Reseñado por 0017
Ficha técnica
Título original: Catch me if you can
Año: 2002
Director: Steven Spielberg
Guión: Jeff Nathanson
Música: John Williams
Fotografía: Janusz Kaminski
Reparto
- Leonardo DiCaprio
- Tom Hanks
- Christopher Walken
- Amy Adams
- Martin Sheen
- James Brolin
- Nathalie Baye
Desde luego que las películas de Leo DiCaprio se están convirtiendo en perfectas para revisionarlas, por el hecho de que es uno de los actores del momento y también porque su carrera los últimos diez años ha estado plagada de aciertos en una gran variedad de géneros. A falta de que me atreva con la suprema “Origen”, de Nolan, ya hablé de la estupenda “Diamante de sangre” en su momento; de su papel de villano en “Django Desencadenado”; del protagonista que hacía en la fulgurante “El Gran Gatsby”, y de la alocada “El lobo de Wall Street”. Precisamente la referencia más directa de esta última puede ser esta “Atrápame si puedes” rodada diez años antes. Por tratarse ambas de comedias (menos ligera, más gamberra y de un humor más grueso la cinta de Scorsese que ésta de Spielberg), por tratarse de eventos basados en hechos reales, y por basarse en las memorias de personajes contemporáneos americanos que decidieron burlar al sistema y enriquecerse mediante el camino fácil y la estafa a niveles mastodónticos. Y de alguna manera estos pillos están tan mitificados en ambas cintas que nos caen simpáticos de alguna manera.
Por otro lado, esta película hizo que me volviera a reconciliar con Spielberg, gran director fundamental en el cine actual; su mayor problema es que con cada sucesiva película siempre ha querido hacer la obra definitiva de cualquier género, pecando de un gran egocentrismo y presuntuosidad. Siempre lo digo, su personaje del arqueólogo más famoso es uno de los mejores del cine, pero después tuvo una época muy aburrida en la que se puso demasiado serio con Schindler, Soldados Ryan y similares. Y es en estos momentos en cuanto peca de excesivo aburrimiento, por muy estupendas y lacrimógenas que resulten estas cintas. Afortunadamente, su filmografía se caracteriza por alternar este cine con el blockbuster más comercial, y de vez en cuando tiene grandes aciertos como éste de 2002, al que luego le siguió la increíble y sorprendente Minority Report, todo un hito de la ciencia ficción que se colocó inmediatamente por debajo de la obra maestra del género, Blade Runner. Pero de ella hablaré otro día.
La historia inverosímil pero real de Frank Abagnale Jr, un timador a gran escala que puso en jaque al departamento de robos y falsificaciones del FBI durante los años sesenta en los USA. El joven Frank era todavía un adolescente cuando el matrimonio de sus padres se fue a pique y a la vez perdieron todos sus ahorros. Obligado a ir a un instituto público, este desorden familiar le incita el primer día de clase a hacerse pasar por profesor y descubrir una gran faceta para adoptar y falsificar otras identidades. Cuando sus padres le hacen saber que piensan divorciarse, decide huir de casa y buscarse la vida por su cuenta. Pronto se le acaba el dinero y empieza a falsificar cheques bancarios y de líneas aéreas. Su capacidad de imitar otras personalidades llega al punto extremo de hacerse pasar por piloto de avión para cobrar cheques y viajar gratis de una punta a la otra del país. En ese momento, un agente del FBI llamado Carl Hanratty que trabaja para la división de fraudes bancarios recibe el encargo de poner fin a sus timos. Tras la pista de Frank, Carl le sigue por todo el país e incluso llegará a estar cara a cara con él, sin saber que realmente están buscando a un joven muchacho menor de edad que no ha acabado ni el instituto. Pero la capacidad camaleónica de Frank supondrá hacerse pasar por médico o abogado para salir adelante, conocer a la que pueda ser la mujer de su vida e impresionar a sus conservadores padres, u organizar una fastuosa huida en un aeropuerto internacional totalmente vigilado por agentes federales mediante el reclutamiento de un gran número de vistosas azafatas. A pesar de su escurridiza capacidad de escabullirse, entre perseguidor y perseguido se establecerá un vínculo especial que versará entre la antipatía y el respeto mutuo; y las disfuncionales carencias afectivas sufridas ante la necesidad de complacer a su padre tendrán su compensación con la relación entre Frank y Carl, plasmada a través de una persecución por varios países.
La verdad es que cuando uno ve los créditos iniciales de “Atrápame si puedes” lo primero que haces es frotarte los ojos y comprobar que realmente es una película de Steven Spielberg. La música de John Williams, excelente y en su tono habitual, pero sobre todo las imágenes estilo vodevil años 60 con muñecos dibujados que representan a los dos protagonistas persiguiéndose mutuamente ya nos preparan para el tono alegre y de comedia que presenciaremos durante casi dos horas y media. De hecho, hasta los Simpson parodiaron esta introducción en uno de sus capítulos. En los dos siguientes videos podemos comparar ambos segmentos:
Enlace a la versión de Los Simpsons:
http://www.boreme.com/posting.php?id=9556#.U7y_n_l_uYI
Lo dicho, una de las mejores secuencias de precréditos jamás rodadas, a la altura de los mejores trabajos del especialista del género Saul Bass (y su “El hombre del brazo de oro” de Otto Preminger, por ejemplo).
Después tenemos la historia narrada en forma de flashback que nos lleva directamente al meollo de la cuestión. De nuevo tenemos el gran foco de inquietud de Spielberg que es su preocupación por la familia y todos los problemas que se puedan derivar por los conflictos paterno-filiales. Solo que aquí no están metidos con calzador, sino que representan parte fundamental de la trama y encajan mucho con las motivaciones del protagonista y esa huida hacia delante que lleva durante toda la película. Sólo así se comprende esa necesidad imperiosa de intentar agradar a su padre o a su futuro suegro (interpretado por Martin Sheen) mediante las distintas profesiones por las que se hace pasar. Y siempre está el vínculo que siente con su perseguidor, ambos seres solitarios, que no tienen a quien llamar en Navidad, y que suponen el perfecto recambio familiar como si el personaje interpretado por Tom Hanks fuera el padre adoptivo de un DiCaprio, carente de afecto que cree que lo puede encontrar a base de saltarse las leyes.
Como ya pasó en las reseñas de X-Men que he hecho últimamente, uno de los logros de la cinta es el gran diseño de producción ambientado en los 60; lo que junto a las interpretaciones de los protagonistas y secundarios, y a un argumento que no da un respiro mientras nos desgrana las desgracias emocionales de los personajes, hace que esta película esté envejeciendo muy bien y se vea con agrado hoy en día. Lo cual supone un gran triunfo de un Spielberg que cuando se lo propone, puede divertir y hacer reflexionar a partes iguales sin necesidad de caer en el tópico lacrimógeno o histórico que tan bien se le da hacer de vez en cuando.
Calificación: Muy buena
Lo Mejor: La reflexión que nos brinda acerca de la familia.
Lo Peor: Que le cueste tanto hacer este tipo de cine.
La vería de nuevo: Sí, sus 140 minutos merecen algún visionado más.
La Recomiendo: Sí, dado que su argumento hace que se nos pase volando.
Películas similares: El lobo de Wall Street, La Terminal
Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0264464/combined
Tráiler en You Tube (español):