Película – En la casa


Reseñado por 0017

Ficha técnica

Año: 2012

Director: François Ozon (“Potiche, mujeres al poder”; “Mi refugio”; “Angel”)

Guión: François Ozon (basado en el libro de Juan Mayorga, El chico de la última fila)

Música: Philippe Rombi

Reparto

  • Fabrice Luchini
  • Ernst Umhauer
  • Kristin Scott Thomas
  • Emmanuelle Seigner
  • Diana Stewart
  • Denis Ménochet,
  • Jean-François Balmer
  • Fabrice Colson
  • Bastien Ughetto

“En la casa, todo tiene que ocurrir dentro de la casa, entre las cuatro paredes” es la frase que le dice el profesor al alumno de literatura viendo la incipiente obra que escribe el talentoso pupilo en un momento de la película, frente a la pizarra. Y, como siguiendo el paralelismo docente, toda la película en sí es un tratado de escritura que nos muestra de primera mano los pasos estilísticos y argumentales que toda obra artística narrada o filmada (y pintada, puesto que el personaje de Scott Thomas regenta una galería de arte a la que se le aplican las mismas reflexiones) debe seguir para salir de la mediocridad. Los fallos típicos, los recursos usuales de los grandes clásicos, la búsqueda de conflictos entre los personajes… Como si fuéramos siguiendo paso a paso el manual del perfecto escritor, todo ello se va trasladando a la película en un ejercicio metalingüístico y narrativo de aúpa. En algún celebrado momento vemos incluso a personajes que no deben estar en la escena, debatiendo entre ellos cómo tendrían que desarrollarse los acontecimientos, mezclando realidad con ficción, confundiendo al espectador con pasos atrás en los capítulos del libro y en las escenas del guión, realizando flashbacks y flashforwards…

“En la casa” es la ganadora de la Concha de Oro del último festival de San Sebastián, así como del premio del jurado al mejor guión. Está basada en el libro El chico de la última fila, del español Juan Mayorga, y nos cuenta la historia de un profesor de lengua y literatura de un instituto francés que pide a sus alumnos que escriban sus vivencias del fin de semana. Hastiado por el bajo nivel que muestran todos, se entusiasma al llegar a la sobresaliente lectura que ha escrito Claude, el chico que se sienta en la última fila, explicando la ayuda en matemáticas que prestó a uno de sus compañeros. El texto, donde muestra su apasionamiento por la casa típica de una familia normal, “con el característico olor de la mujer de clase media”, enseguida despierta el interés del profesor, no sólo por el tono paródico y burlesco del alumno hacia la familia de su compañero, también por la curiosidad que supone el inicio de una historia con sucesivos “continuará” y que va desvelando un interés malsano por la madre de su amigo… el planteamiento dramático (como si de una tragedia clásica al estilo de Ulises se tratase) está servido. Y no sabemos hasta qué punto el alumno manipula al profesor, y en cuál aquél necesita realmente a éste para continuar formándose en lo que parece ser el inicio de una meteórica carrera literaria.

La interpretación del joven Ernst Umhauer, como Claude, el protagonista literario resulta, cuanto menos, desasosegante. A sus 23 años, clava el papel de imberbe quinceañero pelín guaperas. Pero lo hace tan bien, que a ratos la película roza el género del terror psicológico (sin serlo) gracias únicamente a su interpretación. Resulta totalmente creíble como un adolescente intentando seducir a la madre madura de su amigo.

Más inverosímil resulta la película conforme va avanzando en la trama y en los sucesivos giros, tanto que llega un momento que ya no sabes qué pensar, si es realidad o ficción. De hecho, hasta el profesor lo recrimina en algún momento, hablando de la redacción. Papel interpretado por Fabrice Luchini, algunas veces resulta repelente cual verdadero profesor, pero sobre todo por la enfermiza curiosidad rayana en el cotilleo, de la que hace gala al querer saber más sobre la historia que está leyendo.

La mujer del profesor, interpretada por Kristin Scott Thomas, es de los rostros más conocidos de la cinta y que internacionaliza el reparto, aportando su grave y sólida presencia británica. Sin embargo, en mi opinión, es la que menos convincente resulta, sobre todo por sus actos finales, que no son consecuentes con lo que hemos venido viendo a lo largo del metraje. Quizás también por la cadena de acontecimientos que se van desencadenando y que no sabemos si tienen mucho sentido o no, dando ese toque de irrealidad a la película. Scott Thomas es la que más desentona en el capítulo interpretativo, quizás porque es ella de quien más esperamos una gran actuación. Tampoco quiero ser muy duro, es una gran actriz y su presencia es siempre gratificante, sólo que o no está a la altura o que su personaje está demasiado desdibujado, quizás le faltaba alguna escena más para acabar de definir y justificarse.

Porque la verdad, el resto del reparto están geniales. Los otros actores, la familia de “En la casa” (padre,  madre e hijo) nos abren las puertas de par en par (bueno, más bien al personaje de Claude) para mostrarnos sus dramas diarios, los pequeños problemas rutinarios, las diversiones mundanas de la clase media, la insatisfacción y frustración de la mujer que no trabaja, el hijo único celoso carente de afectividad, el trabajador agobiado por un trabajo sin futuro… En definitiva, la clase media occidental con sus miserias y… miserias.

François Ozon nos hace cómplices del voyeurismo que hay en él y en cada uno de nosotros, haciendo un guiño a “La ventana indiscreta”, y realiza una película de impecable manufactura aunque algo caótica e inverosímil en su desenlace final, que reflexiona acerca de los requisitos que debe cumplir toda obra artística (al arte pictórico moderno le da bastante leña), aparte de darle un rapapolvo monumental a la vida matrimonial y a la familia media clásica en general.

Calificación: Entre Muy buena y Buena

Lo Mejor: La interpretación de todos, sobre todo Ernst Umhauer; los momentos de metaficción que hacen avanzar la trama, y el fugaz momento de realismo donde vemos pinceladas de la vida de Claude que nos explica su background.

Lo Peor: El personaje de Scott Thomas, no muy definido del todo; pasar tanto de realidad a ficción hace que te descuelgues y que pierdas el interés por momentos, sobre todo en el desenlace.

La vería de nuevo: No creo, puede llegar a ser un poco liosa.

Lo Recomiendo: Al igual que en mi reseña anterior, para todos aquellos con espíritu intelectual que quieran recibir una lección de creación artística. También, para todos aquellos voyeurs de la clase media que no se atreven a reconocerlo.

0017

Ficha en IMDB: http://www.imdb.es/title/tt1964624/

Tráiler en You Tube (subtítulos en español):

Películas similares e influencias: Swiming Pool (también del mismo realizador); La ventana indiscreta (el plano final nos remite directamente a Hitchcock, y básicamente toda la película ha hecho lo mismo que James Stewart: cotillear en las vidas ajenas); La Rosa Púrpura del Cairo (Woody Allen ya introducía personajes que entraban y salían de la narración).

Libros similares: El chico de la última fila (Juan Mayorga, por ser la obra de teatro en la que se basa); 

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