Hoy vengo con un ensayo criminológico sobre los serial killers o en nuestro castellano de siempre, los conocidísimos asesinos en serie. Escrito por Nuria Janire Rámila, escritora, periodista española y licenciada en criminología. Ha trabajado para diversos medios como “El diario Vasco” o “Radio Euskadi” y también en programas de televisión como el dedicado al ocultismo “La otra dimensión”. Asimismo, ha trabajado en distintas revistas como “Año Cero”, “Más allá”, “Enigmas” y ha publicado varios libros sobre crímenes en España, tanto de actualidad como históricos.
Su última incursión en el género de asesinos en serie ha sido la publicación de este libro, “Depredadores Humanos”, en el que traza una visión muy completa de la existencia de los mismos, su forma de actuar, su perfil y forma de reconocerlos, el impacto que tienen en nuestra sociedad y las técnicas científico-policiales que se utilizan para su captura. Sin olvidar la influencia que tienen en las víctimas, las grandes olvidadas en la ecuación de los serial killers.
La novela está estructurada en 3 partes claramente diferenciadas:
· Los asesinos: Supondría algo más del 60% de la longitud del libro. La autora se centra en realizar una descripción pormenorizada de los asesinos seriales, incluyendo su patología, modus operandi, identificación vía rasgos comunes desde la niñez, perfil psicológico, causas de actuación, etc. Todo ello sustentado con múltiples ejemplos de casos reales a través del tiempo. Sin pretender entrar en excesivo detalle, contaros algunas pinceladas que caracterizan a estos individuos y que contradicen algunas “leyendas urbanas” que se han ido tejiendo en torno a sus personas:
o No son productos típicos de sociedades occidentalizadas ni surgidos en el S.XX: son figuras atemporales, que han empezado a estudiarse en el último siglo pero de los que encontramos referencias desde casi la edad media (la autora habla mucho del caso de Jack el Destripador como ejemplo de asesino no encuadrado en el S.XX). También aparecen casos de serial Killers en China y otros países no industrializados.
o No son enfermos mentales: Saben diferenciar entre el bien y el mal, con lo que no pueden catalogarse con la etiqueta de locos. Aquí distingue entre los psicóticos (entre un 10%-20%),que sí podrían considerarse enfermos mentales (distorsionan la realidad y afirman matar porque les obligan a hacerlo voces) y los psicópatas (entre el 80%-90%), que son personas sanas, saben que si les atrapan les aplicarán la pena de muerte o cadena perpetua con lo que distinguen entre el bien y el mal. Los psicópatas presentan una distorsión en el lóbulo frontal del cerebro (en su mayoría), pero no en todos los casos y sin que esto suponga ninguna enfermedad. Es decir, desconocemos las causas que les llevan a matar.
o No son exclusivamente hombres: La autora menciona casos famosos de asesinas seriales (como la americana Aileen Wuornos, que reconoció haber matado a 7 hombres en incidentes separados, acusándolos de intentar violarla y que fue interpretada por Charlize Theron en la película “Monster”). Sí es cierto que en un 90% de los casos los serial killers son hombres, ya que su móvil responde especialmente a estímulos sexuales, sadomasoquistas y de ostentación del poder. Por motivos fisiológicos (proporción de testosterona) y sociales, las mujeres no persiguen tales objetivos (no me malinterpretéis: no digo que todos los hombres busquen satisfacer tales estímulos, sino que tienen por naturaleza mayor tendencia a ello).
o Son mentirosos y manipuladores: Como saben que actúan mal matando, siempre intentan esconder su verdadera naturaleza y motivaciones, negando la evidencia incluso cuando no es posible. De modo que casi todos los detenidos y juzgados, probablemente presenten un número mayor de asesinatos que los reconocidos.
· Las víctimas: Las eternas olvidadas. Las personas directamente involucradas y perjudicadas por la acción de los serial killers y cuyos nombres no aparecen en los libros sobre los asesinos en serie. Porque reconozcámoslo, la figura del serial killer tiene una especie de atracción que nos lleva a los humanos a leer sobre ellos y crear películas sobre sus vidas. El morbo del asesino en serie no lo despierta la víctima. Y en la mayoría de los casos, estas personas quedan destrozadas física y psicológicamente (no sólo las víctimas directas. También sus familias, amigos, conocidos…). La autora trata de concienciar a la población sobre lo injusta de esta situación, sobre las posibles secuelas de las mismas y sobre las acciones que como sociedad habría que tomar para respetar los derechos de las víctimas.
· La investigación policial: Aparte de lo anterior, la periodista también nos da un baño sobre cómo han avanzado los métodos de investigación en la búsqueda y captura de los asesinos seriales. Nos cuenta lo básico sobre la escena del crimen (la primaria y secundaria), los métodos de actuación policial en el tratamiento de la escena (recogida de indicios, proceso a seguir, personal involucrado, etc.), así como las nuevas técnicas que han ido surgiendo.
Sin pretender enrollarme más, creo que la autora desarrolla una labor muy cuidada sobre el mundo de los serial killers y perfectamente documentada a partir de informes policiales, psicológicos, médicos, fotografías de las escenas de los crímenes y la descripción de diferentes casos. Nos permite de forma interesante y pedagógica comprender la mente de un asesino en serie, sus métodos de actuación y lo más importante, nos acerca a su universo para así poder identificarlos y reconocerlos.
Utiliza infinidad de ejemplos no tan conocidos como el asesino del río verde (responsable de la muerte de al menos 71 mujeres, siendo uno de los asesinos en serie más prolíficos de la historia criminal de los Estados Unidos), el carnicero de Milwaukee o el hijo de Sam, así como otros conocidísimos por el público general como el caso de Ted Bundy (foto real debajo), en mente por casi todos como el prototipo de serial killer por excelencia. También ahonda un poco en los asesinos que han aparecido en España, como el reciente caso de “El asesino de la baraja”.
Lo último, aunque la autora critica mucho el uso de los serial killers en los libros y el cine (argumenta que exageran sus características y se centran en la “figura hollywoodense”, siendo casi más admirados que odiados) a mí me ha gustado comprobar cuándo nos enseñan estos medios sobre asesinos reales. Por ejemplo, el libro/película “El silencio de los corderos” está claramente inspirado en Ted Bundy, tanto por el modus operandi del personaje de Buffalo Bill (aparentaba tener un brazo escayolado, solicitando la ayuda de mujeres y las dejaba inconscientes golpeándoles en la cabeza con la escayola) como por la solicitud del Doctor Lecter de ayudar a la policía a detener a otro asesino serial. Ambas son particularidades que en la realidad presentó Ted Bundy.
Como conclusión, ensayo criminológico que te encantará si te gusta el mundillo de los asesinos en serie, la criminología, psicología y todo lo que está alrededor de estos individuos.
Por qué decidí leerlo: Bitterblink lo localizó a un precio inmejorable en Amazon y nada más verlo pensó en mí, ya que sabe que me encantan temas relacionados con los serial killers.
Lo mejor: La información tan detallada, documentada y pormenorizada que presenta la autora. Lo entretenido y fácil que nos presenta este ensayo criminológico.
Lo peor: Se trata de una descripción detallada y real del asesino en serie. La escritora no escatima en detalles y a veces tampoco en fotos sobre los asesinatos (ojo estómagos sensibles!!!). Tampoco es que sea el libro revelación sobre los serial killers. Hay muchos otros por el mercado que nos vienen a contar más o menos lo mismo.
¿Volvería a leerlo?: Como base para la realización de alguna tesis o trabajo, sin ninguna duda.
¿Lo recomendaría?: Interesados en estos temas, únicamente. Psicólogos, psiquiatras, policías, abogados, criminólogos y cualquier lector interesado en profundizar en el mundo del asesino serial.
Otros libros del estilo que podrían gustarte:
– Mi vida con los asesinos en serie (Helen Morrison)
– La maldición de Whitechapel (Janire Rámila)
– El silencio de los corderos (Thomas Harris)
– El coleccionista de huesos (Jeffery Deaver)
Link al libro en Amazon.es
Depredadores humanos (Biblioteca Del Crimen)
Malosa