Reseñado por 0017
Ficha técnica
Año: 2015
Director: Javier Ruiz Caldera (Tres bodas de más, Promoción fantasma, Spanish Movie)
Guión: Pablo Alén, Breixo Corral, Fernando Navarro
Música: Marc Blanes, Pablo Uroz
Fotografía: Gemma Fauria
Reparto
- Imanol Arias
- Quim Gutiérrez
- Alexandra Jiménez
- Berto Romero
- Carlos Areces
- Emilio Gutiérrez Caba
- Rossy de Palma
Y con todo este año plagado de tantos estrenos de espionaje y agentes secretos, no podía faltar la aportación española al género, de la mano de uno de los mayores iconos del cómic de la segunda mitad del siglo pasado. Reconozco que yo era más de Mortadelo y Filemón o Superlópez; pero pese a ser más minoritario, Anacleto tenía un encanto especial en lo referente a ser copia de James Bond. Ya fuera por ir siempre de negro y con pajarita (un referente más cercano al smóking que la levita de Mortadelo), porque su nivel de payasadas no llegaba ni de lejos al de los personajes de Ibáñez, o porque el sempiterno cigarrillo en la boca le daba un aire más duro sin dejar de ser entrañable, Anacleto parecía tener cierto estilo que le hacía salir más airoso de las situaciones que otros personajes. Y, al igual que está pasando con todas las adaptaciones al cine de los tebeos clásicos (emulando al cine USA como no podía ser de otra manera), se corre el riesgo de coger un buen material de partida (digna muestra de la idiosincrasia nacional de épocas cercanas como era el tebeo español de los setenta), y naufragar con él a base de hacer películas olvidables, aburridas o toscas. Ejemplos son las tres entregas de Mortadelo y Filemón (a cada cual peor) o Zipi y Zape, en las que se superó en un primer momento la barrera visual para conectar con el público plasmando en pantalla lo que durante décadas nos entusiasmó en papel impreso; pero que luego, por guiones absurdos y poco coherentes, se convirtieron en películas aburridas y poco atrayentes. Y en esas, estamos, intentando ver si la incursión de Javier Ruiz Caldera en la comedia de acción adaptada de las viñetas supera a sus predecesoras en la difícil tarea de estar a la altura del cómic original.
Adolfo es un treintañero desganado y sin futuro que trabaja como vigilante de seguridad. La relación con su novia pasa por un momento de crisis y su vida está abocada a la apatía y la mediocridad. Y tampoco se lleva bien con su padre Anacleto, hasta que una serie de acontecimientos extraordinarios le revelan la verdad: su padre es un agente secreto desde hace décadas, que trabaja para una organización de inteligencia nacional salvando al mundo y todas esas cosas. Pero el archienemigo de Anacleto, el malvado Vázquez, se ha fugado de la prisión donde llevaba años recluido, y ahora Adolfo deberá aunar fuerzas con su padre para evitar que su venganza acabe con ellos, mientras pone en práctica todas las artes de supervivencia que Anacleto le ha ido transmitiendo con el tiempo, e intenta recuperar una relación padre e hijo anquilosada tras el paso de los años. Y, de paso, volver con su novia mientras salvan al mundo y acaban con Vázquez.
Tras varias incursiones en todas las clases de comedias que se pueden encontrar en el cine patrio, a Javier Ruiz Caldera le quedaba ya solo el género de acción al que siempre se le resiste el cine español. En la misma línea que vimos en “Kinsgman: servicio secreto”, donde los espías protagonistas combinaban humor y acción salvaje, con bromas autoreferenciales y un tono lúdico que ayudaba a diluir la violencia que impregnaba la película, aquí tenemos una vuelta de tuerca del agente secreto que leímos en las viñetas hace más de treinta años. Se trata más bien de una puesta al día, a base de hacer coprotagonista a su hijo que es quien da el contrapunto cómico y realista. Con este truco de guión es más creíble todo, a base de hacer que un personaje se cuestione toda la inverisimilitud que plantea la cinta y el tebeo, en la época actual. Y hay que decir que funciona, gracias a la gran labor de Imanol Arias que se mete en la piel del personaje, desde el flequillo hasta los zapatos. La idea de meterle treinta años al Anacleto que conocimos de joven hace que el inefable actor aporte su carisma y triunfe la película ahí donde otros fallaron (léase Mortadelo y Filemón). El mundo de las viñetas está presente (las travesías por el desierto, los cacharros tecnológicos pasados de moda, las contraseñas secretas made in Spain) pero ahora lo comparamos con la España de 2015 y la mezcla de costumbrismos pasados y presentes supone uno de los aciertos de la película.
También la trama supone otro acierto. La vuelta de tuerca a los espías y los supervillanos sorprende por lo novedoso en nuestro cine, mientras se mete acción, peleas, tiros y persecuciones de una manera que pocas veces hemos visto, integrados en el argumento. Si a esto le añadimos alguna dosis de suspense e intriga, giros argumentales impropios de nuestra cinematografía, y todo ello sin abandonar el humor cachondo y descacharrante. Para ello, Imanol Arias ha sabido ceder protagonismo a los jóvenes astros y Berto Romero se convierte en pieza fundamental en el alivio cómico de la cinta. Ayudado por Alexandra Jiménez y Carlos Areces, la película introduce comicidad a raudales que no hace más que aligerar las escenas más bestias y no dejar que la seriedad tome el mando de la cinta, y es en parte por la labor de estos secundarios. Como defecto principal incluyo a Quim Gutiérrez, el cual no está a la altura del papel y al que no le acabo de ver las grandes cualidades cómicas que se le esperan de él. Elemento crucial en la trama, sobre el que pivota la transición entre la seriedad y la comicidad del filme, carece de las dotes interpretativas necesarias para estar a la altura tanto de Imanol Arias en la vertiente seria, como de Berto Romero en la cómica. Puede ser por esa manera de hablar tan poco clara que tiene, y que le falle la dicción a la hora de interpretar, pero lo cierto es que su presencia es el mayor defecto en una cinta que por lo demás, cumple a la perfección su cometido, teniendo en cuenta los estándares del género en el cine español: entretiene, está bien rodada y no deja en mal lugar a su referente de tebeo. Por la parte de comedia sabíamos que no iba a defraudar, y es en la parte de acción en la que sorprende por presentar una calidad inusitada.
Calificación: Buena.
Lo Mejor: Imanol Arias
Lo Peor: Quim Gutiérrez
La vería de nuevo: Puede
La Recomiendo: Para lo que suele ser el cine español de acción, sí.
Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt3510480/
Tráiler en You Tube (español):
Recuerdo el cómic de Vazquez y sin ser tan divertido como los de Ibañez no me disgustaba (aunque también era más de Carpanta y Mortadelo & Filemón) pero por lo que cuentas me ha llamado la atención. Puede que mañana que tengo la tarde libre, me llegue al cine a darle una oportunidad.