Reseñado por Bitterblink

Que no desciendan las tinieblas – L Sprague de Camp
Lyon Sprague the Camp (L. Sprague de Camp, como le gustaba aparecer a él) es uno de los más prominentes autores de ciencia ficción y fantasía de entre los años 1930 y 1960. Menos conocido hoy que sus amigos Asimov o Heinlein (con los que sirvió en la marina durante la II Guerra Mundial), es uno de los escritores que sienta las bases del género de ciencia ficción y fantasía «moderna» junto con los otros miembros de los clubes literarios a los que pertenecía y que se influenciaban mutuamente (uno de ciencia ficción con Asimov y otro de fantasía heroica con entre otros Lin Carter, Poul Anderson, Moorcock etc). Esta es una de sus primeras novelas de ciencia ficción y quizá la más influyente en el género «Viaje en el tiempo» e «historia alternativa» desde «Un Yanki en la corte del rey Arturo» de Mark Twain. Este libro, escrito en 1939 ha envejecido sorprendentemente bien y sigue siendo una auténtica delicia de leer y extremadamente adictivo.
Sinopsis
Martin Padaway es un arqueólogo que está de visita en la Roma de Mussolini. Cuando va a visitar el Panteón un rayo cae en la plaza y Padaway se ve transportado a la Roma previa a la caída del imperio romano de occidente.
Con conocimientos de latín clásico y sin apenas recursos (su reloj y una cerillas básicamente), Martinus (como se hará llamar), debe conseguir sobrevivir en la Roma del año 500 previa a la Guerra Gótica.
Sin herramientas modernas, armas y sin apenas conocimientos específicos Martinus hará amigos en la Roma de Teodorico y se buscará la vida para poder comer utilizando su ingenio: el primer negocio que se le ocurre es destilar Brandy a partir de vino de baja calidad, ya que la destilación no se había descubierto aún.
A partir de ahí tendrá que hacer frente a los problemas con la (in)cultura de la época, problemas con los nobles y con la Iglesia para sacar adelante sus negocios que parecen cosa de magia.
Martinus conseguirá hacer crecer sus negocios «inventando» mejoras y enfrentándose a su propia falta de conocimientos respecto de cómo se hacen las cosas (cómo se hace el papel por ejemplo), conocerá a los principales actores de la historia (al propio Teodorico y a otros personajes relevantes) y en general conseguirá una vida estable.
Sin embargo, poco a poco Martinus se da cuenta de que por mucho que le gustaría mantenerse al margen de la guerra, la conquista de Belisario (general Bizantino) de Italia es la que dará en breve tiempo la puntilla a lo que queda de la civilización y el mundo entrará en los próximos 1.000 años de oscuridad. Solo Martinus y sus inventos puede evitar que desciendan las tinieblas.
Opinión personal
Es la segunda vez que leo este libro, reconozco que me acordaba poco (lo leí hace 20 años) pero encontrándolo siempre en los rankings de los libros más influyentes de la ciencia ficción, decidí refrescar mi memoria, y vaya acierto, no pude soltarlo desde que pasé la página 4 del libro.
Aunque las primeras páginas son muy flojillas, ya que el autor, pese a meterse un poco en teoría del tiempo de forma divulgativa, realmente no explica cómo o por qué Martin Padaway viaja en el tiempo y tampoco le interesa. El personaje no puede explicarlo, simplemente lo sufre, y al lector que no desee enfrentarse a paradojas temporales filosóficas creo que le puede parecer bien también.
Es interesante la época que elige el autor para llevar a su particular viajero del tiempo: La caída del imperio romano, de hecho ya no hay romanos, son godos que conquistaron el viejo imperio. Es una época histórica convulsa y sumamente interesante de la que he encontrado pocos libros, quizá hace la época más interesante porque el autor recoge personajes reales y cubre en parte los eventos que sucedieron (hasta que Martinus consigue cambiar algo).
Me gusta el enfoque de un viajero del tiempo que llega sin herramientas ni demasiados conocimientos (sabe latín, pero le cuesta entenderse en la lengua común de finales del imperio por ejemplo) y tiene que buscarse un medio de vida en base a su ingenio y a aplicar lo que conoce de su mundo con un poco de suerte y prueba y error, este punto de verosimilitud me encanta (aunque a veces se lo salte el autor).
El personaje principal me gusta, es sensato y lógico y solo se mete en «política» o mejor dicho en guerra cuando ve que todo lo que ha construido se va a ir a garete si no lo detiene. Me gusta que no sea todopoderoso y extremadamente hábil sino solamente un trabajador incansable.
Por criticar, me parece que la subtrama romántica es limitada y que en general los personajes secundarios son muy caricaturescos, pero puedo perdonarle la falta de profundidad por lo ágil y amena que es la historia.
En fin, es una novela tremendamente enganchona, que no puedes dejar de leer tan fácilmente y que te deja con ganas de más.
Calificación: Muy Bueno
Lo Mejor: Contexto histórico, personaje principal, muy entretenido
Lo Peor: Personajes secundarios poco profundos
Lo Releería: Es mi segunda vez
Lo Recomiendo: Mucho, sobre todo si te gusta la novela histórica, pero en general a casi cualquier lector que se lo he recomendado le ha gustado.
Bitterblink