Reseñado por 0017
Ficha técnica
Título original: Abre los ojos
Año: 1997
Director: Alejandro Amenábar (Tesis, Los Otros, Mar Adentro)
Guión: Alejandro Amenábar, Mateo Gil
Música: Alejandro Amenábar, Mariano Marín
Fotografía: Hans Burman
Reparto
- Eduardo Noriega
- Penélope Cruz
- Fele Martínez
- Nawja Nimri
- Chete Lera
Como ya comenté en la reseña de Ocho apellidos vascos, no soy usuario de cine español, con la excepción de Alejandro Amenábar que es de los pocos que hace un cine comercial, de calidad, y capaz de luchar de tú a tú con los estrenos USA. Abre los Ojos fue su segunda película y se estrenó en 1997. Tras el brillante debut que hizo con Tesis, tenía la presión de demostrar que su grandiosa ópera prima no había sido un espejismo, la típica flor de un día que con las sucesivas películas no demuestra estar a la altura. Sin embargo, ocurrió al revés, y Abre los Ojos vino a magnificar todas las virtudes que ya habíamos presenciado dos años antes, con grandes actores y mismo protagonista, un mayor presupuesto, un rodaje donde veíamos lo mejor de Madrid, mejores efectos especiales, la misma música desasosegante, y una historia que dejó perplejo al espectador patrio de la época. Y no sólo en España, puesto que impactó al mismísimo Tom Cruise, quien en 2001 compró los derechos para hacer un remake USA sin cambiar a Penélope Cruz como protagonista femenina, reservándose el papel principal que Noriega bordó. Palabras mayores que hizo sacar de su letargo al maltrecho cine español para darle nuevos aires y demostrar que aquí no sólo se hacen las mismas tramas repetitivas y bizarras. Es tal el éxito que alcanzó con esta película, que en sus siguientes películas Amenábar ya contó con grandes estrellas para realizar producciones internacionales de primer nivel (Nicole Kidman, Rachel Weisz), cintas que por su manufactura parecen salidas directamente desde Hollywood.
Desde la celda de una prisión, vemos como un psiquiatra intenta descubrir la historia detrás de uno de sus pacientes, un chico con una misteriosa máscara en la cara. César es un joven triunfador que lo tiene todo: es atractivo, con dinero y con amigos. La noche en que celebra su cumpleaños, su amigo Pelayo le presenta a una chica llamada Sofía de quien se queda prendado rápidamente. Sofía estudia arte dramático y se gana la vida como mimo en el parque a cambio de las monedas de la gente. Un antiguo ligue de César llamada Nuria, prototipo de mujer fatal, se obsesiona con él y le sigue al finalizar la fiesta. Le invita a subir en su coche y, despechada ante su indiferencia, intenta suicidarse estrellando el vehículo. César sobrevive al accidente pero su rostro queda terriblemente desfigurado, y dejará de ser el guapo triunfador con éxito en todas las facetas de la vida. César seguirá más enamorado de Sofía que nunca, y cuando parece que todo empieza a arreglarse de nuevo, las cosas se torcerán y la realidad se empezará a confundir con los sueños, para convertirse en una pesadilla en la que César hará todo lo que pueda por despertar.
Si bien la trama de Abre los Ojos es más compleja que la de Tesis, la estructura narrativa también está mejor lograda. La historia es menos lineal y el uso de flashbacks hace que todo avance más rápido. La manera de contar la historia no hace ninguna concesión al espectador ni convierte el final en predecible. El punto de vista está siempre en el protagonista, de modo que nos sorprendemos al igual que él con todo lo que le vaya ocurriendo. Es una trama que mezcla la ciencia ficción con el suspense más clásico, bebiendo del Hitchcock más extraño, ése del viaje a lo más profundo de los deseos y obsesiones humanas que nos ofrecía en Vértigo (con escena plagiada-homenajeada incluida). La manera de tratar al protagonista hace que no terminemos de sentir pena por él pero a la vez nos preocupará e inquietará su destino y estaremos ansiosos por conocer el desenlace. César es un narcisista preocupado sólo por valores materiales, capaz de anteponer un ligue de una noche a sus amigos, valorando la amistad sólo superficialmente. El destino le pondrá en su sitio pero no sabremos si habrá aprendido la lección, aunque la moraleja estará clara.
El mayor mérito de la cinta es su fabulosa puesta en escena, una gran fotografía que denota maestría a la hora de rodar. El montaje, la manera de presentarnos a los personajes, o la ciudad de Madrid como escenario de la cinta son grandes aciertos que pocas veces nos mostrarán cineastas españoles como hace Amenábar en esta película. Tendremos momentos oníricos que nos harán confundir la realidad a la vez que a los protagonistas, y pocas veces los veremos en pantalla tan bien reflejados (y con los que nos identifiquemos tanto; en este sentido la escena de la discoteca, con las luces láser reflejándose sobre la silueta del personaje con la máscara como si fuera su doble rostro, será revelador). Pocas veces seremos testigos de una cinta española con tantos y tan buenos hallazgos visuales, y es que hasta el momento a nadie se le había ocurrido vaciar la Gran Vía madrileña para rodar medio minuto de película. Son este tipo de escenas las que forman ya parte del imaginario colectivo español.
Si bien tanto Chete Lera como Eduardo Noriega hacen un gran trabajo actoral demostrando su buen hacer interpretativo (digamos que retoma el papel de joven galán triunfador con ese toque inquietante que tenía en Tesis, resultando por supuesto menos malvado que en aquella), como punto débil de la cinta tenemos a una Penélope Cruz más plana de lo habitual. Está bien en su papel de chica con una vida normal deseable para un triunfador como César, pero su indolencia a la hora de interpretar hace más atractivo el personaje de Nawja Nimri. Y lo mismo le pasa a Fele Martínez, quien a lo mejor debería haber tenido más minutos en pantalla para desenvolverse mejor en el papel de amigo segundón.
En definitiva, Abre los Ojos supuso un punto de inflexión en la manera de rodar cine patrio, abriendo un camino nuevo e inexplorado (y no muy usado, visto lo visto) para el resto de realizadores españoles. No sabría decir si es la gran obra maestra de Amenábar (me gustaría poder decir que dicha obra todavía está por venir), pero desde luego que elevó unos cuantos enteros el nivel de calidad de la industria.
Calificación: Muy buena
Lo Mejor: El Madrid reflejado aquí. Noriega y el argumento tan enrevesado que nos propone un viaje a la locura.
Lo Peor: La planicie interpretativa de Penélope Cruz. Que hubiera espectadores que no la supiesen interpretar en su día.
La vería de nuevo: Sí, es una joya para disfrutar de todos sus momentos.
La Recomiendo: Sí, como acercamiento a otro tipo de cien español
Películas similares: Tesis, Nadie conoce a nadie, Vanilla Sky
Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0125659/combined
Tráiler en You Tube (español):
Pingback: Película – Regresión | Un libro para esta noche