La marca del meridiano – Lorenzo Silva


marca_del_meridianoReseñado por Malosa.

Antes de empezar a comentar este libro, quiero dejar claras dos cosas:

No me gustan los premios Planeta. En general, todos los libros que he leído ganadores de este galardón no me han convencido demasiado. Creo que se les da mucho bombo y platillo a unas novelas que, por mucho premio que tengan, no presentan una calidad literaria excesiva. Ni siquiera en cuanto a entretetenimiento.

Lo intento, pero no me gusta Lorenzo Silva. Es decir, me leí otro libro suyo hace un par de años, El alquimista impaciente, que es el segundo de la saga Bevilacqua y me dejó fría. Me cayó fatal el protagonista, el sargento Vila y su desarrollo no me entretuvo como debiera una novela negra.

Con lo anterior lo que quiero expresar es que mi reseña necesariamente peca de subjetiva, ya que por mucho que intentara leer la novela desde la ecuanimidad ya iba predispuesta a que no me gustara con estos antecedentes. Y efectivamente, no me ha gustado. Casi nada.

Sinopsis

Un guardia civil retirado aparece colgado de un puente, asesinado de manera humillante. La investigación es encomendada al brigada Bevilacqua, un viejo amigo y discípulo del asesinado. El brigada abandona su Madrid natal en compañía de la sargento Chamorro y el guardia Arnau y se dirige a Barcelona, lugar de ocurrencia de los hechos. Allí nuestro protagonista se verá obligado a remover su pasado y el de personas con las que nunca debería haberse cruzado y que en su día le «obligaron» a saltarse determinados códigos de honor.

Opinión personal

Esta séptima entrega de la famosa serie policíaca española centrada en el brigada Bevilacqua, creo que sigue la estela marcada por sus predecesoras. Al menos, da más de lo mismo que el segundo volumen, aunque reconozco que con una literatura mucho más trabajada, de modo que la evolución de Silva se aprecia claramente (punto positivo).

La novela me ha disgustado más que gustado, así que no tengo más remedio que empezar por lo que no me ha convencido:

  • El brigada Vila: De nuevo y como en el otro libro que me leí de la saga, el aclamado protagonista me resulta insufrible. En este caso no es sólo que me parezca pedante y cargante, con sus interminables monólogos grandilocuentes sobre el bien y el mal y su propia existencia. Sino que además, su forma de expresarse me resulta increíble. Vamos a ver, lector, tú cuando hablas o piensas ¿utilizas la palabra pleonasmo para referirte a una redundancia?. ¿O acaso cuando experimentas vergüenza te sientes pundonoroso? Yo me pregunto, ¿qué hace un guardia civil usando este tipo de lenguaje, casi como del siglo pasado? Y cuando hablo de guardia civil me refiero a una persona normal de la calle, ya sea guardia civil, jardinero, arquitecto, contable o maestro.
    A veces da la impresión de que Silva usa un vocabulario tan rico casi como si estuviera pidiendo un premio a gritos. Me ha resultado demasiado artificial este uso del lenguaje.
  • Los secundarios: porque es como si no existieran. Aquí el protagonista total y absoluto es Vila. Ni una Chamorro totalmente descafeinada y cuya labor profesional no pasa de ser la chófer del brigada hasta casi 3/4 del libro, ni un guardia jovencito y simpático llamado Arnau cuyo papel podría ser eliminado del libro y no pasaría nada, quitan un ápice de protagonismo al carismático guardia civil. El único secundario que tiene algo de papel es el agente de asuntos internos que acompaña a Vila en gran parte del desarrollo y que ha sido el personaje que mejor me ha caído. Aunque sólo sea porque no va de diva
    Y hablando de secundarios, ¿dónde quedó la química entre Vila y Chamorro? Porque yo en este libro no la he visto en ningún sitio…que sí, que tienen 2 ó 3 interacciones a lo largo de la historia de una carga emocional muy alta, pero que no se deducen del desarrollo de la misma. Aparecen porque sí, porque ambos picoletos se aprecian muchísimo, parece ser. Supongo que habrá que leerse las entregas anteriores para conocer la profunda relación que une a los guardias civiles.
  • El pro-catalanismo exacerbado disfrazado de fraternidad entre los pueblos. Como quien no quiere la cosa, Silva va poniendo de manifiesto sus inclinaciones en este aspecto, a partir de las opiniones de Vila. Opiniones que tienen su contrapunto en los restantes personajes, pero un contrapunto inexistente, porque en todos los casos es Vila en su infinita sabiduría el que reconduce con sus argumentos y cambia el parecer de sus colaboradores.
    Hay una parte en el libro en la que Silva se atreve a afirmar que no es que los catalanes quieran la independencia, sino que no tienen más remedio porque han sido los habitantes de Castilla los que histórica y culturalmente los han marginado. No voy a entrar en polémica sobre esto, será verdad o no pero creo, señor Silva, que no ha sido una frase acertada y yo como castellana me sentí difamada. Además, no soy la única que lo piensa, hay otras críticas por Internet que recalcan este punto.
  • ¿El entretenimiento? ¿Dónde está? Me aburrí, sí. La historia no logró engancharme y me terminé la novela casi por obligación.

Sus cosas positivas también tiene, obviamente no le han dado un premio a este libro por casualidad:

  • Me parece estupendo que una novela negra gane el Planeta, ole por el avance de un género desprestigiado. Y por la perseverancia del escritor con esta pareja de picoletos.
  • La prosa de Lorenzo está muy cuidada, denota elegancia y destreza literaria, a pesar de lo inadecuada que me parece en este contexto. El vocabulario es muy rico y la alternancia de frases cortas y directas con párrafos más largos y elaborados le otorga un buen hacer al escritor que no se ve comúnmente en la literatura contemporánea.
  • Me gustó el final. La forma de resolver el crimen, los últimos vaivenes de los personajes y especialmente ese caracter femenino que irrumpe en las últimas páginas de la historia y que dota al personaje protagonista de una imperfección y humanidad que le sientan bien a nuestro brigada. Y con esto hace que me caiga un poquitín mejor. A medida que transcurre el libro me voy reconciliando con el personaje, lo que no significa que logre convencerme.

La he calificado como pasable porque no deja de ser un libro que ha sido galardonado con un premio de renombre en la literatura española, aunque dicho premio no sea santo de mi devoción. Además, no me he leído los restantes candidatos al mismo, por lo que no puedo afirmar que Lorenzo Silva no se mereciera ganar. Pero lo que sí puedo decir es que si esta novela es la mejor de las que se han presentado, entonces, me reafirmo en la cuestionable calidad del galardón.
Me resulta sospechoso que determinados escritores españoles, de una calidad altísima o en su defecto un incuestionable entretemiento, nunca hayan ganado o incluso no se hayan presentado a este certamen. Y estoy pensando en una Matilde Asensi, un Carlos Ruiz Zafón o, por supuesto, un Arturo Pérez-Reverte. Con lo cuál, pues…que no, que no me convencen los premios Planeta.

Lo siento señor Silva pero no, no me ha gustado su novela. Y lo lamento un montón porque soy una defensora a ultranza de los escritores españoles y de la novela negra como género. Sigo sin encontrarle el punto, señor Silva, pero aún así voy a darle una tercera oportunidad porque sobre el papel es usted un escritor que debería gustarme. Así que por mi parte que no quede.

Por qué decidí leerlo: Por dar la segunda oportunidad de rigor a un escritor que no me había gustado en el primer intento. Y qué mejor momento que leyendo un libro ganador del Planeta.

Lo mejor: Que un género bastante desprestigiado como es la novela policíaca o negra se haya colado en unos premios de renombre. El final de la historia, maduro y con ciertos toques melancólicos. Que sí, que está muy bien escrito, aunque en mi opinión roce la grandilocuencia.

Lo peor: Los monólogos interminables y de sentar cátedra que utiliza Bevilacqua. La química inexistente con Chamorro. El pro-catalanismo «escondido» y que peca de victimismo. Las expresiones forzadas del brigada y casi del siglo pasado.

¿Volvería a leerlo?: Yo desde luego que no.

¿Lo recomendaría?: Pues curiosamente sí, por cultura general y para criticar con conocimiento de causa me parece adecuado leer el premio Planeta. De hecho, estas Navidades lo he regalado.

Link al libro en Amazon.es

La marca del meridiano (premio planeta 2012) (Autores Españoles E Iberoamer.)

Otros libros del estilo que podrían gustarte:

El alquimista impaciente (Lorenzo Silva)
– El documento Saldaña (Pedro de Paz)
El club Dumas (Arturo Pérez-Reverte)
– La verdad sobre el caso Savolta (Eduardo Mendoza)

Malosa.

4 comentarios

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4 Respuestas a “La marca del meridiano – Lorenzo Silva

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