Reconozco que a veces tengo épocas moñas y leo libros un poco más «blanditos» que de costumbre… sin embargo creo que este no es el caso. Este libro pese a ser sensiblón, consiguió hacer frente con sus ventas al todo poderoso Stieg Larsson. Solo por eso debería llamar la atención sobre el libro.
Alguien dirá, «No me gusta la novela romántica ¿me gustará el libro?» pues la respuesta es que puede que si, pese a que hay una historia de amor secundaria no es la historia principal.
Entonces alguien dirá «Yo busco una novela romántica, ¿me gustará el libro?» pues de nuevo diría que puede que si, porque se trata de una novela intensa en tema de sentimientos, y la historia de amor aunque sea secundaria está bien construída y tiene suficiente edulcorante para satisfacer a los corazones más golosos.
Bien, dicho esto creo que al menos habré llamado la atención de otros lectores no habituados al autor y por supuesto a los («las» normalmente) fans del mismo.
Vamos con la historia. Julia tiene una vida «perfecta» (se casa en 4 días, es guapa, tiene un buen trabajo, una casa bonita y un prometido más majo que las pesetas), el único punto oscuro de la vida de Julia es que no se habla con su padre Anthony. El orgullo, la necesidad de independencia y sus personalidades fuertes e intransigentes han ido separandoles con el tiempo. Aun así es su padre y cuando recibe la noticia de que ha muerto le afecta, le afecta mucho. Sobre todo cuando recibe un paquete enooorme enviado por su padre presuntamente antes de morir… y encuentra un androide con la forma de su padre que… ¡empieza a hablar!
El androide le comunica que realmente solo va a tener la memoria de su padre durante 6 días y que es el tiempo que tienen para decirse todo lo que no se han dicho hasta entonces (si, de ahí el título jejeje).
Aquí comienza una suerte de obra de teatro que se representa casi íntegramente en el apartamento de Julia. Anthony y Julia son padre e hija, son orgullosos, son personas de éxito, son independientes y por lo tanto tienen mucho por lo que zurrarse dialécticamente. Los diálogos son muy graciosos, en ocasiones duros, en ocasiones tiernos, pero siempre ingeniosos y muy potentes dejando entrever bastante lo diferentes que son padre e hija y lo mucho que se parecen… la batalla dialéctica recorre todos los aspectos de la vida de Julia y de la relación con su padre, incluyendo un romance fallido porque Anthony no lo aprobaba y que el muy sinvergüenza le anima a recordar en los dias previos a su boda con su prometido, vamos que no dejan piedra sobre piedra…
Los temas subyacentes son muy diversos y quizá es lo más interesante del libro. Habla de crecer, de madurar, de hacerse adulto y dejar de creer que tu padre es el mejor hombre del mundo. Habla de las relaciones, de perseguir los sueños, del perdón y de equivocarse y saber admitir los errores.
Los personajes tienen diverso éxito. Desde el genial Anthony, un auténtico viejo golfo con el colmillo retorcido, el gracioso amigo homosexual de Julia con algunas de las mejores frases, la temperamental Julia, que a veces decepciona un pelín, el amante perdido de Julia (bastante plano) y el personaje que más cabrea: el prometido de Julia, es buen tio, guapo, inteligente, la quiere, está dispuesto a todo… y todo indica desde el minuto uno que va a ser el mayor damnificado del libro precisamente por ser un buen tio, vamos que me puso de muy mala leche sobre todo porque el pobrecillo no hace nada para ganarse la que le cae encima…
El libro es un poco bobo en su planteamiento porque a veces es poco creíble pero como consigue llegarte terminas perdonandole la falta de coherencia de algunos momentos, a cambio tiene unos cuantos momentos brillantes.
Calificación: Bueno
Lo Mejor: Los diálogos, el personaje de Anthony
Lo Peor: El prometido de Julia, es una historia que te cabrea si eres un tio… poco creíble el principio
Lo releería: No creo, está bien, pero tampoco me aportó tanto
Lo recomiendo: Si, sobre todo a mujeres, hombres abstenerse salvo que esteis más tiernos que Winnieh the Pooh
Bitterblink