Reseñado por Bitterblink
Jay Kristoff es conocido en esta página por su anterior saga Nuncanoche. En ella, el escritor australiano desplegaba su pericia con una suerte de colegio de asesinos donde seguía a una Mary Sue de manual en sus andanzas hasta convertirse en la más mortífera asesina de la iglesia roja. A mi no me convenció del todo, me pareció demasiado juvenil y la propia idea del colegio lleno de adolescentes hormonados y lo de ser asesinos es una mezcla… extraña.
Al leer la contraportada de este libro vi que desde luego en este caso estaba mucho más orientado a la «Dark Fantasy» y que podía esperar algo más que un colegio de cazadores de vampiros y vaya si se puede sacar de este libro, me ha resultado refrescante y aunque tenga sus defectos es una de mis mejores lecturas en lo que va de 2025.
Sinopsis
Han pasado veintisiete años desde que el sol dejó de salir, y las criaturas de la noche tomaron el control. El mundo está sumido en una oscuridad eterna, y los vampiros han construido un imperio sanguinario que aplasta lo que queda de la humanidad.
Formando ejercitos a base de abyectos (vampiros sin consciencia) que los vampiros «sangreazul» controlan con la mente, se harán poco a poco con el control de todo el imperio.
Gabriel de León, último miembro de la sagrada orden de los Santos de Plata, es el único que queda en pie entre la humanidad y la extinción. Prisionero del enemigo, Gabriel es forzado a narrar su historia: su juventud marcada por la tragedia, su entrenamiento como cazador de vampiros, sus amores, traiciones, y la búsqueda desesperada del Santo Grial, una reliquia que podría salvar a la humanidad.
Poco a poco seremos testigos de las distintas épocas de su vida y de su pérdida de la fe en el altísimo cuando se siente traicionado por aquellos que ha jurado proteger.
Opinión Personal
Este libro es largo pero reconozco que enganchón. Empieza lento y va creciendo y hay un momento en que no puedes separarte de él. Así que recomiendo un poco de paciencia.
Me gusta particularmente que aunque estemos empezando con la historia en el final (el personaje vivo pero prisionero de los vampiros y obligado a contar su historia). La historia que va contando a su captor no es lineal. El principio de la historia es muy iniciática, niño que descubre que es algo más y se lo llevan a un «colegio mágico» donde le entrenan sin descanso y le mandan a cazar monstruos. Pero luego el personaje dice «a la mierda» (bastante literalmente) y lo siguiente que te cuenta es cuando tiene una pila de años y ha perdido la fe, el imperio ha caído bajo las huestes vampíricas y él es el único de los suyos.
Esto hace que se rompa un poco el ritmo tradicional de la historia iniciática y que encontremos una narración mucho más original. Irá alternando estas dos historias a lo largo del libro, las dos igualmente atractivas, lástima que lo que nos vamos a perder es su momento álgido como personaje. Seremos testigos de cómo se convierte en un héroe y luego cuando no cree en nada como aun queda una chispa de lo que fue, pero no le veremos capitaneando a las huestes humanas para derrotar y mantener a ralla a los vampiros durante años.
No todos los secondarios son «personas» muchos son sombras, pero aquellos en los que vemos su personalidad son personas muy interesantes y ricas. Destacaría dos personajes que son espectaculares, por un lado Chloé y por otro Astrid. Son como las dos distintas caras del feminismo bien entendido. Dos mujeres de bandera, con mucha personalidad que aplican enfoques contrapuestos para enfrentarse a un mundo que les dice que como mujeres apenas pueden hacer nada. Chloé sigue la política de «si un hombre puede hacerlo, yo también puedo» mientras que Astrid, bellísima e inteligente opina que «si un hombre puede hacerlo, encontraré a un hombre que lo haga por mi» y utiliza su inteligencia y su capacidad de manipulación con los que le rodean.
Reconozco que a veces temía que el autor no iba a relatar los momentos clave o de acción por el hecho de ser una narración a un tercer personaje, pero nada más lejos. Esta novela tiene grandísimos momentos de alta intensidad. Hay un momento donde 3 personajes se enfrentan solos a una gran horda de vampiros y mascullan el lema de los Santos de Plata: «Sin miedo. Solo con furia». Escalofríos me causa. Es mi momento favorito del libro.
Por otro lado es un libro de Dark Fantasy, mucho. Vamos a ser testigos de multitud de barbaridades sangrientas, sexo explícito (bien narrado pero explicito, sin ser pornográfico) todo tipo de palabrotas y personajes que narran multitud de abusos que han sufrido. El mundo es oscuro, el mundo es una mierda, aun así el autor intenta enseñarnos una cara un poco amable del mundo y no entra en los detalles más desagradables (podría hacerlo pero era innecesario).
En fin, un tremendo worldbuilding, un personaje del que veremos cuando es un iniciado y cuando está «de vuelta de todo», con momentos épicos espectaculares, con algunos compañeros con muchísima personalidad y con historias con un punto horrible pero en las que el héroe suele terminar bien. Sin duda lo recomiendo.
Calificación: Muy bueno
Lo mejor: Grandes personajes, momentos épicos, escenas de sexo bien escritas (no como en los libros de Rebecca Yarros)
Lo peor: Inicio lento, estuve a punto de dejarlo, a veces demasiado oscuro y demasiadas palabrotas.
Lo Releería: Si y leeré el siguiente y si sigue así el aún no publicado tercer libro.
Lo recomiendo: Para lectores mayores de edad y con ganas de un poco de Dark Fantasy, parece una distopia apocalíptica por momentos.
Bitterblink



