No juegues a ser detective…o lo eres o no lo eres.
Flanagan es una serie juvenil protagonizada por Juan Anguera, “Flanagan”, un chaval de 14 años que simultanea sus obligaciones en el instituto y el bar de sus padres con investigaciones como detective. La serie consta de 12 libros y ha vendido más de 12 millones de ejemplares, traduciéndose a varios idiomas. “Todos los detectives se llaman Flanagan” se trata del segundo volumen de la saga y el más conocido por el público general.
La saga ha sido escrita por 2 autores catalanes en colaboración, Jaume Martín y Andreu Ribera. Se trata de una serie juvenil, perfecta creo yo para adolescentes, aunque puede ser leída por lectores adultos con espíritu joven y que quieran revivir sus años mozos. Se enmarca dentro de la novela policíaca, sin llegar a ser un thriller al uso, sería una especie entrada en el género policíaco para los más jóvenes.
La novela está ambientada en la Barcelona de finales de los 80. Allí vive Flanagan, en un barrio marginal donde problemas relacionados con la pederastia, tráfico de drogas, malos tratos, peleas, compraventa de bebés y chanchullos de todo tipo están a la orden del día. Flanagan es un chaval normal, avispado, que va al instituto y ayuda a sus padres en el bar que regentan. Lo habitual en esta edad. Sin embargo, Juan Anguera es especial: es detective privado. Y en sus ratos libres se encarga de resolver casos, fundamentalmente contratado por sus compañeros de instituto. Cuando empieza la novela se encuentra investigando unas pintadas que han aparecido en el patio del insti cuando aparece Carmen, una gitanilla con pinta de traviesa que quiere contratarle para que encuentre a su sobrino, un bebé que ha desaparecido. Casi sin darse cuenta Flanagan se ve envuelto en una historia de secuestro, tráfico de bebés y asesinatos mucho más complicada que los casos de instituto a los que estaba acostumbrado. Pero con su desparpajo, inteligencia y ganas, el emblemático detective Johnny Flanagan va saliendo victorioso.
Se trata de una novela de detectives para adolescentes, con una visión más fresca del género. El tipo duro con gabardina y que fuma cigarrillos mientras resuelve el caso sin pestañear es sustituido por un chaval normal, de un barrio marginal, espabilado, gracioso y con cierto toque de ingenuidad que da la edad. Creo que el mayor éxito de esta saga es su protagonista, Johnny Flanagan. Los autores logran que simpaticemos enseguida con este chaval, no sólo por su desparpajo sino por esa normalidad que le caracteriza. Juega a ser detective, sí. Pero también tiene que lidiar con sus compañeros de instituto y manejar su incipiente vida sentimental con ¡¡nada menos!! Que 3 chicas: María Gual (la eterna “amiga”), Nines (la pija rica y espectacular) y Carmen (la gitanilla que le trae loco). Nuestro héroe se desenvuelve mejor con las bandas de secuestradores que con el arte del flirteo. Y esa torpeza también le hace encantador.
Los personajes son muy reales todos ellos. Empezando por el padre de Flanagan que no sabe qué hacer para centrar a su hijo descarriado, pasando por su hermana, Pili, que pone el contrapunto de seriedad y calma al carácter alocado de Flanagan y finalizando en uno de los malos de la historia, Manolo Molinero “El latas”, padre del bebé desaparecido y un maleante desalmado y poco inteligente, de cuidado. Esta normalidad y cercanía en los personajes hace también que nos involucremos rápidamente con la historia y con las aventuras y desventuras de los mismos.
Otro punto positivo es que es una historia de detectives e investigación, lo que hace que el argumento sea dinámico y entretenido. Flanagan nos cuenta sus problemas y éxitos en primera persona, con un lenguaje coloquial y propio de los adolescentes y sin escatimar en detalles sobre su situación. Además, tiene un punto de novela costumbrista, ya que describe muy bien la Barcelona de la época, destacando la parte menos bonita, los suburbios, las tribus urbanas y la pobreza existente. También se hacen guiños a la época, por ejemplo con referencias a canciones (el “caballo loco” de Julio Iglesias).
En resumen, una novela para adolescentes muy completa en la que hay sitio para todo: género policíaco, novela costumbrista, humor y descripciones de situaciones humanas y relaciones románticas entre los personajes. Me resultó una opción muy entretenida y lo releí mucho durante mi juventud. También leí el siguiente, “No te laves las manos, Flanagan” y aunque también me entretuvo, lo considero inferior a éste.
Por qué decidí leerlo: Pues en mi adolescencia, supongo que fue mi madre quien me lo compró en algún momento.
Lo mejor: El desparpajo de Flanagan. Lo bien que le cae al lector. Esa visión fresca del género de detectives. Atemporal y para todas las edades.
Lo peor: Puede pecar de irreal. Es poco creíble que a un chaval tan joven le pasen estas cosas y salga victorioso de líos tan gordos.
¿Volvería a leerlo?: Ya me lo sé casi de memoria, así que no lo creo…
¿Lo recomendaría?: Sí, especialmente adolescentes. Y a cualquier persona que quiera revivir su juventud e impregnarse de las ganas de vivir del protagonista.
Link al libro en Amazon.es
Todos los detectives se llaman Flanagan (Espacio Flanagan)
Otros libros del estilo que podrían gustarte:
– No te laves las manos, Flanagan (Jaume Ribera y Andreu Martín)
– La carta en clave (Jean Terlow)
– El guardián entre el centeno (J.D. Salinger)
– Flavia de los extraños talentos (Alan Bradley)
Malosa
Hey!! Yo también me lo leí… hace ya tantos años!!!! jejejeej
pero recuerdo que me gustó… no me acuerdo casi ni de que iba, pero tengo buena sensación 🙂 así que me uno a la recomendación de Malosa.
Saludos!!
Hola, Simsconchy
Ya sabía que te había gustado…de hecho, el siguiente tomo («No te laves las manos, Flanagan»), podría apostar a que me lo prestaste tú 🙂
Un beso fuerte!
Malosa.
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