
Reseñado por Malosa
Tercer y en teoría último libro de la trilogía de Peter May ambientado en la isla escocesa de Lewis. Digo en teoría, porque a finales de 2024 se publicó un cuarto libro aún no traducido al español, The black loch.
El último peón sigue la estela de las anteriores entregas, manteniendo todas las características de esta saga. O sea: ambientación, protagonista y secundarios (aunque aparecen nuevos personajes), recreación de las costumbres de los habitantes de las Hébridas exteriores, asesinato (secundario) y misterio que relaciona a los personajes (principal). Todo sigue siendo correcto, sí…pero esta novela es la peor de las tres. A mí al menos ha sido la que menos me ha gustado.
Sinopsis
Se ha vaciado, de la noche a la mañana. Es un fenómeno natural que, ocasionalmente, se da en la isla de Lewis. Pero esta vez, en el fondo del lago descansan los restos de una avioneta y en su cabina, los de un cadáver.
Durante diecisiete años todos habían creído que la avioneta de Roddy Mackenzie, el líder de un joven grupo de música local, cayó en el océano al poco de despegar. Un desgraciado accidente. Ahora, Fin Macleod sabe que tiene delante la escena de un asesinato y que su viejo amigo Whistler, a su lado, calla algo.
Macleod, que ha vuelto a Lewis tras dejar el departamento de homicidios de Edimburgo para comenzar una nueva vida, siente que debe investigar aunque ello le obligue a bucear en su propia juventud y en la historia de esta isla. Y pronto se dará cuenta de que desenterrar la verdad podría destruir el futuro.
Opinión personal
Poco más os puedo contar de este libro que no haya comentado previamente con las dos novelas anteriores. Es una continuación directa del segundo volumen, El hombre sin pasado. De modo que si cae en tus manos esta historia y no has leído las anteriores, vete a por el primero de la saga, La isla de los cazadores de pájaros, que además es el mejor. Porque si no, te vas a perder. O aunque no te pierdas, no vas a conocer a los personajes principales y las relaciones entre ellos, que están llenas de matices. Y es que es un poco culebrón esta saga, anda que no pasan cosas a lo largo de los años entre los habitantes de estas islas…
Dicho lo anterior, no hay muchas diferencias en esta nueva entrega. Volvemos a la isla de Lewis. Fin sigue siendo el protagonista y el encargado de resolver el asesinato principal, que será explicado por una situación de su pasado y su paso por una banda de música en su juventud. Por tanto, nos sumergimos de nuevo en la personalidad del protagonista y su vida anterior. Fin sigue llevando el peso de la novela. Y lo sigue haciendo bien, en mi opinión. Al menos a mí no me ha agotado como protagonista.
Como novedad, aparecen nuevos personajes pertenecientes a la banda y amigos de Fin en su adolescencia. Aquí destacaría a Whistler, que me parece una figura interesante y aglutina todo el misterio de la novela. Su relación con Fin es un poco de amor-odio, pero la verdad es que entretienen sus idas y venidas a lo largo de los años. Otro personaje que sigue teniendo peso es el de Marsaili, el amor de juventud de Fin. Personalmente me ha estragado un poco en esta ocasión. La niña de coletas y ojos azules, vivaracha e incondicional de Fin, se transforma en un personaje amargado y golpeado por el resentimiento. Supongo que ella no tiene la culpa, pero de algún modo representa el devenir del tiempo y que la vida casi nunca es de color de rosa. Su relación de amor con Fin está ya amortizada, continúan juntos más por recurso que por otra cosa. Y esta amargura se transmite en la novela y cala en el lector.
Respecto a la resolución del misterio principal, correcto de nuevo. Se incluyen los consabidos giros al final para causar sorpresa en el lector. Giros que yo no había previsto, pero es cierto que me resultaron un poco fantasiosos y muy poco realistas. Pero Ok. Y el desenlace correcto también. Ojo al tema del ajedrez de Whistler. Tiene más importancia de la que parece.
Poco más, diría que lo que más caracteriza a esta novela es que es correcta. Pero no tiene nada especial y se repite un poco, es más de lo mismo que las dos anteriores. Los personajes, además, están un poco tocados, especialmente los secundarios. Sigue siendo una historia entretenida, pero no luce en una trilogía de libros que se había comportado muy bien en sus dos entregas previas. Por eso siempre os digo que no me gustan las sagas, porque los escritores agotan sus recursos y estiran historias y personajes que no siempre dan más de sí. Espero que alguna editorial publique el cuarto para ver si me quito un poco el regustillo amargo de esta novela, sobre todo por lo de no cubrir las expectativas que tenía con un autor que me había encantado antes.
Calificación: Entretenido
¿Por qué decidí leerlo?: Me gusta mucho cómo escribe May. El primero de la saga me fascinó y el segundo me gustó bastante. Así que…
Lo mejor: Sigue siendo bastante entretenido. Mantiene ambientación, estructura y tipo de escritura, lo que es positivo en sí mismo. El personaje de Whistler.
Lo peor: Agota un poco los recursos, parece que ya está todo visto. El personaje de Marsaili.
¿Volvería a leerlo?: Este no, el primero y segundo de la trilogía, probablemente.
¿Lo recomendaría?: Si te gustaron los anteriores es casi obligado que te lo leas, aunque posiblemente no te entusiasme tanto.
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Otros libros del estilo que podrían gustarte:
- The black Loch (Peter May)
- El llanto de la isla de Pascua (José Vicente Alfaro)
- 12 abuelas (Pablo del Río)
Malosa


