Reseñado por Malosa
No es la primera vez que lo digo: Las comparaciones son odiosas…pero existen. Cuando abres la página 1 de este libro sabes lo que te vas a encontrar, que no es otra cosa que una novela exótica, histórica y costumbrista, de sagas familiares entremezcladas, ciertas dosis de aventura y tensión política y por supuesto, la consabida historia de amor prohibido e imposible. Todo esto estaba claro y es algo que ha sabido hacer muy bien Sarah Lark con sus trilogías en lugares remotos (Nueva Zelanda y Jamaica) y de manera brillante Barbara Wood con su epopeya en Kenia. Pero que, en mi opinión, no ha sabido hacer tan bien Luz Gabás con su historia entre Huesca y la isla de Bioko. Quizá porque estaba ya todo visto, o porque se nos hacen pesados los mismos clichés de siempre o porque los personajes nos acaban decepcionando. Por lo que sea, pero en general Palmeras en la nieve me parece un libro entretenido, no más. Y decepcionante. Pero también hay que reconocer que esta es una ópera prima y como tal hay que valorarla.
Sobre la autora, contaros que Luz Gabás nace en Huesca en 1968. Los mejores momentos de su niñez y adolescencia también transcurrieron entre el pueblo de su familia paterna (Cerler, en el Valle de Benasque) y el de su familia materna (Serrate, en el Valle de Lierp). Después de vivir un año en San Luis Obispo (California), estudió en Zaragoza, donde se licenció en Filología Inglesa y obtuvo más tarde la plaza de profesora titular de escuela universitaria. Durante años ha compaginado su docencia universitaria con la traducción, la publicación de artículos, la investigación en literatura y lingüística y la participación en proyectos culturales, teatrales y de cine independiente.Desde 2007 vive junto a la Villa de Benasque donde se dedica, entre otras cosas, a escribir. Palmeras en la nieve ha sido su primera novela y uno de los éxitos editoriales de 2012.
Solo un amor eterno podía dar voz al olvido. Es 1953 y Kilian abandona la nieve de la montaña oscense para iniciar junto a su hermano, Jacobo, el viaje de ida hacia una tierra desconocida, lejana y exótica, la isla de Fernando Poo. En las entrañas de este territorio exuberante y seductor, le espera su padre, un veterano de la
Opinión personal
Voy a centrarme en lo que no me ha gustado de este libro porque ya hay cientos de reseñas por la red que ensalzan las virtudes de esta novela. Esto no significa que no haya nada que me haya convencido de esta historia, no es eso. Me ha gustado especialmente la ambientación exótica y la recreación histórica. Y que aunque se nos haga algo larga, la novela se lee bien y entretiene. Pero como decía, prefiero centrarme en los aspectos que me han convencido menos.
Lo primero, no me ha gustado el ritmo. La historia se desarrolla en dos momentos temporales con los mismos personajes, además de otros nuevos, en distintas épocas históricas (1950-70 y 2004) y también en dos escenarios: Pasolobino y Bioko. La alternancia no es el problema, sino el tiempo que se dedica a cada parte. Empezamos en 2004 y cuando le has pillado el punto a los personajes, cientos de páginas después, la autora nos lleva a los 50. Y aquí estaremos otra eternidad, nos haremos con la nueva atmósfera y de repente de vuelta a 2004, para otras tantas páginas. Con esto la autora no consigue dinamismo, dedica demasiadas páginas a cada época y al lector le cuesta cambiar de escenario. Tampoco le va demasiado bien al suspense, ya que las historias se quedan colgadas demasiado tiempo. Creo que lo hubiera solucionado fácilmente alternando épocas de forma más dinámica.
Otra pega que le veo es que sobra amor. Por un tubo. Está muy bien lo de los amores imposibles en este tipo de novelas pero con uno bastaba. Y lo peor es que de las múltiples relaciones amorosas perfectas e idílicas que aparecen, sólo hay una que a mi juicio realmente triunfa. En el libro se enarbola como principio que el amor es lo más importante y que lo puede todo, pero en cuanto hay dificultades los personajes toman tierra de por medio y aquí paz y después gloria. ¿Y esto es el concepto del amor que lo puede todo? Pues a mí así no me vale.
Lo anterior está relacionado también con los personajes. Nada nuevo que añadir, son los caracteres típicos que uno parece esperar encontrarse en este tipo de novelas. El problema es que se comportan de manera variable en función de las necesidades del guión. Hay actuaciones de algunos que no se sostienen, por mucho que se esgrima como excusa el exceso de alcohol (caso de Jacobo) o la cobardía (caso de Killian). Las reacciones son a veces tan ininteligibles que nos hacen perder la credibilidad, restando más puntos a la historia.
Si a todo le añadimos más de 700 páginas de las cuáles sobran al menos 100, nos encontramos con una novela que se nos hace excesivamente larga, sin haber experimentado el suspense que parece que la autora intentaba imprimir.Está claro que las comparaciones son odiosas pero existen y aunque podríamos decir que Palmeras en la nivene no está mal para ser una ópera prima, yo encuentro escritoras bastante más solventes en este género, como las mencionadas Lark y especialmente Wood. Ah y eso de que nos recuerda a Memorias de África según la contraportada, ni de lejos.
Por qué decidí leerlo: El continente africano es un emplazamiento que siempre me ha llamado la atención, así que cuando me enteré de que esta novela estaba ambientada allí no lo dudé, a pesar de sus más de 700 páginas.
Lo mejor: La atmósfera. La descripción del conflicto de la isla Guineana y su lucha por la independencia.
Lo peor: Los personajes decepcionantes. Los cambios de época que entorpecen el ritmo. El pretendido suspense inexistente. Lo larguísimo que es.
¿Volvería a leerlo?: No, suficiente me parece haberlo leído una vez.
¿Lo recomendaría?: Tampoco, en mi opinión es demasiado largo para lo que aporta en conjunto. Y mira que me gustan los temas relacionados con África…
Otros libros del estilo que podrían gustarte (y en mi opinión claramente superiores):
- Bajo el sol de Kenia (Barbara Wood)
- En el país de la nube blanca (Sarah Lark)
- Memorias de una geisha (Arthur Golden)
Malosa
Hola,
En mi caso si que me gustó bastante esta lectura. Estoy de acuerdo en que los saltos de época no favorecen en este caso a la historia. Para mí, hay exceso de pasado y falta de investigación de Clarence. Hubiera sido más interesante. De todas maneras yo sí lo disfruté. Más con Palmeras en la nieve que con Regreso a tu Piel. Un saludo!
Bueno en mi opinión talvez es cierto que la autora se alargó mucho en las historias de amor de esta novela narrativa pero sino imagínense, hubiera sido más una novela histórica y les juro hubiera sido más aburrida todavía. Más hubiera parecido un libro de historia. Ahora el asunto del juego de la temporalidad de los hechos es algo que la autora realizó para hacerlo más interesante a su estilo. Recordemos que este era su primer libro y así es como sale un primer libro cuando el autor inicia su carrera. Supongo que si hubiera sido más corto les hubiera convencido más. Pero por mi Está bien como Está. En todo caso no la recomiendo para quienes no gustan de los saltos de tiempo del ir y venir.
Hola, Severus.
Está claro, el hecho de que esta sea la ópera prima de la autora es un punto a valorar y desde esa perspectiva no es una mala novela. Pero sigo pensando que sale perdiendo comparada con otros autores contemporáneos de novela histórica que en su día también escribieron un primer libro y que fue superior en mi opinión. Y aquí estoy pensando en un David B. Gil con su guerrero a la sombra del cerezo. No es exactamente el mismo género, novela histórica romántica, pero el ejemplo serviría.
A mí Palmeras en la nieve me resultó aburrida y no logré empatizar del todo ni con las historia ni con los personajes. Pero para gustos, ya sabes. No hay nada escrito.
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo,
Malosa
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