Archivo diario: julio 31, 2013

Película – El Hipnotista

El_hipnotista-389457288-large

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Hypnotisören

Año: 2012

Director: Lasse Hallström ¿A quién ama Gilbert Grape?, Las normas de la casa de la sidra, Chocolat, La pesca del salmón en Yemen)

Guión: Paolo Vacirca

Basado en el libro de Lars Kepler (link al libro en Amazon)

Música: Oscar Fogelström

Fotografía: Mattias Montero

Reparto

  • Tobias Zilliacus
  • Mikael Persbrandt
  • Lena Olin
  • Helena af Sandeberg
  • Oscar Pettersson

El Hipnotista es la primera incursión en el thriller de Lasse Hallström, director de Chocolat y Las Normas de la Casa de la Sidra. Un género que a priori, no tiene mucho que ver con el resto de su filmografía y, visto el resultado, una mala decisión que esperemos no se vuelva a repetir. Malosa se había leído el libro y le pareció interesante, por lo que me convenció para ver esta cinta; pero dado el aburrido resultado que ha perpetrado el director sueco, todavía me está pidiendo perdón por haberme arrastrado al cine (Malosa, no Hallström).

No voy a dar muchos detalles sobre el libro, de ello ya se ocupará Malosa, pero decir que está escrito por Lars Kepler, seudónimo de un matrimonio sueco que se han subido al carro del éxito de la narrativa policíaca escandinava iniciado con el éxito de la trilogía Milenium. En un derroche de optimismo han planeado una serie de ocho novelas policíacas, siendo El Hipnotista la segunda de ellas. La comparación con la obra de Larsson no es gratuita, y dado que en breve reseñaré la excepcional adaptación de Fincher, lo primero he de señalar que comparte muchos de sus elementos de partida, a saber: crímenes sórdidos y desagradables, un reflejo de una sociedad nórdica no tan idílica como cabría suponer, y con un frío ambiental que ayuda a crear un clima desasosegante y perturbador. Sin embargo, no sé a nivel literario, pero lo que es fílmicamente hablando, El Hipnotista me dejó tan gélido como los escenarios en los que se desarrolla.

Un investigador perteneciente a la brigada policía judicial llamado Linna intenta resolver los salvajes crímenes de una familia entera asesinados a cuchilladas. Tan sólo ha sobrevivido el hijo de la familia, aunque herido de gravedad, y la hija mayor, en paradero desconocido. El caso corre el riesgo de llegar a un punto muerto y quedarse estancado, por lo que Linna toma medidas fuera de lo común: le pide a Bark, un médico del hospital, que realice una sesión de hipnosis con el muchacho inconsciente y malherido. La idea es que bajo los efectos de la hipnosis y de manera inconsciente el chico aporte toda la información acerca del suceso y de su hermana desaparecida. Sin embargo, todo se torcerá debido a posibles efectos adversos sobre la salud del chico, que hacen recomendable no seguir con la terapia. Mientras, Bark se enfrenta a problemas en su vida familiar. No está pasando por los mejores momentos con su insegura esposa, su hijo está en una fase adolescente y pasota, y él se ha convertido en un adicto a los somníferos sin los cuales es incapaz de dormir por las noches. Pero todo esto pasará a un segundo plano cuando el caso al que ayuda a Linna a resolver repercuta en su vida y pase a tener un protagonismo activo, poniendo a su familia en peligro. En ese momento deberá dar lo mejor de sí mismo y aunar esfuerzos con el investigador para abandonar sus temores y antiguos traumas profesionales, todo ello orientado a resolver el misterio.

La verdad es que así explicado da la impresión de que el argumento es llamativo y que reúne lo mejor del cine negro y policíaco, pero lo cierto es que me he esforzado por aparentar que la trama resulte atractiva sobre el papel después de dos horas de absoluto aburrimiento en la sala. Con un arranque prometedor, es normal que pensemos que los primeros minutos de película estén destinados a colocar las piezas del rompecabezas que luego nos afanaremos en recomponer de manera animosa y entretenida. Pero conforme va pasando el metraje, nos encontramos con un torpe desarrollo de los acontecimientos que no interesa a nadie, mezclado con un tratamiento de los personajes aburrido e irritante. Los devenires del matrimonio Bark están tan mal expuestos que hace que acabemos odiando a la cargante esposa y su cambios de humor (interpretada por Lena Olin, mujer del realizador, se supone que se preparó el papel intentando buscar testimonios de familias que se han enfrentado a traumas similares a los expuestos en el argumento). Si en Milenium el personaje de Blomkvist era capaz de tener relaciones liberales con las mujeres con las que se relacionaba, aquí el personaje de Simone Bark resulta tan celosa y desconfiada por una infidelidad pasada de su marido que hace que no tenga sentido ninguno de sus actos. La actuación de Mikael Persbrandt como Bark tampoco es que haga mejorar mucho la situación, pareciendo que tenga horchata en las venas debido a su ya mencionada adicción a los somníferos y dando una impronta permanentemente somnolienta a su personaje. Unos diálogos lentos y repetitivos hasta la extenuación a base de monosílabos hace la trama más pesada si cabe en la cinta en general y en estas escenas en particular.

Pocas cosas me hicieron tener buen sabor de boca al salir del cine. La interpretación de Tobias Zilliacus como investigador deja indiferente, lo cual no ayuda mucho a compensar las irritantes escenas del resto de personajes. Si se pretendía hacer una reflexión sobre la tipología de la familia escandinava poniendo al personaje de Zilliacus como modelo de soltero de mediana edad imposible de desconectar de su trabajo (en contraposición a su compañera de trabajo, siempre con el niño a cuestas), ésta no ha sido muy afortunada. Hasta el final de la cinta, con algo de acción que hasta el momento se nos había negado, está resuelta de manera ilógica y estúpida.

Resulta incomprensible el producto que ha desarrollado Hallström, más habituado a un cine poético y metáforico. El cuento de hadas que fue Chocolat, que desarrollaba una luminosa historia sobre la libertad a contracorriente del poder establecido (al igual que Las Normas de la Casa de la Sidra), choca frontalmente con esta cinta oscura y enferma que, parece que se ha atiborrado a somníferos como el personaje del título (poco comprensible también, dado que “hipnotista” no existe en español según la RAE, suponemos que ha sido una traducción literal del título original “Hypnotisören”, pero lo correcto hubiera sido decir “hipnotizador”). Todo esto nos hace pensar sobre las pobres cualidades del director sueco como realizador de thillers, presentándonos una aburrida y lenta adaptación con un guión desafortunado que malgasta un buen material de partida (si en el libro ocurren cosas desde las primeras páginas, ¿por qué aquí se empeñan en demorarlas hasta pasado medio metraje?). Esperemos que no haya más adaptaciones de estos escritores, y que el realizador sueco vuelva al tipo de cine reflexivo y pausado que mejor se le da hacer.

Calificación: Mala

Lo Mejor: Me quedo con muy poco de esta película, como mucho la escena final con un autobús en la nieve pero poco más.

Lo Peor: Las interpretaciones (el tratamiento de los personajes, su psicología y motivaciones son pésimos), y el ritmo lento y soporífero de la trama.

La vería de nuevo: No.

La Recomiendo: No.

Películas similares: Millennium (tanto las versiones suecas como la de Fincher), El alquimista impaciente.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1556243/

Link a la reseña del libro:

El hipnotista – Lars Kepler

Tráiler en You Tube (español):

4 comentarios

Archivado bajo Malo, Película - Drama, Película - Thriller, Pelicula, Puntuado