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Película – Argo

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Reseñado por 0017

Ficha técnica

Año: 2012

Director: Ben Affleck (Adiós, pequeña, adios; The Town)

Guión: Chris Terrio

Música: Alexandre Desplat

Reparto

  • Ben Affleck
  • Bryan Cranston
  • John Goodman
  • Alan Arkin
  • Tate Donovan
  • Kyle Chandler

Ante nosotros tenemos una de las sorpresas de 2012, dado que francamente no lo está haciendo mal en la temporada de premios y que, aunque se estrenó en octubre, todavía aguanta en algunas carteleras a la espera del premio gordo que puede suponer llevarse un Óscar frente a las grandes favoritas (Los Miserables, Lincoln, La Vida de Pi). En los Globos de Oro ya ha ganado los premios de Mejor Película Drama, y Mejor Director, igual que en los BAFTA británicos. Si por mí fuese, le daría la estatuilla a la mejor película (lamentablemente no va a ser así), porque le pasa al contrario que a Los Miserables: no destaca por interpretaciones fulgurantes (al menos, Ben Affleck como actor está plano) pero el trabajo del Ben Affleck-director es brillante y le da un ritmo a la película que ya quisiera la cinta de Tom Hooper. Y ya que estoy comparando con pasadas reseñas que no han salido bien paradas, nada que ver con la tensión narrativa de Tarantino. Durante toda la película se nos va poniendo en antecedentes mientras se va añadiendo tensión a la trama, para llegar a un último cuarto de película soberbio con las pulsaciones a todo trapo, a pesar de que es una historia basada en hechos reales y de la que sabemos el final.

Se trata de la operación que realizó la CIA para rescatar a seis miembros de la embajada americana a principios de 1980 en Teherán. Tras dar asilo político en USA por motivos de salud al derrocado Sha de Irán (Mohammed Pahlavi, el jefe de estado de Irán previo a la llegada de Jomeini que compartía simpatías con los países occidentales y gobernó a su país de manera un tanto déspota), estalla una revolución en las calles acompañada del típico odio anti-americano. Las muchedumbres se agolpan en la embajada americana y se produce un asalto por parte de los revolucionarios que culmina en la captura del personal civil y militar. Seis de los funcionarios americanos consiguen escapar de las hordas furiosas y se refugian en la embajada canadiense. El problema es que en por momentos Irán se convierte en un punto caliente para los occidentales y el embajador de Canadá no podrá darles cobijo por demasiado tiempo. El gobierno americano intenta pensar en todos los posibles planes de escape pero ninguno resulta satisfactorio. Es entonces cuando el agente de la CIA especializado en rescates Tony Mendez ofrece la solución más inverosímil con alguna posibilidad de éxito: simular que los funcionarios americanos son cineastas canadienses desplazados a Irán en búsqueda de localizaciones para una película de Ciencia Ficción llamada Argo. Rápidamente se dirige a Los Ángeles para montar toda la tapadera con ayuda de cineastas auténticos, desde la productora hasta la compra del guión. Incluso realizan una rueda de prensa auténtica, para que no quede ningún fleco sin atar en la historia. Todo ello realizado contrarreloj, para ofrecernos una historia de espionaje que nos explica la dualidad de las banalidades del mundo de Hollywood, y la dureza de la conflictividad en los países de Medio Oriente.

La verdad es que he disfrutado bastante de esta película, a diferencia de las últimas reseñas que he realizado. No en vano el espionaje es mi género preferido, y Argo es una muestra muy digna del género. Son dos horas de metraje que se me pasaron volando, con los nervios a flor de piel. Es la tercera película como director de Ben Affleck, y cada vez le está cogiendo más destreza al asunto, aunque en mi opinión la elección de la historia y del guión es lo fundamental aquí. Desde luego que Affleck apunta maneras al estilo de Clooney (que es coproductor) o Eastwood, otros grandes actores que se pasan a la dirección con gran éxito, haciendo un cine menos convencional del que los grandes estudios nos tienen acostumbrados. A pesar de que la carrera como actor de Affleck es bastante irregular (no hay un gran título que destaque por encima de todos, y las películas de alto presupuesto en las que ha trabajado no han sido gran cosa, léase Armaggedon), sí que tiene pequeñas joyas a descubrir entre su filmografía. Por no hablar de su fantástico debut como guionista ganador del Óscar por El Indomable Will Hunting.

Quizás a la hora de actuar su interpretación sea la más uniforme (que no pobre). La caracterización de su personaje, con una barba que le aleja de sus papeles de galán descarado habituales, está por encima de lo que suele realizar. Pero al final, se pasa todo el metraje poniendo la misma pose de cariacontecido preocupado por las circunstancias, con una mueca en la boca cerrada y mostrando la gravedad de su rostro. Lo bueno del asunto es que le va con el personaje; es decir, no resulta cargante ni histriónico. Está muy bien perfilado porque percibimos la dificultad de su profesión, así como unas pinceladas de la dificultad para simultanearla con su vida familiar.

Affleck como actor resulta muy buen reclamo para una película donde abundan los secundarios de lujo del estilo ¿dónde he visto yo a éste? Tenemos a John Goodman que nos recuerda el papel que hizo en Ed Wood; a un Bryan Cranston (el padre de Malcolm, Breaking Bad) que últimamente le vemos hasta en la sopa; Alan Arkin; Tate  Donovan; Kyle Chandler… Es decir, actores solventes que elevan el listón pero que por sí solos no podrían cargar el peso de una cinta (reconozcamos que muchas veces vamos al cine atraídos por los rostros conocidos, y por la mayor o menor simpatía que nos brinde un actor).

Un punto fuerte resulta la ambientación y la dirección de fotografía de la película. Si ya resulta difícil simular que ruedas en un país árabe o a finales de los años 70, imáginate juntar los dos supuestos. Las grandes aglomeraciones, las calles de Teherán, las panorámicas aéreas de la ciudad, los extras… En el montaje se mezcla metraje real de la época con escenas de la película, y llega un momento en que no eres capaz de distinguir cuál es cuál.

La temática de la cinta es controvertida. Por un lado nos muestra la conflictividad de los países árabes, desde la óptica americana. He leído alguna opinión en el sentido de que es bastante autocrítica con la política americana, dado que desde el principio (en la fabulosa introducción de una narradora con acento árabe) deja claro que la ola de odio hacia los USA viene dado por la política de intromisión exterior. En mi opinión, tiene algunos momentos de propaganda patriótica yanki, donde la banderita USA se ve quemar malamente en Irán, y ondear alegremente en el país de las libertades. Sin embargo, en otras ocasiones, la cinta es bastante dura con algunos estamentos occidentales. La escena de la rueda de prensa de la falsa película, donde se ve la parafernalia habitual de Hollywood para vender cine de manera frívola, es superpuesta con gran acierto por una rueda de prensa paralela en la televisión iraní, en la que informan de la captura de los rehenes americanos. Es decir, que si se ve con cierta distancia crítica, separando el grano realista de la paja propagandística habitual en el cine americano, podemos ver una película bastante verosímil, bien explicada, y muy entretenida.

Y al final eso es lo que yo le pido a una cinta, que sea entretenida. La trama, habitual en este género, hace que algunas veces te pierdas o intentes recordar el nombre de tal o cual personaje. Pero en ningún momento te descuelgas, la película sigue siempre hacia delante, mezclando la comedia metacinematográfica de Hollywood con la intriga política y de espionaje, para llegar a un tramo final de infarto. E incluso el epílogo, que dura unos diez o quince minutos después del clímax, te alegra y te dibuja una sonrisa (ese homenaje al cine de ciencia ficción de los 70, reflejado en la habitación del niño). Un final made in Hollywood, para una historia de Hollywood demasiado inverosímil para ser real, y que, sin embargo, sí que fue real.

 Calificación: Muy buena

Lo Mejor: La maña de Ben Affleck como director. La intro inicial, la escena de las ruedas de prensa simultáneas, el tramo final, el epílogo después del clímax final. Los secundarios, y el ritmo de la historia.

Lo Peor: Algunas lagunas en la interpretación del Ben Affleck actor.

La vería de nuevo: Sí.

La Recomiendo: Sí, es una de las mejores de 2012 y finalista a los Óscar.

Películas similares: Red De Mentiras [Blu-ray]; Syriana [Blu-ray]; Munich; Ed Wood (Edicion Especial) [DVD]; Todos los hombres del presidente; Los tres días del cóndor; La cortina de humo.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.es/title/tt1024648/

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Jack Reacher

Reseñado por 0017

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Ficha técnica

Año: 2012

Director: Christopher McQuarrie

Guión: Christopher McQuarrie

Basado en el libro One Shot, de Lee Child (enlace del libro a Amazon)

Música: Joe Kraemer

Reparto

  • Tom Cruise
  • Rosamund Pike
  • Richard Jenkins
  • Werner Herzog
  • Jay Courtney
  • Robert Duvall

Un francotirador aparca su furgoneta en un parking público y comienza a abrir fuego indiscriminadamente contra la gente en un parque cercano. Caen cinco víctimas entre la gente. A la policía no le cuesta demasiado dar con el presunto perturbado hallando todas las pistas en su contra, así que lo único sorprendente es que en el interrogatorio sólo diga una cosa: traed a Jack Reacher. El tal Reacher es un militar retirado que permanece oculto en la sombra, nadie conoce su dirección, su trabajo ni su paradero. El misterio se apodera de los policías porque… ¿quién es ese tipo? ¿qué relación tiene con el sospechoso? ¿por qué hay que encontrarle? Afortunadamente, Reacher se ha enterado del suceso en las noticias y es él el que se presenta antes para esclarecer el suceso. Para sorpresa de los investigadores, Reacher no cree en la inocencia del sospechoso, puesto que en su pasado militar Reacher era investigador del ejército, se dedicaba a resolver distintos crímenes y no era la primera vez que el francotirador se veía envuelto en un suceso similar. Es por la pertinaz abogada de la defensa quien, a pesar de tener perdido el caso de antemano, solicita a Jack que realice pesquisas por su cuenta. La ley garantiza, a fin de cuentas, que la justicia llegue a todos por igual por lo de la presunción de inocencia y todo eso que se supone derrocha el país de las libertades. De esta manera, nos iremos sumergiendo junto con el protagonista en peleas, persecuciones de coches, tiroteos y demás situaciones de esperar.

Básicamente lo que tenemos en Jack Reacher es una intentona por parte de Cruise y los estudios de crear una nueva franquicia basada en un nuevo héroe de acción. Para ello han cogido la obra de Lee Child, seudónimo del escritor Jim Grant. Con 16 novelas del personaje, un militar retirado que recorre Estado Unidos como un vagabundo, está garantizado material suficiente para recrear en la gran pantalla nuevos títulos que aseguren continuidad en las tramas. El planteamiento recuerda a las grandes series de los setenta y ochenta, al estilo de El Increíble Hulk, El Fugitivo e incluso El Equipo A, donde los protagonistas son nómadas que se dedican a recorrer el país ayudando a quienes encuentran o involucrándose en problemas ajenos. La novela elegida para hacer el bautismo cinematográfico al personaje es la publicada en noveno lugar, One Shot – Un disparo, quizás por lo sugerente y enigmático del planteamiento, en el que el francotirador detenido sólo proporciona el nombre del protagonista en su declaración a la policía.

Al final el resultado es una película que rememora las historias de investigadores privados a lo Philippe Marlowe. Cine negro al estilo de El Sueño Eterno, donde el personaje principal no hace más que meterse en líos mientras va echando algo de luz sobre el caso. En la receta se han añadido también unas cuantas dosis de cine de acción taquillero de los 70, 80 y 90, recordando por momentos a títulos como Jungla de Cristal o Arma Letal -tanto por las escenas de acción y tiroteos varios, como por el carisma del protagonista-, las películas de Harry el Sucio, e incluso un clásico como Bullit tiene ecos reflejados aquí en la persecución de coches.

Lo más reseñable de la película es quizás precisamente el personaje protagonista. Tom Cruise carga con todo el peso de la película. Se echa todo a los hombros, junto con las escenas de riesgo, como ya hiciera en Misión Imposible -solo que aquí la acción es más mundana- para dar vida a un personaje algo macarra y chulesco, un tipo duro de los de antes. Sus mejores momentos y más adrenalíticos son los previos al combate. Una mezcla entre John McLane y Harry Callahan, con su propio código moral y ético, poseedor de una ambigüedad moral contradictoria, por encima del bien y del mal. Precisamente el mérito de Cruise consiste en hacer creíble un personaje que en lo literario es rubio y mide metro noventa y pico. Realmente el actor-productor es en estos tipos de películas donde mejor se desenvuelve, eclipsando hasta la -correctísima por otro lado- labor del director McQuarrie (el guionista que ganó un Óscar por Sospechosos Habituales, y que también firmó el libreto de Valkiria). Y no se le podrá negar el ser un actor de referencia, de ésos que llenan la pantalla y son capaces de mostrarle a la industria por dónde deben ir los tiros en cada uno de los géneros en que participa.

Sin embargo, el resto de secundarios son un poco planos y sin aportar nada nuevo al género. Es decir, que mientras Reacher es un investigador brillante (un listo muy listo que cuando se pone duro es muy duro), los malos son muy malos, y los policías muy simples y algo tontos. Ni siquiera Robert Duvall se salva como colaborador graciosete, siendo lo único sorprendente de la función ver a Werner Herzog como villano último pero, como he dicho, cayendo en los arquetipos del género y de los malvados más recalcitrantes.

El resultado es una película entretenida, bien realizada y que está por encima del resto de cintas del género que se ruedan de manera mala y rápida. No aporta mucha novedad y por ello su calificación no llega al notable, pero se agradece que esté cuidada en su realización y que el guión no haga aguas la mayor parte de la película.

Calificación: Entre Entretenida y Buena.

Lo Mejor: La escena inicial intrigante y cautivadora. El personaje de Jack Reacher en sí mismo, con su manera de resolver los conflictos.

Lo Peor: Momentos que creemos haber visto mil veces. La lucha final resulta sonrojante.

La vería de nuevo: No, pero tengo la sensación de que no va a ser la última vez que vea a este tipo…

La Recomiendo: Para amantes de la acción convencional. Para el resto, se pasa el rato, pero nada más.

Películas similares: El Sueño Eterno (The Big Sleep, 1946), Jungla De Cristal (Colección Blue-ray partes 1 a 4), Arma Letal [Collection 1-4 Reino Unido Blu-ray] (sobre todo la 2), Harry El Sucio [Colección Blu-ray], Bullit [Blu-ray], Enemigo a las Puertas, Venganza

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0790724/

Tráiler en You Tube (español):

Link a la reseña del libro por Bitterblink

Un disparo – Lee Child

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Película – Looper

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Año: 2012

Director: Rian Johnson (Brick, The Brothers Bloom)

Guión: Rian Johnson

Música: Nathan Johnson

Reparto

  • Joseph Gordon-Levitt
  • Bruce Willis
  • Emily Blunt
  • Noah Segan
  • Piper Perabo
  • Jeff Daniels

Looper es una película que me atrajo poderosamente tras leer un poco acerca de ella. Me encantó su planteamiento, y tras ver el tráiler decidí ir a verla al cine lo antes posible. No defraudó. Es un tipo de película que me gusta especialmente. No es un blockbuster de Hollywood con presupuesto estratosférico y publicidad machacona que luego se desinfla porque resulta sonrojante o floja. No nos engañemos, tampoco es cine ucraniano de autor subtitulado. Es ciencia ficción, con disparos y viajes en el tiempo, y que mezcla géneros, pero que no toma al espectador por imbécil. Te da una rica gominola que mientras la disfrutas se convierte en un caramelo duro más difícil de masticar de lo que creías.

Estamos en el año 2040. Joe (Joseph Gordon-Levitt) es un joven y ambicioso looper, una clase de asesinos a sueldo que se encargan de matar a gente del futuro. Todavía no se han inventado los viajes en el tiempo, pero esto sí ocurrirá en el año 2070, época en la que cometer asesinatos será tremendamente complicado. Cuando las mafias del futuro quieren deshacerse de alguien, lo mandan atado y amordazado al pasado para que el Looper acabe el trabajo. La remuneración la obtienen en forma de lingotes de plata que viajan junto a  la víctima.

Sólo hay una regla fundamental que un Looper debe cumplir: no dejes que tu víctima escape… aunque se trate de ti mismo.
**********OJO, (MINI) SPOILER*********Porque lo más importante de un looper es la forma de rescisión de su contrato laboral: para cerrar el bucle (de ahí el término loop) buscan a su yo del futuro 30 años después y, si está vivo, lo envían al pasado para que se eliminen ellos mismos, como último trabajo (y con un cuantioso finiquito).*********FIN DEL (MINI) SPOILER*********

Como podéis imaginar, cuando al joven Joe (Joseph Gordon-Levitt) le ponen enfrente a Bruce Willis, no tardará ni unas milésimas de segundo en comprender que se trata de él mismo… pero ya es tarde. El viejo Joe se ha dado a la fuga y el caos se ha creado. La vida de ambos está en peligro y el tiempo corre en su contra. De la ciudad al campo, el viejo Joe tendrá que hacer una última cosa para arreglar las cosas y salvar su vida, mientras el joven Joe le persigue para que sus jefes no tomen represalias.

Estamos ante una inteligente premisa argumental que funciona como un reloj (igual que el que Joe muestra en sus manos de vez en cuando, y que nos sirve de nexo para entender al mismo personaje separado por treinta años). Nos mete en una montaña rusa con continuos loopings argumentales (valga la expresión) que va desarrollando la acción. En una elipsis narrativa de lo mejor que se ha rodado en los últimos años, condensa en pocos minutos el devenir de los siguientes 30 años del protagonista, solapando las dos formas de ser del mismo personaje. Llegados a ese punto, la película te fascina y ya te ha enganchado, para que llegue el segundo tercio de la película y se produzca un parón narrativo que frena la trama, pasando a ser una cinta intimista algo desconcertante para haber empezado como un thriller futurista, y que no todos los espectadores sabrán entender. Lo que hace aquí el director y guionista Rian Johnson, es básicamente un ejercicio magistral de cambio de género y de registro, que va del cine negro futurista, al drama emocional íntimo con toques de western. Gracias a este parón empezamos a entender y casi justificar las decisiones morales de los personajes. E inteligentemente, desarrolla una trama de telequinéticos brevemente explicada al principio.

La película funciona a varios niveles, con muchas lecturas e interpretaciones de la misma. ¿Qué le dirías a tu yo del pasado si os encontráis frente a frente? ¿Cúal de los dos Joe tiene mayores motivaciones éticas y morales para hacer lo que cada uno tiene que hacer? En este sentido, la escena del encuentro de ambos en la cafetería es clave y fundamental. Supone una especie de metáfora del esperpento valleinclanesco, dos héroes clásicos deformados reflejados cada uno en el espejo cóncavo del otro. Resulta inevitable pensar en Willis con sus reminiscencias de John McLane, con sus palabrotas en medio de un tiroteo, pero sin embargo la profundidad y hondura emocional del personaje que interpreta van más allá de un matón redimido.

Joseph Gordon-Levitt le va bastante a la zaga, llevando casi todo el peso argumental de la cinta y reivindicándose cada vez más como un actor fundamental en el cine moderno (Origen, The Dark Night Rises… quién lo iba a decir cuando salía en Cosas de Marcianos). Con una labor de maquillaje que imperceptiblemente le asemeja a Bruce Willis, y tras dedicarse a estudiar diálogos de éste para que resultara creible su semejanza con él, desarrolla un personaje con muchos matices y claroscuros. Es joven, listo y ambicioso. Tiene la cordura necesaria como para conducir un Mazda clásico, aprender francés, y ahorrar lo suficiente; pero a la vez es un drogata futurista de cuidado, buscador de la redención de sus actos profesionales en la figura materna de una prostituta. Igual que lo incoherente del planteamiento que para él resulta el usar un arma para tontos (por el alcance del mismo, en palabras de uno de los personajes, quien usa en contraposición un revólver, que es más para listos).

Sobre los secundarios, destacar a Emily Blunt, fantástica en su papel de madre soltera de armas tomar, que aparece tras el giro narrativo que lleva la trama a la granja en el campo. También aparece un sorprendente Jeff Daniels, que abandona su registro cómico habitual para hacer un inesperado papel de jefe mafioso (tan inesperado que estuve dudando un buen rato si se trataba de él) que sabe a poco y te deja con ganas de disfrutarle más.

No conocía a Rian Johnson ni a sus dos obras anteriores, pero desde luego que es alguien a quien seguirle la pista después de Looper. Con un presupuesto exiguo, no gasta mucho en la ambientación futurista ni en grandilocuentes escenas de acción. Sabe manejar el ritmo del guión y realizar un sabio uso de la fotografía de la película como contraste argumental entre las distintas partes, presentando tonos fríos en la opresiva y decadente ciudad, mientras que el campo lo vemos en tonos cálidos y en grandes espacios abiertos. Un guión como Looper se podría haber malogrado fácilmente, y acabar siendo una mala película de acción. Lo que logra Johnson es que se sitúe al mismo nivel de Doce Monos, con la que comparte protagonista y temas similares.

El resultado de esta golosina es una película sobresaliente que coge el testigo de las mejores obras de ciencia ficción de Philip K. Dick y que da como resultado uno de los mejores sleepers del año, sorprendiendo en su planteamiento y en sus sucesivas vueltas de tuerca argumentales, con un buen final que no defrauda, y una trama a la que seguirás dando vueltas días después de salir del cine.

Calificación: Imprescindible

Lo Mejor: La elispsis temporal que narra en pocos minutos lo que ocurre al protagonista y nos muestra su evolución en los siguientes treinta años.

Lo Peor: El decaimiento de la trama en su sector central, por el cambio de tono que no te esperas.

La vería de nuevo: Sí, como en toda buena película de viajes en el tiempo, para captar y profundizar en los hilos argumentales y detalles que se han pasado por alto, y percibir las distintas lecturas que nos sugiere y que se dejan entrever.

La Recomiendo: Totalmente, para toda clase de espectadores que les guste el cine de evasión, pero sobre todo los amantes de la ciencia ficción, aunque siempre teniendo en cuenta ese bajón reflexivo en el ritmo.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1276104/

Tráiler en You Tube (español):

Películas similares: 12 Monos, The Terminator, Minority Report, Paycheck, Repo Men, In Time

Libros similares: Cualquiera de las historias futuristas de Phillip K. Dick

– El Sonido del Trueno – Ray Bradbury

– Algo para nosotros, Temponautas – Phillip K. Dick

– Minority Report – Phillip K. Dick

– Time Riders – Alex Scarrow

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Película – 007: Skyfall

Reseñado por 0017

Afiche Skyfall

Ficha Técnica

Año: 2012

Director: Sam Mendes (American Beauty, Camino a la Perdición, Revolutionary Road)

Guión: Neal Purvis, Robert Wade y John Logan

Música: Thomas Newman

Reparto

  • Daniel Craig (James Bond)
  • Javier Bardem (Silva)
  • Judi Dench (M)
  • Ralph Fiennes (Mallory)
  • Naomi Harris (Eve)
  • Bérénice Marlohe (Sévérine)
  • Ben Whishaw (Q)

Bueno, antes que nada agradecer a los autores del blog por dejarme un rinconcillo en esta página para escribir con carácter habitual unos parrafitos dedicados al séptimo arte. Sí, ya sé que esto es básicamente un blog de libros y que hacer críticas de cine pervertiría la esencia misma de la página… ¿o tal vez no?

Hay que tener en cuenta el trasvase cine-literatura que siempre ha existido; más que ser productos de disfrute del ocio sustitutivos entre sí, son complementarios. Los mejores libros suelen llevarse a la gran pantalla de forma frecuente (y desde el inicio de los tiempos). Por otro lado, la novelización de películas que por lo que sea han dado en la diana de la crítica o de la taquilla tampoco nos resulta extraña. Ambos lenguajes artísticos son muy distintos y a la vez muy parecidos; se complementan y retroalimentan mutuamente.

Mi idea consistiría en reseñar películas de diversa índole, con cierta atención a la actualidad en la cartelera; y sin perder el espíritu de humildad teniendo en cuenta que, de seguro, ya se habrán comentado un millón de veces antes que yo. No pretendo descubrir la rueda al comentar películas en Internet, sólo enriquecer este blog.

Y por tratarse de mi primera crítica, no puedo menos que dedicarla al último taquillazo del agente 007: Skyfall, película que está arrasando en taquilla como ninguna otra de la franquicia había hecho antes, y que nos remonta a los éxitos de los primeros clásicos sesenteros de la saga. Hay que recordar que las películas de Bond supusieron un cambio para siempre en la concepción del cine, adelantándose al concepto de blockbuster masivo introducido por Spielberg y Lucas en los 70, y cambiando de raíz el concepto de cine de acción-evasión (del que como precedente, se puede citar a Hitchcock y poco más).

He de reconocer previamente que soy un fan total del personaje de 007 hasta niveles enfermizos (por mi nick os habréis dado cuenta). Gracias a él me gusta el cine y me ha hecho ser crítico con el séptimo arte. Me explico: aunque soy fan, he de reconocer que muy pocas películas de la franquicia, o ninguna, pasarán a la historia de las grandes obras maestras del cine (vamos, que ninguna es “Acorazado Potemkin” o “Centauros del desierto”). Pero intentar indagar de qué manera podrían serlo, o qué películas del mismo o distinto género alcanzan dicho rango, me hace especialmente crítico con el resto de obras cinematográficas.

Pero vayamos con el argumento, sin desvelar demasiado: en esta ocasión, vemos al personaje con licencia para matar interpretado por Craig como un agente doble cero ya establecido. Es decir, se obvia la continuidad en el argumento de las dos películas anteriores para centrarse en una misión nueva: desde la secuencia precréditos clásica, esta vez en Estambul, vemos como hay disco duro de ordenador robado que contiene un listado de agentes de la OTAN infiltrados en organizaciones terroristas (sí, una reminiscencia al argumento de la primera entrega de Misión: Imposible). Que la secuencia sea tan adrenalítica como las dos anteriores de Craig (y de la saga Jason Bourne, no olvidemos tampoco sus influencias) no impide que el agente no logre su objetivo y acabe cayendo dicho disco duro en malas manos. Esto pondrá en un aprieto a M, la sempiterna jefa de Bond, que verá como cierta parte de su pasado vuelve a la luz mientras se convierte al Mi6 en el objetivo de acciones terroristas. Bond, que tras dicha misión había sido dado por muerto (guiños a otras películas de la saga, como “Sólo se vive dos veces”, y en cuya novela M llega a escribir el obituario de Bond), decide volver al servicio activo, aunque no esté al 100%. Después de un periplo por distintas zonas geográficas, trajes de etiqueta con cócteles exóticos y mujeres hermosas, acabará enfrentándose al villano de la función, Silva, personaje interpretado por Bardem.

Que Bardem no es santo de mi devoción no tiene relevancia en esta reseña. Toda la crítica internacional está aplaudiendo su interpretación, como ya aplaudieron la de “No es país para viejos”. Está claro que hace un muy buen papel de villano, que bebe de otros de la serie Bond como el Max Zorin de “Panorama para matar”, Alec Trevelyan de “Goldeneye”,… e incluso se remonta al propio Jocker de “El caballero oscuro”. Su histrionismo contenido que estalla en algunos momentos, su pulsión sexual que roza lo almodovariano (en una escena en concreto; lo siento, no puedo decir de qué se trata, so pena de cometer spoiler, pero he de decir que en ese momento hubo amago de aplausos en la sala), la presentación del personaje andando desde la lejanía de la estancia, su voz en V.O. (en este caso el doblaje español no le hace justicia),… Un villano de una buena peli de Bond debe meter miedo, y está claro que éste lo provoca. Es un villano creíble, digno de la era Wikileaks, con sus motivaciones terribles detrás, que pone la guinda a una buena película.

Porque sí, 007: Skyfall me parece una muy buena película. Desde el punto de vista del fan, pero también desde el punto de vista del espectador de a pie. Sus influencias también abarcan mucho del Batman de Christopher Nolan. Se trata de una culminación de la particular trilogía bondiana de Daniel Craig, porque aunque no sigue la continuidad en el argumento, continua con el espíritu de reboot o reinicio de la franquicia y del personaje. Si en Casino Royale veíamos como el personaje daba tumbos (física y sentimentalmente) usando las fuentes literarias de la primera novela, mientras trata de encontrar su propia esencia personal y cinematográfica (la que le ha hecho un personaje fundamental en el cine de acción moderno, lo cual ocurre en la escena final al pronunciar su nombre completo después de su apellido, el célebre “Bond, James Bond”), en Quantum of Solace se retoma a un personaje torturado y atormentado en busca de venganza, para llegar a esta Skyfall en la que se repite una parecida falibilidad del personaje de Bond. Al principio le vemos retirado, tembloroso, agotado, con ojeras… pero el personaje ya está consolidado. Es un Bond físico e impetuoso (a lo Jasón Bourne, sí) pero también es más reflexivo.

Esto se nota en la película, más reposada que las predecesoras. No es una sucesión de escenas de acción enlazadas. Se nota que el parón de cuatro años ha servido para perfilar bien el guión: está cuidado y desarrolla a los característicos personajes secundarios más de lo habitual, pero sin decaer en el ritmo. Mención especial hay que hacer de la fotografía, con grandes hallazgos visuales que dan pie a momentos muy oníricos y simbólicos. Por citar dos ejemplos, la iluminación de las escenas finales en los páramos escoceses; o la pelea en una planta abandonada de un rascacielos en Shangai, con el trasluz de los neones del edificio de enfrente y los combatientes en penumbra: llega un momento en el que no distingues quién de los dos es 007 hasta que uno doblega al otro, pero ya da igual, los dos son asesinos profesionales y la rectitud moral de ambos brilla por su ausencia.

De lo que se trata ahora es de ahondar en el pasado de 007, en sus ancestros, en su Escocia natal, en sus temores (muchos críticos hablan de paralelismos entre el “Rosebud” de “Ciudadano Kane” y el “Skyfall” de Bond). Se habla de la vida y de la muerte; de resucitar y del miedo. Sin embargo, el final de Skyfall cierra el círculo. No lo desvelaré, pero a mí me dejó sin palabras; creía que lo había visto todo y que no tenía mucha capacidad de sorpresa, pero hay algún giro argumental que no te esperas y que entronca con los elementos más clásicos de Bond. De la misma manera que sale el viejo Aston Martin, se presenta al nuevo (y joven) Q, y la inefable melodía de 007 suena en momentos clave. En definitiva, cambiar todo para que nada cambie. El personaje está consolidado y puesto al día. Ya pueden pasar otros 50 años.

Calificación: Muy buena, casi imprescindible, al mismo nivel de Casino Royale (y son palabras mayores).

Lo Mejor: Que es Bond. Es como los diamantes: para la eternidad. No decae en su ritmo y tiene puntazos sueltos y escenas especialmente memorables (los hallazgos visuales ya citados).

Lo Peor: Que es muy fácil que las próximas no estén al mismo nivel. También me disgusta que se estén acostumbrando a que la tradicional escena del Gunbarrel (Bond disparando a la pantalla y cayendo la sangre) la pongan al finalizar la película, y no al principio.

La vería de nuevo: Sí, de hecho la he visto por segunda vez.

La Recomiendo: Tanto para fan acérrimos (por supuesto) como el espectador ocasional, el cual se divertirá sin necesidad de grandes conocimientos previos del personaje (aunque hay guiños para los más freaks).
0017

Ficha en IMDB

Tráiler en You Tube (español):

Si te gustó te gustará:

Peliculas:
– Casino Royale
– la saga de Bourne
– la saga de Batman

Libros:
– Al servicio secreto de su majestad – Ian Fleming

– Sólo se vive dos veces – Ian Fleming

– Silverfin – Charlie Higson. Ésta es la primera entrega de una serie de cinco libros  (the Young Bond series) orientados al público juvenil sobre las aventuras de un joven James Bond en los años 30. Como competencia a Harry Potter está bien, y además tiene muchos guiños a los orígenes del Bond literario. La idea de la vuelta a los orígenes escoceses en Skyfall sale de aquí.

– El espía que surgió del frío – John LeCarré. Digamos que fue la primera de las novelas en las antípodas de lo que el personaje de Fleming ofrecía al género del espionaje, mitificado por escenarios deslumbrantes y exóticos o personajes lujosos y sofisticados. Aquí LeCarré ofrece una visión más prosaica de la figura del espía, cayendo en declive en medio de escenarios grises y anodinos.

– El cuarto protocolo – Frederick Forsyth

– El caso Bourne – Robert Ludlum

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