
Reseñado por Malosa
La casa de los perdidos es la ópera prima de Javier Lerín, navarro de nacimiento, y a priori con una vida profesional alejada de la literatura, ya que es ingeniero de ciberseguridad y ha hecho sus pinitos también en la composición musical. Pero a sus 38 años siempre ha sido un gran lector y se declara seguidor de autores de misterio y terror, tipo Dolores Redondo, Gómez Jurado o Stephen King. Ya sólo por sus preferencias lectoras me cae bien el de Pamplona.
Si bien me ha gustado su primera novela, creo que está bien escrita y es bastante original (más valorable aún siendo su primer libro), debo decir que no me ha entusiasmado tanto como veo en la mayoría de comentarios que hay por Internet. ¿Y por qué? Pues no creáis que sé explicarlo bien, pero voy a intentarlo…
Sinopsis
Leyre Aranguren está decidida a averiguar toda la verdad que rodea la muerte de su madre. Hace dos días que la enterraron y desde entonces no se encuentra muy bien, se le olvidan las cosas, todo está confuso. Y así fue justo como empezaron los delirios de su madre. Por eso decide viajar a una masía en los alrededores de Barcelona en busca de respuestas. Se alojará allí y con la ayuda de Lucas, un peculiar ex hacker y actual devoto y predicador, Leyre descubrirá que en la masía se esconden oscuros secretos.
Opinión personal
Nos encontramos ante un thriller psicológico, con tintes de misterio, policíacos y algunos elementos costumbristas de la sociedad catalana y española. Diría que a nivel de estructura hay dos cosas que caracterizan a esta novela: la primera es que está narrada en segunda persona y la segunda es que fluye a partir de saltos temporales continuos hasta prácticamente su desenlace.
El uso de la segunda persona para mí es un positivo. La protagonista, Leyre, utiliza esta perspectiva en toda la novela, por lo que lo ves todo desde su óptica…que en el fondo es la tuya, con lo que la empatía con el personaje y la historia es máxima. Este recurso no es original de Lerín (ya lo había visto utilizado por el croata Dvrenkar con su novela Sorry, por cierto muy similar a esta en varios aspectos), pero es cierto que no es muy utilizado por los escritores y me parece que funciona, si se hace correctamente, como es el caso.
Respecto a los saltos temporales, conmigo no han funcionado. En el inicio se me hicieron muy confusos, fue una de las razones por las cuales me costó mucho entrar en la novela e interesarme por ella. Y cuando ya me enteré un poco mejor de qué iba el tema, se me hizo innecesario que siguieran existiendo tantos saltos hasta prácticamente el final. Son además muy breves (estamos hablando en general de semanas de diferencia entre los acontecimientos narrados), y por tanto innecesarios para contar esta historia. Supongo que forman parte del estilo que pretendía infundir el autor y ciertamente son originales…pero a mí no me han convencido. Me han despistado, confundido y en general, sobrado.
Si nos vamos a los personajes, el peso recae totalmente en su protagonista, Leyre y en el misterio que parece levitar en torno a ella. No tengo mucho que objetar, está bien construido, entras directamente en su psique gracias a lo de la segunda persona y sufres con ella a lo largo de las páginas. Alrededor de esta hay múltiples secundarios, siendo relevante el personaje de Lucas, que actúa un poco como escudero de Leyre. A mí me resultó demasiado raro este tipo, y mira que a mí la gente poco convencional me gusta, pero es que Lerín retrata a una persona que está, dicho así mal y pronto, como la cabra de la Hilaria. Y me resultó muy forzada la psique de este personaje y su relación con Leyre. Ni acabé de entenderla, ni me la creí. También destacaría como secundario a Vera, que es una especie de interés amoroso de la protagonista, aunque a mí personalmente no me acaba de encajar esta supuesta bisexualidad de Leyre (no por nada, sino porque una vez tienes la visión de la historia en su conjunto, no me cuadra con la vida de la protagonista).
Respecto al ritmo y desenlace, bien el primero (una vez que logré entrar en la novela reconozco que es muy frenética, especialmente la segunda mitad) y correcto el segundo. El libro está bien resuelto, aunque a mí me quedaron algunos cabos sueltos que luego comento. Y lo que me gustó mucho fue el giro que aparece en el último tercio de la novela. Es cierto que esto sí que no es un recurso original del autor (este tipo de giros los hemos visto hasta la saciedad ya en muchas historias), pero también es verdad que yo no me lo esperaba, así que me gustó aunque no me sorprendiera.
Lo que hace que este libro no quede con una puntuación mayor es, más allá del uso de los saltos temporales, las dos cosas que os indico a continuación:
– Lerín incluye elementos innecesarios que en algunos casos desembocan en situaciones forzadas. Por ejemplo, no me aportaron nada los personajes de Sandra y Helena, aparte de confusión. No tienen papel apenas en la historia, el que tienen no es relevante y lo peor, es que no entendí que fueran dos. Yo no llegué a distinguir quién era quién, podían haber sido una sola perfectamente. Otro ejemplo, tampoco entendí la función de los dos tipos que Leyre encuentra en el bus, más allá de funcionar como deux ex machina. O sea, existen para justificar la historia y dar credibilidad al giro. Y resultan forzados.
– Me ha resultado una historia desagradable y mira que yo no soy para nada impresionable con estas cosas. Pero entre la introducción de personajes dañados psicológicamente, la perversidad de muchos de estos individuos, lo retorcido del argumento y en general, el toque freak que parece emanar de toda la novela… a mí me pudo. No sé, me dejó como con muy mal sabor de boca. Y a esto le unes el desenlace, que queda como medio cerrado pero a la vez medio abierto y que sigue ahondando en lo mismo y no sé… mi sensación final fue de rechazo.
En resumen y por ir finalizando, mentiría si dijera que es un mal libro, no lo es, me ha gustado en líneas generales y me ha parecido entretenido, pero no me ha fascinado tanto como describen el resto de opiniones que he visto. Y el regusto final ha sido amargo, que es la sensación general que impera en esta historia: amargura. Pero es la primera incursión el autor, vamos a darle tiempo…
Calificación: Entre entretenido y bueno, no me siento capaz de valorarlo mejor.
Por qué decidí leerlo: Me lo pasó Bitterblink, había oído cosas buenas de esta novela y pensó que me encajaba mucho. No iba desencaminado.
Lo mejor: El giro que incluye y que no te esperas. El tratamiento de la segunda persona. Lo oscuro y torcido que es su argumento.
Lo peor: Hay ciertas casualidades que no me convencieron. Los personajes me parecen tan extraños y perturbados, que me generó rechazo el libro. Me costó bastante entrar en la historia y el inicio me pareció además confuso.
¿Volvería a leerlo?: No, ya os digo que la historia me ha dejado con mal cuerpo, no es una novela que me apetezca releer.
¿Lo recomendaría?: Depende. Seguramente no guste a cualquier tipo de lector, pero si disfrutas de historias retorcidas y macabras, con bastante suspense y personajes atípicos, será un libro que te convenza. Cualquier otro tipo de lectores, absteneos.
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Malosa