
Reseñado por Malosa
Segunda parte de la trilogía (al menos hasta hoy) protagonizada por la inspectora Indira Ramos. Da más de lo mismo que su novela anterior en ciertos aspectos, pero también incorpora numerosos elementos diferenciales en la forma de contar la historia. Me ha gustado más que el previo, tengo que reconocerlo, y eso que sobre el papel este libro tenía menos ingredientes para resultar adictivo. Pero en mi caso ha funcionado a las mil maravillas.
Sinopsis
La inspectora Indira Ramos apura sus últimos días de excedencia en un pequeño municipio de Extremadura. Cuando, después de casi tres años, llega el momento de abandonar su retiro y regresar a su trabajo en Madrid, se ve incapaz de enfrentarse al subinspector Iván Moreno, al que oculta un enorme secreto.
Pero ambos tendrán que volver a trabajar mano a mano para resolver el mayor rompecabezas criminal de la historia contemporánea de España: en una gasolinera han aparecido las huellas dactilares del que fue durante muchos años el hombre más buscado del país.
El brutal asesinato que cometió ha prescrito y la policía ya no tiene razones para mantener detenido al principal sospechoso, que lleva tiempo viviendo bajo una identidad falsa. Pero la inspectora Ramos está convencida de que un asesino como él ha tenido que volver a matar, así que solo necesita encontrar un crimen del que no quede impune.
Opinión personal
Decía al principio que esta historia da más de lo mismo que El buen padre, pero a la vez no. E intento explicaros ahora el galimatías en el que me he metido yo sola.
La novela es más de lo mismo en cuanto a personajes y continuación de la trama personal de Indira. Aquí se nota que esto es una segunda parte y recomendaría leer antes el previo, por si te pierdes. Es cierto que el crimen como tal es independiente, pero la situación personal y familiar de Indira y sus andanzas con el resto de personajes son una continuación. Y esta parte quizá es también lo que menos me ha gustado de Las otras niñas. No estoy en contra de incluir tramas adicionales a la del asesinato principal, ni en contra de que estas tengan cierto tono rosa. Me parece que estos elementos pueden enriquecer y aportar al género negro de este tipo de novelas. Pero lo que sí pido es que no den vergüenza ajena y las reacciones de los personajes sean medianamente coherentes. Y en este caso las situaciones que teje el autor en torno a Indira e Iván, a su relación de ¿amor? y al trío que se monta con un tercer personaje, pues la verdad es que no me han aportado mucho. Me han parecido algo inmaduras y poco creíbles. Pero igual esto es más personal que otra cosa.
Y aunque la novela sea más de lo mismo, es también muy diferente en cuanto al planteamiento, por tres cosas principales y que además me han gustado todas ellas:
– Se basa en un asesinato real de gran repercusión en España, asesinato que no nombraré por no incurrir en un spoiler. Para mí fue una sorpresa total, no sabía nada hasta que me lo encontré en el libro. Y en este momento pensé…¿se atreverá Díaz a recrear este hecho tan conocido de la historia de España? Y sí, vaya si se atreve. He de decir que, si bien parte de este asesinato real y ofrece una versión novelada del hecho, es muy realista en cuanto a que sigue las andanzas del asesino fugado, recreando la realidad hasta que se pierde la pista del individuo. Y a partir de aquí usa la ficción para contar lo que podría haber sido la vida de este sujeto y sus correrías por el mundo como fugitivo. También he de decir que Santiago Díaz hace un trabajo exquisito y muy respetuoso con la familia de las víctimas. No olvidemos que se trata de un caso real, pero Díaz creo que lo hace muy bien, contando lo necesario para no caer en el morbo ni el sensacionalismo. Aunque hay que destacar que esto ha sido también el telón de Aquiles de esta novela, ya que muchos detractores opinan que es irrespetuoso, inadecuado y oportunista recrear este asesinato en una novela de ficción. Yo no he tenido problemas, pero sí me ha sorprendido el arrojo del escritor al hacerlo, casi rayando la inconsciencia.
– La novela no trata de descubrir al asesino de entre todos los personajes, sino de descubrir a las víctimas. Es decir, desde el inicio sabes qué personaje es el asesino, y el problema al que se enfrenta Irina y su equipo no es desenmascararle a él, sino buscar víctimas a lo largo de los años que le permitan incriminarle y aportar pruebas recientes para meterlo en prisión. Y esto es un planteamiento bastante original, al menos yo nunca había leído algo parecido.
– El libro está mejor planteado, resuelto y estructurado que su entrega previa. El autor plantea 2 tramas principales, la del asesinato que da nombre al libro y otra trama paralela también con asesinato y que protagoniza otro de los personajes secundarios que rodean a Irina. Esto es diferente porque en la primera entrega había cierto frenesí en el planteamiento, multitud de líneas argumentales y varias conexiones y giros entre los distintos personajes. Con el objetivo de no aburrir, la novela resultaba excesiva. En este caso Díaz dosifica mejor la acción y estructura el argumento con más orden y concierto, creando una historia más solvente y mucho más interesante, en mi opinión, que la anterior.
Estos tres aspectos mencionados empastan a la perfección y tienen como resultado una novela con mucha fuerza y bastante adictiva. Me ha gustado bastante la propuesta de Díaz, no será el último libro suyo que me lea.
Calificación: Bueno, rozando el muy bueno.
Por qué decidí leerlo: Leída la primera parte y con buena impresión, que cayera la continuación era casi obligado.
Lo mejor: El planteamiento diferencial (y valiente), el hecho de basarse en un caso real y el enfoque de investigación policial con el objetivo de incriminar al asesino. Argumento mucho más solvente y mejor escrito que en su novela predecesora.
Lo peor: La historia personal de Indira y sus idas y venidas con Moreno a veces me resultaron poco lógicas. Y pueden hacerse un poco pesadas según para qué lectores.
¿Volvería a leerlo?: No lo sé, seguramente no. Pero sí voy a leer el último de la trilogía, Indira. Pero en un tiempo, que no quiero saturarme.
¿Lo recomendaría?: Sí, sí lo recomendaría. Me parece un autor interesante en el panorama negro actual. Esta novela me parece aún mejor que la anterior.
Otros libros del estilo que podrían gustarte:
- La bestia (Carmen Mola)
- Psicokillers (Juan Antonio Cebrián)
- El cuarto mono (J.D. Barker)
Malosa