalizado.

Calificación: Bastante buena

Lo Mejor: La primera escena es pura adrenalina, y contrasta perfectamente con la escena de Viena que es pura intriga y tensión. Y recuerda mucho a la primera entrega de la franquicia, lo cual también es una gran ventaja.

Lo Peor: Que algunos retazos de la trama y del villano estén cogidos con pinzas.

La vería de nuevo: Sí.

La Recomiendo: Sí.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2381249/

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Los Vengadores: la era de Ultron

Los vengadores 2 la era de ultron poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original:

Año:

Director: Joss Whedon

Guión: Joss Whedon

Música: Brian Tyler, Danny Elfman

Fotografía: Ben Davis

Reparto

  • Robert Downey Jr.
  • Chris Evans
  • Mark Ruffalo
  • Chris Hemsworth
  • Scarlett Johansson
  • Jeremy Renner
  • Samuel L. Jackson
  • Don Cheadle
  • Andy Serkis
  • Aaron Taylor-Johnson
  • Elizabeth Olsen
  • James Spader
  • Paul Bettany
  • Cobie Mulders
  • Stellan Skarsgard

De nuevo tenemos otra incursión de la factoría Marvel en el mundo del cómic con los personajes ya explotados hasta la saciedad en anteriores entregas, en una película que supone más de lo mismo pero elevado a la enésima potencia. Cosechando grandes críticas así como récords de taquilla, llevo varios filmes intentando acercarme a esta franquicia con ánimo de darle una oportunidad y disfrutar del espectáculo de ver en pantalla a semejante plantel de héroes. Pero creo que, si bien resulta un grupo de películas divertidas sin más, sí es posible que una sensación de hartazgo se apodere de mí cada vez más. Sobre todo por la rapidez con que se fabrica cada nueva entrega, sin tiempo para asimilar personajes, trama y escenas de acción, con un “más difícil todavía” que por momentos llega a colapsar la retina del espectador. Y sobre todo, la sensación de falta de entidad propia de cada entrega, que hace que no sepamos distinguir en cual de los títulos estamos cada vez.

Tras los acontecimientos ocurridos en anteriores entregas de Capitán América, Iron Man, Thor y los Vengadores, otra vez tenemos al grupo de superhéroes comandados por SHIELD para salvar al mundo una vez más. En esta ocasión son capaces de recuperar, por fin el cetro de Loki de las manos del barón von Strucker, para regocijo de Thor y los demás miembros del equipo. Pero Tony Stark ve en el cetro una energía con potencial para seguir desarrollando el abandonado programa de defensa global Ultron, y en secreto, se dedica a investigar la posibilidad de que una inteligencia artificial se ocupe de dicho sistema de defensa. Para su desgracia, Ultron cobra conciencia de sí mismo y la primera decisión que toma es la de convertirse en autónomo y destruir a los Vengadores para empezar una nueva civilización en la tierra. Los hermanos gemelos Maximoff, humanos mejorados con poderes fruto de los experimentos de Strucker, se aliarán con Ultron y pondrán en aprietos a los Vengadores; y sin la organización SHIELD disponible para comandar al equipo, y más desunidos y desmoralizados que nunca, el Capitán América, Iron Man, Bruce Banner, Thor, Ojo de Halcón y la Viuda Negra tendrán que buscar la manera de organizarse para frenar los planes de Ultron, y enfrentarse a sus propios miedos en una lucha alrededor del mundo.

 Dice Joss Whedon, director de estas dos entregas de Los Vengadores, que quería que “La era de Ultron” se disfrutase sin necesitar ver cualquiera de las entregas de superhéroes por separado. Me temo que si eso ha sido su intención, ha fracasado de pleno, pues la sensación de que esta cinta no es para nada autónoma es total. De nuevo, y al igual que ocurría en la primera parte, las bromas privadas, las referencias a otras películas, la relación entre personajes, se deben entender en contexto de la franquicia en su conjunto. Y el argumento en su totalidad viene de lo que ha pasado en otras películas. El cetro de Loki, la desaparición de SHIELD, la diatriba de Hulk con su yo interior, los miedos de cada uno de los miembros,… Por desgracia “La era de Ultron” es muy difícil de seguir si no has visto ninguna de las entregas anteriores. Y aún habiéndolas visto, la sensación es de dèja vu continuo, al igual que me pasa a mí escribiendo esta reseña.

Pero por lo menos romper una lanza a su favor para decir que esta entrega es superior a su predecesora. Sin ser una maravilla en su argumento, la idea del supervillano Ultron es carismática y llevadera en buena parte del metraje, a pesar de que la trama avance demasiado a trompicones y cogida con alfileres. La voz de James Spader en el original es insuperable, y la idea de que Ultron sea un reverso tenebroso y oscuro de Tony Stark le da un gran empaque con la que la película gana enteros. La otra gran incorporación a la franquicia, el personaje de Vision interpretado por Paul Bettany, también es un acierto para todos. Y todo en lo que acertaba la anterior entrega aquí sigue funcionando, en particular el duelo eléctrico entre Capitán América y Iron Man, de esos que echan chispas. Ello sumado al mayor protagonismo del resto de personajes, en particular Ojo de Halcón, la Viuda Negra y Hulk.

En definitiva, más de lo mismo (sobre todo las escenas de acción, emperradas con la destrucción a nivel global de todo lo que les rodea) aunque mejor rodado. Si tienes que elegir solo una película de las nueve o diez que componen la franquicia, elige ésta. Eso sí, vista una, vista todas, por lo que recomiendo cambiar un poco a la excelente Guardianes de la Galaxia para no saturar.

 Calificación: Entretenida

Lo Mejor: El villano Ultron

Lo Peor: Tremendamente repetitiva, sobre todo en las escenas de acción

La vería de nuevo: Sí

La Recomiendo: Solo para fans de la saga

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2395427/

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Sr. y Sra. Smith (revisión)

sr y sra smith poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Mr. And Mrs. Smith

Año: 2005

Director: Doug Liman (El Caso Bourne, Al filo del mañana)

Guión: Simon Kinber

Música: John Powell

Fotografía: Bojan Bazelli

Reparto

  • Brad Pitt
  • Angelina Jolie
  • Vince Vaughn
  • Kerry Washington
  • Adam Brody

Mira que me gusta horrores esta película… y eso que es una comedia sin demasiadas pretensiones y que el tiempo se ha encargado de poner en su lugar, que es el de las cintas con un notable raspado, sin llegar al sobresaliente. Pero guardo un gran recuerdo de ella cuando la vi en el cine en su estreno en 2005, y este arte va parejo precisamente de las sensaciones subjetivas que nos provocan las películas al verlas en pantalla grande, el sabor que nos dejan al salir de la sala, las personas con quien íbamos o el momento de nuestras vidas que nos tocó vivir. Y “Sr. y Sra. Smith” mezcla genialmente la acción con la comedia en un tema no por explotado en el cine, menos ocurrente, que es el de la lucha de sexos y el hastío que produce la rutina del matrimonio en las relaciones de pareja. Pero sobre todo, esta cinta será mundialmente recordada por una cuestión extra cinematográfica: fue la película en la que Brad Pitt y Angelina Jolie se conocieron, se arrejuntaron, y pasaron a ser una de las parejas más icónicas, reconocibles y extrañamente altruistas del momento. Aunque Doug Liman pueda no resultar excesivamente reconocible como realizador de cine, sí que es responsable de la fascinante “El Caso Bourne” y “Al filo del mañana”. Y su estilo de filmación es claro, conciso y rueda especialmente bien las escenas de acción, sin abusar de los movimientos de cámara pero usando adecuadamente los zooms y las ralentizaciones en las peleas.

John y Jane Smith son un matrimonio que llevan cinco años casados (o seis, no se ponen de acuerdo), y la rutina se ha apoderado de ellos. Desde la consulta de un psicólogo de pareja intentan arreglar lo que sea que ha dejado de funcionar en sus vidas. Tras conocerse y derrochar pasión en un convulso país sudamericano, con una vida aparentemente normal y acomodada, sus trabajos y su casa, ambos viven de espaldas a las realidades que se ocultan entre ellos: son expertos asesinos a sueldo que trabajan para organizaciones ultrasecretas rivales. Cuando les asignen sin saberlo el mismo trabajo, será cuando choquen frontalmente para descubrir las mentiras en las que han vivido durante cinco (o seis) años; y las discusiones de pareja pasarán a un nuevo nivel que el resto de los mortales jamás podrán imaginar…

Si juntamos la icónica “La Guerra de los Rose” (aquella cinta ochentera donde Michael Douglas y Kathleen Turner se tiraban los trastos a la cabeza hasta extremos violentamente insospechados) con el tono paródico de “Mentiras Arriesgadas” (donde James Cameron nos contó, Arnold Schwarzenegger y Jamie Lee Curtis mediante, lo que pasa cuando los espías esconden los secretos de su trabajo hasta a su propia familia), obtenemos este resultado que explota la excelente química de Brad Pitt y Angelina Jolie antes de que supieran que tenían química. Lo bueno de “Sr. y Sra. Smith” funciona a todos los niveles en que se mueve. Como película de acción es buena, mostrándonos las distintas maneras en que cada uno de los cónyuges hace su trabajo y llevando al paroxismo las explosiones, los tiros y las persecuciones. Pero como comedia se supera, con una espesa capa de ironía que recubre todo el metraje y hace de la citada lucha de sexos su estandarte. El contraste de la sutileza femenina frente a la rudeza masculina sobrevuela continuamente para hacer que los chascarrillos funcionen y hagan avanzar la trama. Angelina con un cierto toque perverso, mientras que Pitt le imprime a su personaje numerosos matices cómicos que hacen imposible no esbozar una sonrisa cada cinco minutos. La película avanza rápidamente y casi sin que te des cuenta, y la sucesión de situaciones ayudan a que la trama no caiga en la monotonía; quizás en sus escenas finales ya se haga un poco pesada y no sepa rematar el argumento con tantos disparos y persecuciones, cayendo en los errores más claros del cine de John Woo.

Decía que la química de los protagonistas es excelente, y de seguro que las interpretaciones de los protagonistas es de lo mejor de la cinta (y eso que Angelina no es santo de mi devoción). Y el secundario que hace Vince Vaughn de típico amigote que sirve de escape para Pitt no tiene desperdicio, con unas salidas de tono descacharrantes clavando la disección que hace del matrimonio de su amigo. Quizás se echa en falta un personaje simétrico en el lado femenino que dé la réplica a la esposa, pero no se le puede exigir más a esta cinta. Entretiene, hace reír, y en definitiva, pasamos un buen rato mientras vemos una radiografía del matrimonio, con sus virtudes y defectos, y  sin pocas pretensiones más.

Calificación: Entretenida

Lo Mejor: La química de los protagonistas. La lucha de sexos llevada al límite. Los detalles payasiles de Brad Pitt rozan la genialidad. El toque de su director, Doug Liman, rodando acción.

Lo Peor: Un final que cae en el cansancio.

La vería de nuevo: Sí

La Recomiendo: Sí

Películas similares: Mentiras Arriesgadas, El Caso Bourne, La Guerra de los Rose

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0356910/combined

Tráiler en You Tube (español):

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Película – La conspiración de noviembre

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Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: The November Man

Año: 2014

Director: Roger Donalson (Cocktail, Species, Un pueblo llamado Dante’s Peak, Trece Días, La Prueba)

Guión: Michael Finch, Karl Gajdusek

Basado en el libro de Bill Granger “There Are No Spies

Música: Marco Beltrami

Fotografía: Romain Lacourbas

Reparto

  • Pierce Brosnan
  • Luke Bracey
  • Olga Kurylenko
  • Eliza Taylor

Seguimos con el cine de espionaje en este 2015 que vislumbra grandes aportaciones al género. Si la semana pasada con Kingsman: Servicio Secreto teníamos una nueva vuelta de tuerca resultando un actioner gamberro y alocado, con esta The November Man volvemos a la visión seria y dura del mundo de los espías. Y para ello nada como un viejo especialista del género tirando de canas y experiencia, un Pierce Brosnan al que la sombra de 007 le perseguirá siempre (ya sea como Thomas Crown, como “El sastre de Panamá”, o en “Matador”), pero que en este título nos recuerda más al frío antagonista de “El cuarto Protocolo” más que al jovial espía británico. Y es que esta cinta retoma los oscuros derroteros marcados por la narrativa de Frederick Forsyth o John Lecarré, para hacer un thriller sobrio y sin grandes aspavientos de presupuesto o escenas, centrándose en una trama retorcida e intrincada y con frecuentes giros de guión, más del estilo de la saga Bourne. Con tan pocas aspiraciones nace esta cinta, que de hecho se estrenó en agosto de 2014 y no ha sido hasta marzo de 2015 que en España se han decidido a distribuirla, como si la desgana se hubiera apoderado de los distribuidores.

Peter Deveraux es un veterano operativo de la CIA ya retirado. Con un pequeño negocio en Suiza, no ve la necesidad de retomar su antiguo trabajo cuando su antiguo jefe le hace una visita para pedirle que vuelva. Un asesino a sueldo está eliminando a antiguos compañeros suyos relacionados con el nuevo hombre fuerte de Rusia, Fedorov, un antiguo militar metido a político con fuertes expectativas de ser el próximo presidente del país. Tras saber que puede estar en peligro una antigua compañera suya, la cosa cambia y decide volver una vez más al terreno de juego para intentar sacarla del país y ponerla a salvo. Pero la misión fracasa, y los propios agentes de la CIA intentan matar a Deveraux sin saber que están frente a uno de los hombres más peligrosos que hayan sido entrenados por la agencia. Precisamente a quién ponen en su búsqueda es a David Mason, joven agente que fue el alumno y protegido de Deveraux en el pasado, a quien enseñó todo y que es igual de mortífero o más que su ex-profesor. Entre ellos se pone en marcha un peligroso juego del gato y el ratón, y mientras Mason trata de cazar a Deveraux, éste intenta buscar a una chica llamada Mira Filipova, con conexiones con el pasado de Fedorov, y la clave de toda la operación de la CIA. Traiciones, relaciones rotas y las cloacas del sistema serán las constantes en esta oscura trama, en la que se demuestra que hay profesiones que nunca se pueden dejar atrás.

Dirigida por Roger Donalson, se puede decir que ya tiene cierta experiencia en el género, tras ser el responsable en 2003 de una de las mejores muestras del género, La Prueba (The Recruit), donde teníamos a un Colin Farrell intentando saber qué era real y qué mentira en un proceso de reclutamiento de la CIA. Siguiendo con el juego de referencias, la película de Tony Scott “Spy Game” es también fundamental en la construcción de la trama, con el espía veterano dando lecciones al espía joven e impulsivo. Aunque por momentos esta cinta juega más en la liga de “Tres días para matar” o “La fría luz del día” (grandes repartos en títulos que no consiguieron transcender la gloria), no nos engañemos: la sombra de Jason Bourne es alargada, y el intento de mezclar su brutalidad amnésica con la elegancia bondiana que Brosnan le imprime a todos sus papeles desde que dejó la franquicia da como resultado esta cinta; donde lo mismo se dispara a sangre fría, que se bebe un licor con elegancia. La violencia está justificada por los vínculos emocionales que se le atribuyen al protagonista, dando como resultado un personaje atrayente y poco convencional. Al igual que en otros títulos del género, las cloacas del sistema salen a la luz, y tenemos una trama donde se ven los oscuros tejemanejes de la CIA en la Rusia postsoviética y moderna, y donde resulta difícil saber quien está en contra y quien es aliado. La puesta al día de la profesión es patente en un mundo de móviles, cámaras en cada esquina y drones aéreos.

Al final lo que tenemos es un producto divertido sin complicaciones, aunque la trama se haga enrevesada por momentos. Las sorpresas en el argumento funcionan, y los secundarios que rondan le van a la zaga y hacen bien sus papeles. Olga Kurylenko no sólo aporta una cara bonita, y Luke Bracey es el contrapunto perfecto de juventud frente a la experiencia de Brosnan. El ritmo de la trama es adecuado y la cinta no dura mucho (algo más de hora y media) con lo que no llega a aburrir en ningún momento. Y las escenas de acción y persecuciones no tienen sus dosis de fantasía propias de la industria, cosa que es de agradecer para que no se nos atragante ninguna secuencia. Digamos que esta “The November Man” pasa el examen con buena nota, es correcta para las aspiraciones que traía, y no comete errores de bulto, aunque tampoco arriesga más de lo debido. Para el género en el que se mueve, es una buena muestra del mismo.

Calificación: Buena.

Lo Mejor: Brosnan siempre imprime carácter y buen gusto a sus papeles, aunque tenga tics interpretativos difíciles de quitar ya a su edad.

Lo Peor: Algún momento de vuelta de tuerca en una trama ya de por sí enrevesada.

La vería de nuevo: Sí.

La Recomiendo: Sí, es espionaje en estado puro, y se deja ver.

Películas similares: La Prueba, Spy Game, La fría luz del día, Tres días para matar

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2402157/combined

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Kingsman: Servicio Secreto

Kingsman Servicio Secreto poster

 

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Kingsman: The Secret Service

Año: 2014

Director: Mathew Vaughn (Layer Cake, Crimen Organizado; Kick Ass; X-Men: Primera Generación)

Guión: Jane Goldman, Matthew Vaughn

Basado en el cómic de Dave Gibbons y Mark Millar

Música: Henry Jackman, Matthew Margeson

Fotografía: George Richmond

Reparto

  • Colin Firth
  • Taron Egerton
  • Samuel L. Jackson
  • Mark Strong
  • Michael Caine
  • Mark Hamill

Basada en un cómic de Dave Gibbons y Mark Millar, Kingsman es el último gran estreno basado en grandes fanfarrias de fuegos artificiales y peleas espectaculares que nos brinda la cartelera. Y yo, amante purista del género de espionaje, he de reconocer que al principio me asomé con una mezcla de incredulidad e indiferencia a esta nueva vuelta de tuerca al mundo de las agencias secretas, ya visto en innumerables ocasiones. Mezcla confesa de “La Prueba” (The Recruit”, con Colin Farrell y Al Pacino) con “Los Vengadores” (la serie de los 60 llevada al cine por Ralph Fiennes y Uma Thurman en 1998), tenemos al aprendiz recibiendo lecciones del mentor mientras la elegancia y la flema británica se lleva al extremo. El estilo comiquero de la cinta es patente desde el mismo trailer, donde se puede entrever acción a raudales, junto con la historia iniciática de un aprendiz a espía de origen callejero y look rapero, pugnando por superar distintas pruebas no sólo físicas sino de modales y buen gusto. Como se bromea en el afortunado guiño de una escena, ésta es una versión de Pigmalión adaptada al sofisticado mundo de los espías popularizados por 007. Y es una mezcla de géneros tan disparatada, que podemos definir a Kingsman, Servicio Secreto como una comedia de acción y espionaje con toques de violencia de cómic adulto.

Eggsy es un joven londinense descarriado y macarra, pero de espíritu noble y preocupado por su madre. Su padre perteneció a una agencia ultrasecreta de inteligencia y cuando murió en combate, su compañero y mentor Harry Hart prometió ocuparse de su familia. Harry le dejó un medallón con un número grabado al que llamar cuando estuviese en problemas, y Eggsy decide usarlo tras un altercado con unos matones del barrio y acabar encerrado en los calabozos de la comisaría de policía. Harry ve potencial en el joven delincuente y le sugiere la posibilidad de que se una a la agencia de espías a la que perteneció su padre, llamada Kingsman, y cuya tapadera es una sastrería en Savile Row, el barrio más elegante de Londres. Los Kingsmans son agentes secretos refinados, elegantes y mortíferos, expertos en todo tipo de lucha, tanto con armas como cuerpo a cuerpo. El proceso de entrenamiento y selección será duro, teniendo Eggsy que competir contra otros jóvenes candidatos procedentes de orígenes menos humildes y más adinerados. Mientras recibe su instrucción, Harry investiga a un millonario y falso filántropo llamado Richmond Valentine, que parece estar detrás de la desaparición de grandes personalidades a nivel mundial. Sólo Eggsy y Harry serán capaces de descubrir qué maléficos planes están detrás de las maquinaciones de Valentine, y como siempre, la salvación del mundo estará en manos de nuestros protagonistas.

Con un argumento tan manido y usado, es fácil que un título como Kingsman caiga en la repetición de clichés mil veces vistos. En su lugar, Matthew Vaughn usa el cómic original para hacer una película gamberra y descarada, más cercana al tono burlesco y satírico de Kick-Ass (con sus buenas dosis de violencia incluidas), que al recto e íntegro de X-Men: Primera Generación. Las bromas al agente secreto por antonomasia son inevitables pero necesarias para no tomarse en serio a sí misma, así como las reflexiones acerca de los clichés propios del género (enfrentamiento protagonista – villano) y de las imaginativas e inesperadas soluciones que se dan para no caer en las repeticiones inevitables. Vaughn consigue escapar del tono de parodia por poco, y para eso usa herramientas de Tarantino tales como una violencia controladamente explícita. En algunos momentos a la cinta se le va la olla, literalmente; como con las peleas coreografiadas, que uno se espera herencia de los Wachowski pero que en ocasiones se pasan de frenada (la escena de la iglesia es, sencillamente, brutal). Éstos momentos violentos son en mi opinión, los puntos débiles de la cinta (aunque ya sabéis que yo tolero poco la sangre), pero que tienen su contrapunto irónico en el personaje de Valentine, quien tampoco soporta la sangre a pesar de todas sus contradicciones como villano de la función y sus poco íntegros planes. Y toda esta ironía de puntadas gruesas plaga toda la película, con lo que al final se compensan los desvaríos del realizador al estar todos y cada uno de los minutos del metraje justificados.

Entre medias, tenemos una buena historia de lealtad y nobleza. Un guiño a los tiempos convulsos que traen nuevos cambios y a la regeneración desde dentro de las instituciones. Una reflexión acerca de si la educación, la distinción y los modales nacen o se hacen, con humor británico inundando toda la cinta. Al final Kingsman es tremendamente divertida y dinámica, al mezclar sabiamente varias líneas argumentales ya vistas anteriormente a lo largo del planteamiento, nudo y desenlace, de manera que el tiempo pasa que da gusto sin que apenas uno mire el reloj. Quizás mis gustos en relación al género del espionaje sean más ortodoxos y no tan gamberros, pero hay que reconocer que los hallazgos visuales de la cinta hacen que deseemos que el protagonista se quite la gorra de rapero y se ponga las gafas y el traje marca de la casa de los Kingsman. Esta película tiene variados aciertos y por ello merece ser recomendada antes que otras opciones de la cartelera.

 Calificación: Buena

Lo Mejor: El ritmo endiablado de la película hará que el tiempo pase volando sin darte cuenta.

Lo Peor: Que a Vaughn se le va la pinza con la violencia.

La vería de nuevo: Sí.

La Recomiendo: Sí.

Películas similares: Los Vengadores, La Prueba.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2802144/combined

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Corazones de acero

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Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Fury

Año: 2014

Director: David Ayer

Guión: David Ayer

Música: Steven Price

Fotografía: Roman Vasyanov, Jay Cassidy

Reparto

  • Brad Pitt
  • Shia LaBeouf
  • Logan Lerman
  • Jon Bernthal
  • Michael Peña

El cine, como cualquier obra de arte, es un testimonio contemporáneo de la época en que se presenta al público el artista. Los gustos de la taquilla, la manera en que evoluciona la sociedad, y la sensibilidad a la hora de tratar determinados dilemas morales van cambiando con el paso de las décadas, y la misma mirada en torno al mismo tema va a ser distinta según sea la época en que se aborda dicha mirada. La segunda guerra mundial, por ejemplo, ha sido tratada infinidad de veces por el cine americano. El triunfo sobre las sombras que se cernían en Europa en aquellos años ha merecido que a lo largo de las décadas se primaran visiones épicas y románticas de un conflicto sangriento como pocos. No fue hasta los años noventa en que Spielberg empezó a traernos la realidad en forma de drama como fue “La lista de Schindler”, y no empezó la sociedad a comprender la verdadera tragedia de los que vivieron aquellos años en el bando y lugar equivocados. En ese sentido, parecía que no podía mostrar más crudeza en sucesivas películas relacionadas con el conflicto, pero entonces llegó “Salvar al soldado Ryan” y su escena inicial nos dejó mudos por la brutalidad de la narración. Este y otros estrenos del momento, como “La delgada línea roja” o “Enemigo a la puertas” nos mostraron que no todo estaba contado en la guerra contra los nazis, que quedaban más visiones del conflicto menos edulcoradas que las de los años clásicos del género, y que no sólo Vietnam iba a tener su visión pesimista por parte de Hollywood. La visión cruda y violenta del conflicto se ha asentado entre nosotros, y es en este entorno de desmitificación en el que se inserta esta “Corazones de acero”, donde se nos enseña el escaso valor de la vida humana cuando se trata de conflictos bélicos. Si bien por el título en español se nos recuerda a aquella descarnada “Corazones de hierro” (Casualties of war, 1989), que también era un brutal alegato antibelicista con Michael J. Fox en pleno Vietnam, en otros momentos parece que estemos ante Platoon con su visión del joven novato horrorizado ante las atrocidades de los soldados. Con todo este cóctel de referencias, llega una nueva aportación de Brad Pitt al género (recordemos que ya interpretó a un sanguinario soldado americano en su lucha contra los nazis en “Malditos Bastardos”).

Estamos en 1945, con la finalización de la Segunda Guerra Mundial en ciernes. Los nazis se repliegan sobre Alemania, y los aliados avanzan sobre el terreno ganando terreno. Es en este escenario en el que el sargento Collier perteneciente a la 2ª división acorazada, comanda un escuadrón de hombres con su tanque Sherman apodado “Fury”. El último artillero ha muerto en combate y su reemplazo es un joven novato llamado Norman, recién salido del instituto y sin experiencia en batalla. Mientras el escuadrón se abre paso por terreno enemigo en las últimas batallas de la guerra, donde las misiones cada vez tienen más importancia, Norman aprenderá de la brutalidad de la guerra y a matar en combate sin contemplaciones, necesario para sobrevivir en un entorno donde la humanidad se ha ido sin dejar rastro. En este terrible viaje iniciático aprenderá el horror pero también el honor y el compañerismo, en una de las mayores situaciones límites a las que se puede enfrentar el ser humano.

Hace pocos meses reseñé Monuments Men, también otra visión de los últimos días de la II Guerra Mundial pero más amable y blanda que la que se nos presenta. La verdad es que uno de los puntos que más me gustó de la cinta de George Clooney era el pensar que se cambiaba de tendencia al dejar de mostrar tanta violencia explícita para caer en una narración más edulcorada. Craso error, y este “Fury” nos lo demuestra. Parece que la consigna ahora es desmitificar la segunda guerra mundial igual que se hizo con la guerra de Vietnam, y para ello David Ayer no duda en mostrar casquería variada en pantalla, muertes desagradables e impactantes (en uno y otro bando), y una actitud más que reprobable y carente de escrúpulos entre los que se suponen que son los protagonistas. Por supuesto que de eso va la historia: la visión novata del recién llegado que asiste impávido a un recital de violencia entre hombres curtidos que, precisamente son supervivientes por actuar así. Este es el lenguaje que habla esta cinta desde los primeros minutos, con lo que no se le puede reprochar nada salvo el que no se avise previamente del tono para evitar que los espíritus sensibles vayan al cine con una idea preconcebida errónea. Y así, a lo largo de más de dos horas vemos desfilar esta historia repleta de crudeza con aciertos esporádicos como el cambio de ritmo en las batallas libradas. Sólo en la escena final, y después del trato dispensado a todos los personajes, se vislumbra cierta epopeya épica y poética (no voy a decir cuál o por qué, so pena de cometer spoiler) que nos chirría bastante después de todo lo visto hasta el momento.

Con unas grandes interpretaciones, Brad Pitt está como siempre en su línea sobresaliendo entre el reparto con un nuevo cambio de registro que, si bien recuerda a su personaje en “Malditos bastardos”, el vehículo de lucimiento que tiene aquí es mayor. El resto de actores están a la altura, si bien Shia LaBeouf hace esfuerzos por salirse del papel de jovenzuelo sin que nos lo acabemos de creer del todo. Al joven actor le quedan todavía unos cuantos años de carrera profesional para imprimir credibilidad a todo lo que interprete. A pesar de esto, “Corazones de acero” es una película recomendable siempre que no se tenga el estómago sensible, pues el nivel de dureza que se muestra en pantalla es cada vez mayor. El alegato antibelicista es manifiesto, y las ocasionales rendiciones a la emoción y la adrenalina son siempre bienvenidas.

Calificación: Buena

Lo Mejor: Brad Pitt elevando el listón.

Lo Peor: El tono del filme.

La vería de nuevo: No.

La Recomiendo: Siempre que se esté inmunizado contra la crudeza y el realismo

Películas similares: Salvar al Soldado Ryan, Platoon, Malditos Bastardos, Monuments Men

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2713180/combined

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Robocop

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Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Robocop

Año: 2014

Director: José Padilha

Guión: Joshua Zetumer

Música: Edro Bromfman

Fotografía: Lula Carvalho

Reparto

  • Joel Kinnaman
  • Gary Oldman
  • Michael Keaton
  • Abbie Cornish
  • Jackie Earle Haley
  • Samuel L. Jackson

La verdad es que no sé que hago reseñando esta película con todos los estrenos que hay pendientes en la cartelera, y habiendo mejores clásicos que revisionar antes que este subproducto; pero la verdad es que en 2014 se me había quedado pendiente de ver esta versión del clásico futurista de los 80 de Paul Verhoeven, y ha sido ahora cuando he tenido la ocasión de ver qué han hecho con ella. Partamos de la base de que el Robocop de 1987 se convirtió en un clásico de la década, flirteando entre la ciencia ficción distópica de la época (está ambientada en un hipotético futuro cercano con un mega capitalismo bestial), la serie B con unos efectos especiales previos a la implantación de la digitalización por ordenador, y violencia extrema y explícita que estaba hecha especialmente para sacudir conciencias si se veía con la adecuada distancia irónica. Unos años antes (en 1984) habíamos tenido otra historia futurista e igual de violenta con un robot asesino que venía del futuro para acabar con el líder aún no concebido de la resistencia humana en una guerra contra las máquinas (Terminator), con lo que estábamos en el momento propicio para este tipo de cine. Pero lo cierto es que Verhoeven supo darle otro enfoque a la trama con su particular sentido del humor y ese cinismo violento que luego seguiría explotando en Desafío Total (otra cinta remakeada sin sentido) y Starship Troopers. Pero ha tenido que venir Hollywood y su obsesión por profanar todo tipo de clásicos para volver a explotar una franquicia que se agotó con las sucesivas secuelas sin éxito de este policía robotizado.

Estamos en el año 2028, donde la multinacional Omincorp ha conseguido llevar la tecnogía robótica con aplicaciones militares a todo el planeta. Drones aéreos y robots terrestres de combate son construidos en masa para implantar el orden en países en conflicto, y sólo falta que esta tecnología se comercialice también en Estados Unidos. Pero una ley del senado impide la construcción y desarrollo en territorio USA de este tipo de robots, y es lo que le falta a Omnicorp para tener el monopolio absoluto a nivel mundial. Para sortear esto, y ante la presión mediática de los medios de comunicación más conservadores (como el periodista y líder de opinión Pat Nowak), el presidente de Omnicorp, Raymond Sellars, busca la manera de sortear la ley y hacer cambiar la opinión pública americana acerca de este tipo de tecnología. Es por ello por lo que se pone en contacto con el Dr. Norton (jefe de biomecánica de Omnicorp) para intentar crear un híbrido de humano y robot, un robot con partes humanas y partes mecánicas. Cuando el ejemplar agente de policía Alex Murphy sufra un atentado y esté a punto de perder la vida, se convertirá en el candidato perfecto para el experimento de crear el policía definitivo, imparable ante los criminales, para erradicar el crimen en la ciudad de Detroit.

La verdad es que esta nueva versión hace aguas por todos lados. Defrauda a aquellos que crecimos con la violenta versión de Paul Verhoeven, pues en aquella época no lo sabíamos pero la violencia del realizador holandés tenía su sentido en pantalla, como método de denuncia de los males del capitalismo, mientras que la descafeinada versión que nos presenta Padilha se queda a medio camino entre la denuncia de la política internacional de intromisión de los USA en el resto del mundo, y el corporativismo más descarnado que sólo se guía por la cuenta de pérdida y ganancias. También defrauda a las generaciones actuales, que se puedan acercar a esta versión por los tiros y las persecuciones, pues tampoco funciona como shooter de acción y donde en el cine actual hay mejores opciones y mejor rodadas que esta cinta. Hasta la historia familiar del policía Murphy resulta sonrojante por lo poco apropiada en comparación con la cinta original, donde el protagonista pugnaba por recordar su pasado y que se convertiría en el principal leitmotiv de la película. Todo el drama que estaba contenido en 1987 se ha dinamitado por los aires con la incursión de la nueva trama. Hasta el papel de Gary Oldman, uno de los pocos personajes idealistas del filme, resulta sobreactuado e innecesario ante el malo perverso que interpreta Michael Keaton como presidente de Omnicorp, mil veces visto y sin el adecuado trasfondo moral de su villano por mucho que lo intenten camuflar como víctima de la avaricia capitalista. Y ya no comento nada del reaccionario periodista interpretado por Samuel L. Jackson, cuya interpretación presenta unas intromisiones en la trama poco afortunadas e introducidas con calzador; ahí donde en la versión ochentera los noticiarios estaban fabulosamente intercalados en el argumento, aquí no vienen a cuento en la mayoría de las ocasiones y tratan como estúpido al espectador, desde el  primer momento en que el celebérrimo logo de Metro Goldwyn Mayer se confunde con la voz en off del presentador.

Hasta el desconocido actor que da vida al nuevo Murphy pierde en comparación con el hierático Peter Weller, por aportar bien poco a un personaje cuya falta de expresividad le viene bien al personaje por asuntos de guión, al igual la de Schwarzenegger en Terminator o Keanu Reeves en Matrix. A este Robocop le pasa lo mismo que al remake de Tim Burton de “El planeta de los simios”: el original no es que fuese una perla del cine como séptimo arte, a pesar de que con el paso de los años devinieron en película de culto; pero para hacer una nueva versión no basta con una puesta al día de los efectos especiales ni nuevas vueltas de tuercas en unos argumentos que tenían de por sí su gracia. Y es que hay veces que es mejor dejar en paz a determinados títulos de cine. La verdad es que las comparaciones son odiosas, pero es cierto que si la industria cinematográfica actual se empeña en seguir profanando viejos y nuevos clásicos, aquellas van a ser más necesarias que nunca.

Calificación: Mala

Lo Mejor: Poca cosa se salva.

Lo Peor: Que se intente comparar con la original.

La vería de nuevo: No.

La Recomiendo: Ni a jóvenes ni a adultos que crecieron con la original.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1234721/combined

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Venganza (revisión)

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Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Taken

Año: 2008

Director: Pierre Morel

Guión: Luc Besson, Robert Mark Kamen

Música: Nathaniel Mechaly

Fotografía: Michel Abramowicz

Reparto

  • Liam Nesson
  • Famke Janssen
  • Maggie Grace

Aprovechando el recorrido comercial de esta saga de serie B, que aparca ahora en las carteleras con la tercera y ¿definitiva? entrega de este ex-agente de la CIA en la piel de un hombre normal obligado a retomar sus antiguas habilidades para defender a su familia, aprovecho para revisitar la primera parte de esta serie que me impresionó en su día por el ritmo y el estilo que se le impregnó a la historia ya varias veces contada de la persona que se toma la justicia por su mano y se enfrenta a criminales profesionales por motivos personales. Ya lo hemos visto en multitud de cintas, cualquier héroe de acción (Harry el Sucio, Arma Letal, Jungla de Cristal) se puede volver un vengador personal en mitad del argumento de una película en el momento en que el tipo malo de la función se guarda un as en la manga y toma represalias contra algún familiar del protagonista. En los 80, Charles Bronson fue el maestro del género en el que entronca este personaje encarnado por Liam Nesson, dado el nivel de violencia sin miramientos que despliega desde el principio. Y también recuerda a la cinta menor de Schwarzenegger, “Comando”, en el que la hija de un antiguo militar de las fuerzas especiales USA es raptada y vemos al protagonista tomar las riendas en una situación que parecía inicialmente en la que estaba atado de pies y manos.

Bryan Mills es un agente de la CIA retirado. Mientras su hija está de vacaciones en Francia, y en mitad de una llamada de teléfono rutinaria para comentarle qué tal ha ido el viaje, es secuestrada por una red albanesa de trata de blancas y él lo oye todo de primera mano. A partir de entonces, y en una carrera contrarreloj en la que las primeras 96 horas son cruciales para no perder la pista antes de que la obliguen a prostituirse en cualquier rincón del mundo, Mills viaja a Paris empezando a usar sus antiguos contactos de espía y sus habilidades de combate personal para abrirse paso en una misión personal para evitar la tragedia en su familia. Los miembros de esta mafia todavía no son conscientes de que se han metido con la persona equivocada…

Lo primero que llamó la atención de Venganza allá en la fecha de su estreno en 2008 fue ver las capacidades de Liam Nesson como héroe de acción ya maduro, sobre todo por no tenernos acostumbrados a este tipo de papeles tan vigorosos. Y esta elección de casting fue el mayor acierto de la cinta, pues la credibilidad de verle como padre de familia que en un momento de la trama se revela como experimentado agente de la CIA experto en artes marciales es total. No cuesta imaginárnoslo algunos años más joven en mitad de operaciones encubiertas repartiendo a diestro y siniestro, de la misma forma que le hemos visto en papeles dramáticos sufrir igual que aquí sufre por su hija al principio de la cinta. Y a partir del planteamiento inicial de la trama, angustioso por lo real que puede ser la trata de blancas en occidente por parte de mafias organizadas (cuya punta del iceberg hemos visto más de una vez en las páginas interiores de los periódicos), tenemos una situación límite en la que cualquiera de nosotros no tendría la menor posibilidad de éxito; y sin embargo es ahí donde comienza una carrera adrenalítica que nos hace simpatizar con los poco ortodoxos métodos del protagonista para que dé caza a los inquietantes malvados (que no presentan un rostro visible al que focalizar las iras del público, más bien son mafias anodinas como sabemos que son en la realidad). La rapidez con la que avance la trama a base de ágiles y breves escenas de lucha y tiroteos será otro punto a favor del filme. Aquí no tendremos espectaculares explosiones ni media ciudad destruida mientras el protagonista sale indemne. Más bien tendremos prostíbulos en pisos y zonas de construcción, con excavadoras y coches europeos implicados en las persecuciones. Es decir, se pretendió hacer una cinta a lo Jason Bourne, sin más aspiraciones que las que la serie B proporcionaba.

Dirigida por un poco prodigado Pierre Morel (de las siguientes entregas se encargará Olivier Megaton), una de las cosas que más llama la atención de “Taken” es que esta cinta lleva el sello de Luc Besson en el guión y la producción, al igual que la también estimulante “Transporter”. Digo que llama la atención porque, a pesar de ser cintas con menos presupuesto y pretensiones, son superiores en calidad a las que le da por dirigir al realizador francés, ya sea la futurista “El quinto elemento”, o la ridícula “Lucy” (que ya reseñé anteriormente, y con un último tercio final que da risa a la vez que sonroja). Es decir, que es éste es un caso en el que el subproducto es de mayor calidad que el producto en el que se basa. Es como para decirle a Monsieur Besson que se olvide de la realización de cintas, que se le dan mejor las tareas de producción, visto el resultado.

En definitiva, y a pesar de que las secuelas es posible que sean efectivas aunque innecesarias, con “Taken” tenemos una excelente muestra de cine de género que le da unas cuantas vueltas de tuerca al espionaje y a la acción frenética. Su mayor virtud es su falta de pretensiones cuidando a la vez el casting (además del peso argumental que lleva Liam Nesson él solito, tenemos a una Famke Janssen vista en Goldeneye o en X-Men) y la credibilidad en la trama. Además, el toque europeo siempre es bienvenido, con lo que hace que esta cinta sea una buena elección para una tarde de lluvia.

Calificación: Buena, sin más.

Lo Mejor: Liam Nesson y el ritmo trepidante que le insufla el ser un ex-agente de la CIA en busca de su hija secuestrada por la mafia albanesa en Francia.

Lo Peor: Sus secuelas probablemente innecesarias.

La vería de nuevo: Con el paso del tiempo.

La Recomiendo: Para amantes de la acción que busquen aires nuevos fuera de los Blockbuster habituales.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0936501/combined

Tráiler en You Tube (español):

 

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Película – Watchmen (revisión)

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Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Watchmen

Año: 2009

Director: Zack Snyder (300, El hombre de acero)

Guión: Alex Tse, David Hayter

Basado en el cómic de Alan Moore y David Gibbons

Música: Tyler Bates

Fotografía: Larry Fong

Reparto

  • Jackie Earle Haley
  • Patrick Wilson
  • Billy Cudrup
  • Jeffrey Dean Morgan
  • Malin Akerman
  • Matthew Goode
  • Carla Gugino

En 2009 se decidió llevar a la gran pantalla una de las novelas gráficas más importantes de todos los tiempos. Se trataba del cómic que cambió la manera de ver el género, con el que perdió la inocencia y pasó a ser para adultos, sin significar eso pornografía o violencia. Se trata de la obra magna de Alan Moore, un cómic editado en 12 números en 1986 que revolucionó el género no sólo por el argumento o temas que trataba, también por el uso estilístico de la imagen y el dibujo o los trucos metalingüísticos insertados en la trama. De esta manera, tenemos cómics dentro del cómic; páginas dibujadas de manera simétrica entre ellas; flashbacks continuos y revolucionarios; narraciones en viñetas que se corresponden a otras escenas pero que cobran dobles significados por el mero hecho de estar descontextualizadas; una historia desmitificadora del superhéroe clásico de toda la vida… Toda una obra maestra compleja que usaba al 120% las capacidades del dibujo impreso para innovar y darle la vuelta a mitos como Superman, Batman, el Capitán América, etc. Es por ello que la trasposición al cine de esta historia no ha estado nunca exenta de problemas y polémicas, tanto por el lado del autor del cómic (quien nunca ha querido que se prostituyese su obra) como por directores que se han visto abrumados por la cantidad de guiños y detalles inadaptables al celuloide.

Y es que, como siempre digo, literatura (o cómic en este caso) y cine son lenguajes artísticos diferentes, y lo que en uno triunfa, en otro no tiene porqué hacerlo; y más cuando hablamos de obras revolucionarias cumbres en un género. Es por ello que hubo mucho recelo y desconfianza cuando este proyecto empezó a cobrar forma después de varios años en dique seco. Pero Zack Snyder ya había demostrado músculo con la adaptación de otra novela gráfica, 300, saliendo muy bien parado del periplo. Y aunque Watchmen como película tiene momentos en que se desinfla, la mayor parte de la trama le hace justicia al cómic y resulta solvente, si tenemos en cuenta de donde proviene la historia original. De hecho, el nivel de detalles y guiños a la novela gráfica es bastante exhaustivo; y, al igual que ésta, se exige volver varias veces a disfrutar de la obra para captar todos los matices. La lástima es que los revisionados de una película no son tan gratificantes como en una novela, pero digamos que la adaptación al cine, sin ser una obra maestra, resultó bastante digna en este caso.

Estamos en un 1985 alternativo y distópico. La historia, tal y como la conocemos, fue alterada por un grupo de superhéroes llamados los Watchmen, que surgieron a imitación de otro grupo de los años cuarenta llamado Minutemen. Estos superhéroes decidieron ponerse máscaras y luchar contra el crimen, y entre ellos tenemos al Dr Manhattan (el único con superpoderes, un físico de partículas que tuvo un accidente de laboratorio y se convirtió en un ser superior capaz de controlar la materia a su antojo), al Búho Nocturno (un aventurero con dinero suficiente para crear artefactos que le ayuden en la lucha contra el crimen), a Espectro de Seda (una atractiva luchadora de armas tomar), a Ozzimandias (otro joven adinerado con un coeficiente intelectual altísimo, apasionado de la cultura clásica y admirador de Alejandro Magno) a Roscharch (un encapuchado idealista y violento que usa una máscara que simula las manchas del test de psicoanálisis del mismo nombre) o al comediante (un psicópata que trabaja para el gobierno y que ve la sociedad americana como una broma). Precisamente la historia empieza con la muerte de este último, y el resto del grupo se pone sobreaviso ante algún tipo de ajuste de cuentas de los otrora héroes enmascarados. Gracias a la aparición de los Watchmen y del Dr. Manhattan principalmente, los EEUU consiguieron ganar la guerra de Vietnam en los setenta y Richard Nixon fue reelegido sucesivamente como presidente del país. La historia, por lo tanto, cambió en ese punto de tal manera que en 1985 la Unión Soviética está al borde del enfrentamiento nuclear con los USA. Todo esto hace degenerar la sociedad americana a un nivel de paranoia nunca visto, y mientras los Watchmen se vuelven a reunir para investigar el asesinato del Comediante, el reloj del juicio final que mide la posibilidad de extinción de la raza humana se sitúa más cerca que nunca de las doce de la noche. ¿En qué acabará todo? Y sobre todo… ¿quién vigila a los vigilantes?

Desde luego que a Watchmen hay que reconocerle una capacidad de detallismo exhaustivo que no desmerece la novela gráfica en la que está basada. Desgraciadamente, esto funciona perfectamente en los primeros compases de la película, pero luego se va desinflando como un globo que pierde aire lentamente. Los brillantes títulos de crédito (precisamente de lo poco que no estaba en el cómic) al ritmo de Dylan, es lo mejor de la cinta, toda una declaración de intenciones. Ya desde ahí vemos el universo alternativo que nos brinda la historia, mediante icónicas imágenes modificadas de los últimos cincuenta años. Sin embargo, durante dos horas y media la trama se presenta poco amigable y confusa para el no iniciado en la novela, que es el mayor de los pecados que una película puede cometer con sus espectadores, entre los que no pueden ni se deben hallar los incondicionales del cómic. Es por ello que al final podamos tener una cierta sensación de atropello y asfixia ante lo que estamos viendo; lo que en papel impreso nos permite reposar siempre que queramos posponer la lectura para otros momentos, en cine nos obliga a tragárnoslo del tirón y a digerirlo en poco tiempo.

Entre medias, aunque la visión del Apocalipsis nuclear y de la guerra fría quede un poco anacrónica en los tiempos que vivimos, la degradación moral que muestra la historia de la película podría tener su equivalencia en el mundo post 11 de septiembre que nos hemos encontrado después (y no nos olvidemos que en un plano Zack Snyder cuela a las torres gemelas). Y la deconstrucción y desmitificación de las historias de superhéroes que plantea Watchmen (ya sea la novela o la película) tampoco es baladí y solo por eso merece la pena asomarse a esta visión del aventurero enmascarado.

Calificación: Entretenida/buena

Lo Mejor: La secuencia inicial con música de Dylan; el nivel de detalle a la hora de trasvasar una novela gráfica “inadaptable”.

Lo Peor: Demasiada condensación en la historia; un maquillaje que acartona demasiado a los personajes para simular su envejecimiento con el paso de los años.

La vería de nuevo: Sí, tiene muchas aristas que entender.

La Recomiendo: Sí, para el entusiasta de los cómics

Películas similares: Kick Ass, El caballero oscuro

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0409459/

Tráiler en You Tube (español):

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