Reseñado por Malosa
Este es el segundo libro que leo del gallego Manel Loureiro, autor de sobra conocido en esta página. El otro que leí, El último pasajero, no me disgustó, la verdad es que me resultó entretenido. Pero tampoco me pareció un libro maravilloso. Quería conocer más de Loureiro y por no ir a lo fácil (su trilogía de zombies, que le llevó al éxito), me decidí por una novela en su, suponía, madurez literaria y receptora de nada más y nada menos que el premio Fernando Lara de novela de 2024.
Ya os digo que estoy planteándome dejar de leer libros que reciben premios, porque o igual les exijo demasiado (entiendo que si reciben un premio tienen que estar, al menos, por encima de la media), o igual voy predispuesta a que no me gusten…pero la realidad es que, en general, no me convencen las novelas premiadas. Y la que toca hoy no ha sido la excepción que confirma la regla. Lamentablemente.
Sinopsis
Atrapado en Ons, una pequeña isla de la costa atlántica gallega, Roberto Lobeira no tiene posibilidad alguna de llegar a tierra firme ni de comunicarse con el exterior debido a una tormenta que parece ser el preludio de una tragedia. Cuando descubre un fardo que las olas han llevado hasta la orilla, su contenido provoca que los pocos habitantes que viven en la isla den rienda suelta a décadas de rencor, celos, viejas cuentas que saldar y sed de venganza. Y, por si fuera poco, una presencia misteriosa y acechante deja una ofrenda sangrienta en la puerta de su casa, como si se tratara de un enigmático mensaje que no puede comprender. Inmerso en un torbellino de odio, secretos inconfesables y ambición desmedida, Lobeira tendrá que sobrevivir en la isla… hasta que la tormenta pase.
Opinión personal
Para variar, a casi todo el mundo de la blogosfera le ha convencido este libro. Os emplazo al resto de reseñas positivas que hay por la red, porque seguramente tendrán razón. A mí, sin embargo, no me ha gustado y voy a intentar explicaros por qué sin entrar en spoilers, ya que es una petición que el propio autor incluye en el epílogo y yo voy a intentar respetar.
Antes de nada y en lo positivo, mantengo como punto fuerte algo que ya destacaba en otra novela del autor y es la ambientación. Loureiro es un gran creador de atmósferas y logra además desplazarte a ti, lector, a los escenarios de su novela. En este caso nos veremos trasladados a la isla de Ons y sentiremos en nuestras propias carnes el aislamiento, el viento, la lluvia, el vértigo de los escarpados acantilados, la fuerza del mar y las piedras en el camino. Esta parte está muy bien tratada y para mí es lo mejor de la novela.
Tiene más cosas buenas, por ejemplo que está bien escrita, incorpora ciertas dosis de misterio y folklore local (a través de algunos rituales de la zona), incluye varios giros (para mí demasiados, pero bueno) y construye bien a su personaje principal, Manel Loureiro digoooo….Roberto Lobeira. Y tampoco perfila mal a los secundarios.
Más allá de las bondades, hay 3 cosas fundamentales que hacen que personalmente no me haya convencido este libro:
1- Es excesivo. El autor incluye tal cantidad de ingredientes que hace que la historia se desborde…y que nos empache un poco. Encontramos elementos relacionados con una novela de misterio, costumbrista, policíaca, de asesinos en serie, paranormal…se incluyen historias relacionadas con mitos locales, narcotráfico, asesinatos, rencillas varias, planes maestros, historias familiares de odio y amor, bloqueos de escritor… y para terminar, el autor adereza todo con un giro, tras otro, tras otro, tras otro… que más que generar suspense e interés, lo que suscita son las dos siguientes reacciones que detallo a continuación.
2- Es poco creíble. Vale que es una novela de ficción, pero es que hay tantas situaciones en una localización geográfica tan concreta y con tal cantidad de líos entre unos pocos personajes…que se me hizo muy cuesta arriba. ¿Tanto hijoputismo puede haber en una isla en la que viven 4 gatos? ¿Tanta maldad concentrada? Por no hablar de la mala suerte constante del protagonista, que al final se transforma en buena suerte y acierto (anda que no traza Lobeira planes tontos que se van al traste y luego al final resulta ser un lince…). Tampoco entiendo muy bien las reacciones que se entablan entre los personajes, pasamos del odio al amor y de la traición a la confianza, en pocos compases y sin saber bien por qué…por no hablar de las las múltiples casualidades que se dan y que no hay quien se las crea.
3- Es eterno. Interminable. Infinito. Agotador. ¡Es que no se acaba nunca! Hasta que no llevaba como un tercio del libro no me empezó a interesar mínimamente la historia. Pero es que a partir de aquí, todo este exceso y falta de credibilidad se me hicieron muy cuesta arriba. Y me aburrieron. Y miraba las páginas que me quedaban para el final y nunca se acababan. Y otro giro más, y otro personaje nuevo, y otra subtrama…y yo sólo quería que Loureiro acabara ya con esta historia. He tenido que tener mucha disciplina para volver al libro y terminármelo. De hecho, me he leído otros dos por en medio.
Hay alguna otra cosilla que no me gustó, por ejemplo Lobeira como protagonista (no me dijo nada), o los clichés en los secundarios mil veces ya vistos (por ejemplo, el chaval con retraso mental, el asesino que no lo parece, la chica borde pero no…). Pero lo principal son los 3 puntos comentados arriba.
En resumen…que no. Que lo siento un montón porque me ha salido una reseña muy negativa y no lo pretendía. De verdad que me gusta impulsar a los escritores españoles, pero cuando un libro no me convence, pues lo tengo que decir. Y Cuando pase la tormenta no me ha convencido. Y seguro que soy yo, porque ya os digo que, en general, casi todo el mundo habla bien de esta novela. En cualquier caso, voy a leerme otro libro más del gallego, porque sobre el papel es un autor que debería gustarme, por el estilo y las temáticas que trata. Así que, por mi parte, que no quede.
Calificación: Pasable
¿Por qué decidí leerlo?: Novela premiada y escritor conocido que debería cuadrarme. Algo no está funcionando entre él y yo…y me fastidia.
Lo mejor: La atmósfera creada y el cierto suspense. Lo perfilado de los personajes.
Lo peor: Excesivo, increíble y eterno.
¿Volvería a leerlo?: No, la verdad. Con lo que me ha costado acabarlo la primera vez…
¿Lo recomendaría?: Pues en honor a la verdad y siendo objetiva, no.
Si aun así quieres leer el libro y contribuir a la página aquí tienes el link
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- Un animal salvaje (Joël Dicker)
- La asistenta (Freida McFadden)
- La piel fría (Albert Sánchez Piñol)
Malosa
Un libro para esta noche 