Archivo diario: agosto 3, 2012

50 sombras más oscuras – E.L. James

Reseñado por Malosa.

Segunda entrega de la trilogía erótica de moda este verano, 50 sombras más oscuras. Empieza inmediatamente después del final del primer volumen y continúa la historia de amor entre Anastasia Steel y Christian Grey. Vaya pastelada de libro…si esperáis encontrar en esta entrega más BDSM, u originalidad o frescura, vais dados…Esto es una historia de amor (vainilla con mayúsculas) de lo más convencional y cargante. Yo no sé si con los años voy perdiendo el romanticismo o qué, pero me ha empalagado muchísimo tanto la historia, como los personajes, como las mil y un repeticiones de palabras y expresiones. Y encima, no me creo NADA de NADA.
Sé que los fans de esta saga me van a freír con esta reseña, lo asumo. Pero así como el primer libro me enganchó, me entretuvo y me metió de lleno en su historia y en el mundo del BDSM (aunque por encima), este libro no me ha aportado nada.

La novela empieza con una Anastasia destrozada tras dejar a Christian por haberse dado cuenta que no encaja en su mundo ni va a ser capaz de satisfacer sus necesidades. Christian busca una sumisa, una mujer que se someta a él en todos los ámbitos de la vida, incluido el sexual. Y Ana, a pesar de estar enamoradísima de él, decide dejarle. Ambos se quedan hundidos, lo pasan fatal, no hacen más que pensar en el otro, adelgazan, no pueden seguir con sus vidas…y luego te enteras de que todo este calvario dura 5 DÍAS!!! Por Dios!! 5 miserables días y eso es una ruptura dolorosa?? Y se supone que tras ese “plantón” Christian reacciona y da la vuelta como un calcetín? No hay quien se lo crea.
Tras estos 5 días (segundo capítulo) ambos vuelven a estar juntos (oh, cuánta originalidad) y empiezan una relación normal (sin sumisión, ni contratos, ni cosas raras). Haciendo eco del estilo del libro, una relación vainilla. Bueno, yo diría que es vainilla con chocolate fundido, nata montada y caramelo. Los 2 se quieren que se adoran y pasan los típicos problemas de coordinación de pareja, de hablar, de conocerse, de respetar al otro…aderezado con las 50 sombras de Grey (sus traumas del pasado) y algún que otro problema actual como una ex sumisa de Christian que está medio “pallá” y el actual jefe de Anastasia que está un poco salido.

¿Qué me gustó del libro? Pues no demasiado…principalmente que sabemos algo más del personaje de Christian y su pasado, que es sin duda lo más atractivo de la saga. Pero no mucho. En el libro nos contarán que su madre era adicta al crack (ya lo sabíamos), se deduce que su padrastro era una especie de chulo de la madre y que le maltrataba de diversas formas, incluyendo lo de quemarle en el pecho cigarros encendidos (ya lo sabíamos también) y alguna que otra pincelada sobre la realidad de los gustos sexuales de Christian (que ya lo deducíamos también). Cuenta un par de cosas nuevas sobre su niñez y juventud, que nos hacen entender su aprensión a que le toquen y su carácter inestable. En mi opinión, no justifican la cantidad de problemas de identidad que tiene nuestro protagonista (que sí, que lo que le pasó es terrible…¿pero tanto como para que tenga esa aprensión a que le toquen?). Y por otro lado, ¿dónde están las famosas 50 sombras?
También reconozco que la novela sigue siendo entretenida, aunque no tiene el poder adictivo que creo tenía la primera. Yo al menos no tengo la necesidad de leerme el tercer libro y sí la tenía de leer el segundo.

¿Qué no me gustó? Casi todo lo demás. Por un lado, los personajes me estragan, los dos.

Anastasia sigue siendo una niñata insoportable e inmadura. Se pasa todo el libro dudando de si Christian la quiere o no (por Dios, es taan evidente que sí!!) y con tanta duda de fe, lo único que consigue es desestabilizarle a él y provocar choques. Además, me parece bien que le lleve la contraria, pero es que a veces le provoca a posta. Sabe que su jefe es un degenerado y que la va a meter en un problema y que Christian se pone negro y ella se empeña en darle cancha!! Además, las continuas intervenciones de su Diosa interior me resultaron agotadoras. La niña va de tímida y recatada y en realidad lo que le va es la marcha. ¡¡Menos hipocresía!!

Christian me hartó también. Vale que tendrá sus traumas, pero su carácter agobiante y protector es excesivo. Me resultó muy cansino. Y además, ese cambio de personalidad radical que experimenta en 5 días, a qué viene? De tener sumisas y ser una persona dominante pasa a ser más blandito que Winnie the Pooh. De no haberse enamorado nunca ni tener una relación normal (ni siquiera sexual) pasa a ser el novio más ñoño del mundo. ¿¿¿???

Pierde toda la frescura y originalidad del primer tomo. Reconozcámoslo, el primer libro enganchó no porque tuviera sexo explícito (hay miles de libros no eróticos que lo tienen) sino por incluir cierto toque de perversión sexual, introducir el tema de la dominación, el bondage, la sumisión…y hacerlo de forma respetuosa, como práctica habitual y en ningún modo soez. Ésta es en realidad la baza ganadora del libro. Pues bien, todo esto desaparece en esta novela. Los personajes hacen el amor, no follan (ellos mismos lo dicen así…a mí que alguien me explique en la práctica la diferencia). Todo es bonito, cuánto se quieren, hay flores y corazones por doquier. De la habitación roja del dolor, los juegos y todo el instrumental, nada de nada (perdón, una escena al final y porque Anastasia se empeña).

Por último y no menos importante. Si el lenguaje, las descripciones y el uso de muletillas en el primer libro era evidente (pero se le perdonaba por el conjunto y la novedad) en esta novela es ya sonrojante y nunca mejor dicho:

– Anastasia se ruboriza y/o sonroja en este libro 110 veces.

– Llama “Cincuenta” a su amor o hace referencia a sus cincuenta sombras en 86 ocasiones.

– Ambos protagonistas ponen los ojos en blanco 40 veces y hacen mohínes 20.

Lo juro. Las he contado. Y hay páginas en que estos recursos aparecen 2 ó 3 veces.

En resumen, pues que la intuición no me ha fallado. Para mí el libro sobra. No me ha aportado nada. Para leer una historia de amor azucarada me cojo Crepúsculo que está mejor escrito. El tercero, 50 sombras liberadas, estoy dudando si leerlo o no. Tengo esperanzas de que realmente me cuenten algo sobre el pasado de Christian o que haya algún tipo de sorpresa..pero por ahora tengo otros libros más interesantes esperando en mi estantería y mi kindle.

Muy, muy pasable y creo que estoy siendo buena.

Por qué decidí leerlo: Tras la sorpresa positiva que resultó el primero y lo mucho que me enganchó, tenía que seguir conociendo la historia de Christian y Ana.

Lo mejor: Sabemos más sobre el pasado del protagonista y sus motivaciones. Entretiene. La única parte en que introduce la habitación roja del dolor.

Lo peor: Lo demás. Las 110 veces que Ana se ruboriza. La evolución ñoña e increíble de Christian. Las decisiones inmaduras de Ana. Que no hay quien se crea nada.

¿Volvería a leerlo?: Ni pensarlo.

¿Lo recomendaría?: Ni loca. Sí recomiendo el primero, “50 sombras de Grey”. Pero éste ni pensarlo.

Link al libro en Amazon.es

Cincuenta sombras más oscuras (Trilogía Cincuenta sombras 2) (Ficcion (grijalbo))

Otros libros del estilo que podrían gustarte:

50 sombras liberadas (E.L. James)

Crepúsculo (Stephenie Meyer)

Luna nueva (Stephenie Meyer)

Desnuda – Raine Miller

No te Escondo Nada – Sylvia Day

Malosa

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