Archivo de la categoría: Uncategorized

Película – Jurassic World

Jurassic world poster Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Jurassic World

Año: 2015

Director: Colin Trevorrow

Guión: Colin Trevorrow, Dereck Connolly, Rick Jaffa, Amanda Silver

Música: Michael Giacchino

Fotografía: John Schwartzman

Reparto

  • Chris Pratt
  • Bryce Dallas Howard
  • Ty Simpkins
  • Nick Robinson
  • Vincent D’Onofrio
  • Irrfan Khan
  • Omar Sy
  • Judy Greer
  • Katie McGrath

Ante nosotros tenemos uno de los bombazos del año y el plato fuerte de este verano que asoma. Con una expectación que ha hecho batir récords en su primer fin de semana, tenemos la revitalización de una saga que tuvo hace años dos secuelas que desinflaron poco a poco el nivel alcanzado por ese primer Parque Jurásico (1993) y la capacidad de Steven Spielberg de convertir en oro todo lo que tocaba. De hecho, el menosprecio en las últimas semanas de la segunda y tercera parte ha sido habitual, llegando a decir que esta cuarta entrega de Jurassic World se puede considerar la heredera real, obviando el trabajo que Jeff Goldblum primero, y Sam Neill después, interpretaron en las continuaciones. ¿Qué por qué se produce este fenómeno? Bueno, es posible que el efecto expectación que se produce en Hollywood con las secuelas aumente con el paso de los años. Si a una gran franquicia le dejamos que pasen los suficientes años para que el público no se harte de cintas similares, tenemos la dinosauriomanía que se ha desatado este año. Y el caso es que, vista con el paso de los años, ni la primera era tan buena, ni las dos secuelas eran tan malas, ni ésta última la obra maestra digna heredera de un mito que nos quieren hacer ver.

Han pasado más de 20 años desde que tuvo lugar la primera y desastrosa experiencia con dinosaurios revividos genéticamente de Jurassic Park. Pero el sueño de John Hammond de crear un parque temático con criaturas prehistóricas y abierto a todo el público, se ha hecho por fin realidad. En la misma Isla Nublar, en Costa Rica, y tutelado por el magnate Simon Masrani, Jurassic World lleva años abierto y cosechando gran éxito de afluencia con sus impresionantes atracciones. Pero debido al bajón en los beneficios en los últimos tiempos, el siguiente paso está siendo la creación genética de nuevas especies para aumentar la espectacularidad. De hecho, la nueva atracción creada ex profeso para relanzar el parque promete ser la más extraordinaria de todas. Con una fiereza y una inteligencia sin igual, un nuevo dinosaurio llamado Indominus Rex se esfuerza en  superar la peligrosidad del resto de criaturas del parque, incluido el voraz Tiranosaurio Rex o los temibles velociraptores. Pero la nueva criatura resulta tremendamente impredecible, y el jefe de seguridad de los velociraptores, el curtido Owen Grady, se muestra contrario a este tipo de prácticas de manipulación genética, a lo que la directora científica del parque, Claire Dearing, hace oídos sordos. Pronto, lo imprevisible se abrirá paso, y la tragedia se cernirá sobre todos los visitantes del parque, incluyendo los sobrinos de Claire. Grady y el resto de empleados del parque se enfrentarán a una crisis sin igual que rememorará los peores momentos del primer Jurassic Park, y todos los intentos para restablecer el orden en una isla llena de bestias prehistóricas resultarán inútiles.

Lo más gracioso de Jurassic World es como en su trama subyace una curiosa metáfora acerca de la necesidad de las grandes corporaciones de darle al público más de lo mismo, pero amplificado y multiplicado por mil, mientras se empaqueta y se vende para obtener beneficios. Da igual que sea una opaca corporación dedicada a los dinosaurios o las grandes majors de Hollywood, a lo que se enfrentan ambas es a la desidia y el hastío de un público que cada vez es más exigente y que pide más. Que la sensación de haberlo visto todo merma su capacidad de sorpresa y está necesitado de nuevas piruetas (genéticas o cinematográficas) para mantenerse en la cumbre y no morir en el mayor de los olvidos. Es en efecto esta cuarta entrega de Parque Jurásico como ese parque temático inicial que se esforzó por ser lo que nadie era capaz de ofrecer en ese momento, pero que acabó en tragedia. Sin embargo, aquí vuelve a reverdecer éxitos pasados y se vuelve a erigir en el amo y señor del género de catástrofes con bichos incluídos. Y de hecho están todos los ingredientes del género: ambición capitalista desmedida que lleva a la tragedia irremediable; reparto coral de protagonistas donde se admiten apuestas por ver quien sobrevive y quien no; el guapo de la función algo rebelde y experto en manejar la situación, que advierte desde un primer momento de las consecuencias funestas de actitudes irresponsables; malos y más malos que revelan sus verdaderas intenciones en mitad de la crisis y la empeoran,…

Lo difícil de Jurassic World es darnos todos estos ingredientes sin que nos demos cuenta de lo predecible de su desarrollo. De hecho, el trailer destripa las sorpresas argumentales como ya viene siendo habitual en estas superproducciones, y el resto de la película se basa en crear el caos sin que se caiga en lo melodramático. Es decir, en las anteriores entregas ya se inauguró un sentido del humor negro y algo gore que mostraba las muertes de los personajes con cierta gracia para despertar la carcajada del espectador y restarle hierro a la situación (es de recordar la escena en que el T-Rex devoraba a un personaje en el WC). Pero aquí ya se convierte en una marca de la casa ver como los dinosaurios causan estragos entre los visitantes de a pie, y las distintas bajas entre los personajes están tratadas con una ligereza tal que lleva ese humor negro a extremos nunca vistos en el cine mainstream.

Pero dejando a un lado esa previsibilidad del argumento y ese esfuerzo por no caer en lo ridículo (que cae, y mucho), hay que mencionar el punto fuerte de la cinta que no es otro que un Chris Pratt en su mejor momento. El descubrimiento de este actor como nuevo héroe de acción socarrón y marrullero ya lo habíamos visto en la excelente “Guardianes de la Galaxia”. Aquí no hace sino confirmar su nuevo estatus de estrella capaz de levantar una película él solito, llenando la pantalla con su presencia en cada plano que sale. Suyos son los mejores chistes de la cinta, y no podemos menos de sentir admiración como los niños de la película muestran en un momento.

En definitiva, más de lo mismo pero puesto al día y con mejores efectos especiales. Un argumento que en ocasiones es un poco ridículo y sonroja al espectador, solo salvado por las bromas y los guiños a la primera entrega. Y por el actor protagonista (y su réplica femenina), mientras que el resto de secundarios resultan fácilmente olvidables.

Calificación: Entretenida

Lo Mejor: Chris Pratt

Lo Peor: Algo ridícula por momentos

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0369610/?ref_=ttfc_fc_tt

Tráiler en You Tube (español):

1 comentario

Archivado bajo Uncategorized

Película – Tomorrowland, el mundo del mañana

tomorrowland poster4

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Tomorrowland

Año: 2015

Director: Brad Bird (Los Increíbles, Ratatouille, Misión Imposible: Protocolo Fantasma)

Guión: Brad Bird, Damon Lindelof

Música: Michael Giacchino

Fotografía: Claudio Miranda

Reparto

  • George Clooney
  • Britt Robertson
  • Hugh Laurie
  • Raffey Cassidy
  • Thomas Robinson

El nuevo producto de la factoría Disney se llama Tomorrowland y tiene el nombre de un parque de atracciones. Al igual que Piratas del Caribe, del que sacaron la idea para uno de los más prolíficos planteamientos conceptuales del cine de los últimos años, el mundo imaginario mostrado en esta película se basa en una ciudad futurista concebida por el propio Walt Disney y conocida como EPCOT, que no llegó a erigirse como tal; si bien el concepto inicial fue derivando años después en un parque temático dedicado a la ciencia y la tecnología, se podría decir que ese espíritu soñador y científico se ha tomado como base para construir una canto a la ciencia y la tecnología, que aporta un poco de optimismo ante el futuro y deja de lado las fantasías distópicas y apocalípticas mil veces vistas, acerca del colapso del mundo occidental y la percepción de los adelantos científicos como nocivos para nuestro desarrollo. Por primera vez desde hace tiempo, la visión de una película es la de soñar con un futuro repleto de artilugios imposibles que nos faciliten la vida, igual que los visionarios del siglo XX que pensaban que el progreso puede significar grandes adelantos para la humanidad. Y ése es el principio de Tomorrowland, en el que se nos dice que soñar es bueno, que todo es posible si nos lo proponemos y que pueden más las buenas intenciones que las actitudes egoístas. Para ello se ha contratado a un Brad Bird que ya había llevado a la filial de Disney, Pixar, a los más altos estándares de calidad artística con Los Increíbles y Ratatouillie. El salto de la animación a las grandes superproducciones ya lo había dado con la cuarta entrega de Misión Imposible, consiguiendo mantener el tipo más o menos airoso en el género de acción. Sin embargo, a pesar de las críticas mixtas acerca de la calidad de Tomorrowland, en mi opinión aquí ya no tiene tanta suerte y acaba realizando un producto confuso y desigual, con muchas referencias visuales y argumentales a Disney y a la ciencia ficción clásica en general, pero que no acaba de enganchar del todo y podría suponer un batacazo en taquilla para la propia Disney, a juzgar por la afluencia de público que está teniendo en estas semanas desde su estreno. Y si le unimos el hecho de que está co-escrita por uno de los artífices de la serie “Perdidos”, Damon Lindelof, el delito por no saber enganchar adecuadamente al espectador es aún mayor.

¿Qué pasaría si existiese un mundo con los mejores y más visionarios inventores donde pudieran investigar y crear a su libre voluntad? Frank Walker es un niño inventor, con mucha imaginación, que llega a la Feria Mundial de la Ciencia de 1964 con el propósito de participar en un concurso de inventores. Allí conoce a Athena, una misteriosa niña que le ofrece la posibilidad de que su inventiva sirva para algo al enseñarle un secreto que muy pocos conocen. Unos cuantos años después, en la actualidad, tenemos a Casey, la optimista e inteligente hija de un ingeniero de la NASA que se opone al desmantelamiento del programa espacial mediante pequeños actos de sabotaje en la base de lanzamiento donde trabaja su padre. Esta actitud le acabará trayendo problemas al ser arrestada in fraganti en las instalaciones de la NASA. Al salir de la comisaría descubre entre sus objetos personales una misteriosa insignia que le abre la puerta a una realidad ubicada en un mundo futurista con una tecnología más allá de lo que podemos imaginar. Tras investigar por Internet, descubre que la insignia tiene el logotipo de la Feria Mundial de Nueva York de 1964, y que un adulto llamado Frank Walker tiene la clave acerca de ese sitio mágico llamado Tomorrowland, qué es y cómo llegar. La soñadora y optimista Casey chocará con el espíritu huraño de Frank, y la actitud de cada uno jugará un papel importante en el desarrollo de los acontecimientos y en el futuro de la humanidad, siendo Tomorrowland el sitio más adecuado para lograr que lo imposible se haga realidad.

En su planteamiento Tomorrowland es acertada. El trailer no muestra gran cosa y te deja con ganas de más, de saber qué hay detrás en ese argumento que mezcla intriga y soñadores a partes iguales. Y la primera mitad de la película no va por mal camino: una historia contada por medio de flashbacks, la amenaza de un mundo que se destruye, un paraíso futurista ubicado en otra dimensión, unos personajes atractivos, grandes actores tanto conocidos como noveles,… Y es que la aparición de George Clooney siempre es sinónimo de buen gusto. Y si le contraponemos a un Hugh Laurie tan reguñón como siempre, tenemos el duelo largamente esperado entre dos de los médicos de la TV más mediáticos de las últimas décadas. Luego están las chicas secundarias de la función, poco conocidas en la gran pantalla pero que derrochan una frescura bastante estimulante. Britt Robertson como la adolescente Casey le da la réplica de manera perfecta a Clooney, resultando pizpireta y alentadora a partes iguales. Y la aún más joven Raffey Cassidy como Athena llena la pantalla cada vez que sale, quizás algo estática -pero necesario para el papel que interpreta-.

El problema de todo es que a mitad de película la cinta no todavía no ha resuelto gran cosa de sus planteamientos. El argumento se va precipitando con una resolución cada vez más inverosímil y desaprovecha estos personajes bien planteados para perderse en ambiguos mensajes de optimismo. Valga como ejemplo la escena de la Torre Eiffel, tan forzada que no hay por donde cogerla. La historia entre Athena y Frank, con tantas aristas como uno pueda imaginar, acaba precipitándose con una torpe conclusión. La cinta llega hasta los 130 minutos pero comete el peor de los pecados que puede cometer una película, y en algún momento del metraje deja de enganchar y hace perder interés al espectador. Entre medias, nos quedamos con su optimismo desbordante y el toque Disney siempre inocente (aunque no tanto: los perseguidores de nuestros protagonistas no dudan en volatilizar a todos los que se interponen en su camino); el canto al futuro, a la nostalgia de la era espacial y a la tecnología soñadora como medio de avanzar como civilización. Aunque la manera de contar esto no sea tan brillante como correspondería a unos guionistas tan ilustres.

Calificación: Entretenida, sin más.

Lo Mejor: Unos actores magnéticos, tanto los consagrados como las jóvenes promesas.

Lo Peor: Que no sabe rematar lo que el realizador tiene entre manos.

La vería de nuevo: Puede.

La Recomiendo: Para aquellos irredentos pesimistas que piensen que el mundo no tiene solución.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1964418/combined

Tráiler en You Tube (español):

Deja un comentario

Archivado bajo Uncategorized

Película – Mad Max, furia en la carretera

Mad Max Fury Road poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Mad Max: fury road

Año: 2015

Director: George Miller (Mad Max, Salvajes de autopista; Mad Max 2, el guerrero de la carretera; Mad Max 3, más allá de la cúpula del trueno; Las brujas de Eastwick; El aceite de la vida; Happy Feet)

Guión: George Miller, Brendan McCarthy, Nico Lathouris

Música: Junkie XL

Fotografía: John Seale

Reparto

  • Tom Hardy
  • Charlize Theron
  • Nicholas Hoult
  • Hugh Keays-Byrne
  • Josh Helman

Cuando en 1979 George Miller tiró de ahorros para embarcarse en una película de serie B australiana, extraña y distópica (y con un desconocido Mel Gibson como protagonista) en poco podía intuirse el imaginario visual que estaba a punto de crear, y la influencia que tendría al vislumbrar un nuevo género en la ciencia ficción. La verdad es que siempre que la he veo no la llego a entender del todo; quizás porque me espero una explicación al argumento que nunca llega, quizás porque tienes en mente las sucesivas secuelas que llevan a otro nivel el futuro post-apocalíptico que sólo se esboza en la primera parte. Lo que está claro es que en “Salvajes de la autopista” no se da el argumento tan mascado como en “El Guerrero de la carretera”, lo que ayuda más al desconcierto del espectador. Pero el factor tiempo es muy importante a la hora de ayudar a que las obras de arte se fragüen y cristalicen, y la etiqueta de película de culto pronto apareció para que el festival de coches modificados, personajes estrambóticos vagando por el desierto y luchas por un combustible en las ruinas de la civilización se convirtiera en un referente del género. Es más, todavía resuena en la memoria el remedo fracasado de Kevin Costner en “Waterworld”, que trasladaba al entorno acuático situaciones y personajes. Sin embargo, tras unas películas como director en las que Miller ha intentado cambiar de registro meridianamente, aquí vuelve más de treinta años después con el personaje que le dio fama y elevó a la categoría de mito un género mil veces imitado, pocas veces superado.

La historia es conocida por todos: en el futuro los recursos naturales se agotarán y la civilización se colapsará ante la carencia de combustible con el que alimentar el progreso. La gente normal sucumbirá ante los desalmados que sean capaces de enfrentarse por un litro de gasolina, y empezarán a surgir tribus y bandas que heredarán la tierra. Los vehículos serán viejas glorias restauradas a base de piezas antiguas y recicladas, y es en este escenario en el que un antiguo policía (otrora padre de familia) conocido como Max vaga solitario por el desierto sobreviviendo como puede. Tras una persecución con una banda conocida como War Boys, un ejército privado de un líder tiránico conocido como Inmortan Joe, Max es apresado y custodiado como donante de sangre. Pero pronto cambian las cosas, y una subalterna de Inmortan Joe conocida como Imperiator furiosa, secuestra un camión que iba a repostar gasolina a la cercana ciudad de Gas Town. Dentro del camión huyen con Furiosa las esposas particulares de Inmortan Joe, un grupo de bellas mujeres dedicadas a la procreación con dicho líder, y todo el ejército de War Boys huye tras el convoy para evitar la fuga de semejante grupo de féminas. Max es atado al poste de uno de los vehículos de guerra y obligado a participar en la persecución a través del desierto, pero tras una tormenta de arena cambian las tornas y Max acabará uniéndose a Furiosa y ayudándola a huir de las garras de Inmortan Joe, en un viaje a través del desierto y de los últimos vestigios de lo que antes fue la civilización.

Y contra todo pronóstico de lo que supone retomar una saga que parecía que ya había dado todo lo que se podía esperar de ella, Miller ha vuelto a rizar el rizo para sacarse de la manga una de las mejores películas de acción de lo que llevamos de año. En vez de coger a un ajado Mel Gibson e inventarse una trama que justifique su edad, se ha preferido coger a un Tom Hardy que supera en tosquedad y juventud a aquél, y se vuelve al entorno argumental de la segunda parte para hacer una especie de reinterpretación de ésta. No se limita a volver a recoger situaciones y personajes que puedan sonar reiterados y redundantes, sino que se vuelven a redefinir conceptos en este universo apocalíptico y cruel, con una imaginería que es nueva pero a la vez que encaja con el mundo que ya habíamos visitado en los ochenta. Hasta el icónico V8 interceptor está presente para identificarnos y dar el relevo del personaje que vaga por el desierto huyendo de los demás y de sí mismo. La predilección de Miller por las escenas de acción tradicionales, alejadas de los efectos digitales actuales y las pantallas verdes que restan verosimilitud a la trama, se agradece a la hora de disfrutar de tanta persecución con vehículos estrambóticos sacados de su imaginación. Al igual que los personajes y la distintas jerarquías sociales que tienen en el argumento, cada uno con su lógica interna aplastante que les motiva la ejecución de sus actos, pero que no dejan de sorprender con todas las vueltas de tuerca que se saca el realizador de la manga para justificar un mundo tan loco y desequilibrado como el de Mad Max. Incluso el demente Inmortan Joe está interpretado por Hugh Keays-Byrne, el malvado Toecutter de la primera parte.

Mención especial merecen los personajes femeninos, en lo que se ha calificado de epopeya feminista como contraste a los trastornados personajes masculinos. En efecto, Charlize Theron y todas las demás chicas que completan el reparto están en otro nivel en lo que a sus contrapuntos masculinos representan. Ellos son decadentes, brutos y trastornados. Ellas no desmerecen en brutalidad y firmeza, son luchadoras y consistentes, pero con un plus esperanzador que las convierte en las verdaderas estrellas de la cinta.

Porque al final estos personajes femeninos es lo único reposado de la función. Todo lo demás es una paranoia sin descanso de persecuciones y una galería estrambótica de todo lo que se le pueda pasar por la cabeza a Miller. Resucita una saga que no cae en nostalgias baratas ni hace relecturas tediosas para el espectador. No hace falta un entendimiento exhaustivo de la trama, ni se pierde en explicaciones superfluas. Va al grano, y la película avanza aunque los coches estén parados. Los personajes hablan poco, pero entendemos perfectamente sus pretensiones. Y al final, como el propio Max, vemos como se hace a un lado para cederle el protagonismo a Furiosa sabedores de que él se retira para vivir nuevas aventuras en solitario. Como si fuera una premonición de próximas entregas que vendrán después de ésta. Sólo esperemos que tengan el músculo y la capacidad de ésta, treinta años después del origen de esta saga.

Calificación: Muy buena.

Lo Mejor: Su sentido del espectáculo

Lo Peor: Desquiciante por momentos

La vería de nuevo: Sí

La Recomiendo: Para fanáticos de paciencia ficción postapocalíptica.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1392190/

Tráiler en You Tube (español):

4 comentarios

Archivado bajo Uncategorized

Película – Spy Game (revisión)

spy game poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Spy Game

Año: 2001

Director: Tony Scott (Top Gun, Días de trueno, El último Boy Scout, Enemigo Público)

Guión: Michael Frost Beckner, David Arata

Música: Harry Gregson-Williams

Fotografía: Dan Mindel

Reparto

  • Robert Redford
  • Brad Pitt
  • Catherine McCormack
  • Stephen Dillane
  • Larry Bryggman

Del tristemente fallecido director Tony Scott (y hermano del irregular Ridley) nos llegó en 2001 este estupendo thriller de espías que recuerdo perfectamente que disfruté en el cine y que se convirtió en una digna muestra de mi género cinematográfico favorito. Especializado en Blockbusters de estudio, no daba tanto en el clavo con sus películas como sí lo hacía su hermano (Blade Runner, Alien y Gladiador son obras maestras, a pesar de que luego el resto de su cinematografía no está a la altura), y se puede decir que ambos se han ido desinflando conforme fueron madurando en su filmografía. Sin embargo, estuvo realmente inspirado cuando hizo esta “Spy Game” en 2001 (y un poco antes “Enemigo Público”, aunque Will Smith fastidiara un poco la función), mostrándonos las cloacas del sistema, los despachos donde se toman las decisiones y los gerifaltes deciden con su pulgar la integridad de sus peones en función de la conveniencia política del momento. Con un ritmo endiablado, una unidad temporal irrefutable (la película se desarrolla en un día mientras se reconstruye la relación de los protagonistas y las últimas décadas de relaciones geopolíticas con flashbacks) y escenas de acción dosificadas (más que acción hay intriga, de esa que provoca taquicardias), Spy Game se ha convertido en un semi-clásico del género que da gusto revisitar de vez en cuando.

El veterano agente de la CIA Nathan Muir se encuentra en su último día de trabajo en la central de Langley, Virginia. Con una dilatada carrera profesional de décadas trabajando en el espionaje en medio mundo, se merece un retiro alejado de las intrigas políticas americanas. Pero justo este último día se entera de que ha sido capturado en una cárcel china realizando una misión no autorizada Tom Bishop, joven operativo que fue reclutado por el propio Muir en los setenta. Este incidente puede causar una grave ruptura en las relaciones diplomáticas con el país comunista, así que el gobierno está planteándose repudiar al agente y dejarle a su suerte, lo que supondría la ejecución en pocas horas. Muir es llamado a una reunión para que cuente la relación que le unía a Bishop, el modo en que le reclutó y las distintas operaciones que han vivido juntos a lo largo de las décadas, para que la cúpula de la CIA tenga algo de información acerca de en qué estaba Bishop metido por si mereciera la pena salvarle o no. A través de distintos flashbacks vemos su reclutamiento durante la guerra de Vietnam, su adiestramiento en el Berlín comunista en plena guerra fría, o las misiones más agridulces en el Beirut de los ochenta. Mientras que los jefes de Muir son reticentes a contarle toda la información por estar al borde de la jubilación y no concernirle en nada, éste se busca las maneras de enterarse de los pormenores de la situación tirando de contactos y antiguas amistades, a la vez que rememora sus sentimientos por el joven aprendiz y todas las enseñanzas que le enseñó para triunfar en una profesión que parece un juego, pero es mucho más peligroso de lo que parece.

Con una duración de algo más de dos horas y dos actores brillantísimos, tenemos una película que se pasa volando mientras vemos el duelo interpretativo de ambos. El argumento está plenamente integrado en el ritmo por la ya citada unidad temporal de la trama, y los momentos de tensión van apareciendo poco a poco en los momentos adecuados. El esbozo de los personajes resulta acertadísimo, ya que pocas veces se puede decir tanto de unos personajes por lo mostrado de manera implícita por la trama. Vemos al agente veterano intentando dar lecciones al aprendiz, enfadarse con él y no mostrar nunca la totalidad de sus cartas. Con un as en la manga, siempre oculta algo y nunca sabemos sus verdaderas intenciones ni la auténtica moralidad de sus actos. Es lo normal cuando alguien lleva tantos años en un negocio tan peligroso. Por el contrario, el joven interpretado por Pitt es impetuoso y arrogante, con buenas intenciones y demasiado inocente para el trabajo. La verdad es que están bien elegidos los actores para interpretar los papeles. El mayor defecto que le veo a la cinta es la dificultad para hacernos creer las escenas ambientadas en el pasado. La vejez de Redford no se disimula con unas simples patillas años setenta, y Brad Pitt parece que siempre lleva el mismo peinado pasen los años que pasen. Y es que hay efectos de maquillaje que no se consiguen ni a base de los mejores efectos especiales. Es por esto que los actores están muy bien elegidos, a pesar de la labor no muy lograda de maquillaje.

Pero si obviamos este detalle tendremos una intriga de la que Scott se despega de sus convencionales thrillers para ofrecernos mayor calidad de la que nos tiene acostumbrados. Con una crítica no tan velada a las cloacas de los servicios de inteligencia y a la política exterior de los USA, Spy Game es tremendamente divertida y rápida en su desarrollo, y eso es más de lo que nos ofrece la cartelera actual.

Calificación: Muy buena

Lo Mejor: El ritmo, la trama, los flashbacks, el duelo interpretativo Redford – Pitt

Lo Peor: El intento de hacernos creer que los protagonistas tienen varios años menos

La vería de nuevo: Sí

La Recomiendo: Sí

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0266987/

Tráiler en You Tube (español):

Deja un comentario

Archivado bajo Uncategorized

Película – Malditos vecinos (revisión)

malditos-vecinos-poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Bad Neighbours

Año: 2014

Director: Nicholas Stoller

Guión: Andrew J. Cohen, Brendan O’Brien

Música: Michael Andrews

Fotografía: Brandon Trost

Reparto

  • Seth Rogen
  • Zac Efron
  • Rose Byrne
  • Dave Franco
  • Christopher Mintz-Plasse
  • Lisa Kudrow

Esta semana tocaba algo ligero y de trazo grueso, y de la mano del irreverente Seth Rogen llega esta comedia gamberra del año pasado que pasó sin muchos aspavientos por las carteleras. El tipo de humor que hace este humorista no llega a la mala leche de los Farrelly o Seth McFarlaine, por ejemplo. Lo cual no está exento de  su dosis de irreverencia, a la vez que atiza siempre a algún estamento de la sociedad nacional o internacional. Sin ir más lejos, el caso de su última película, “The interview”, que consiguió enfurecer al régimen de Kim Jong Un de Corea del Norte, e hizo tambalearse a la todopoderosa Sony por unas semanas con el ataque informático a sus sistemas. En esta ocasión el director ha sido otro, y tampoco tenemos a James Franco como protagonista, pero da igual: tenemos al hermano pequeño de éste (Dave Franco), y el toque de Rogen está presente en toda la cinta. Y lo más cachondo de la cinta (no se puede usar otro adjetivo para describir el conjunto de gags y chistes que tenemos) es haber conseguido a Zac Efron para el papel de presidente desenfrenadamente gamberro de la hermandad universitaria, quitándose la etiqueta de ídolo ñoño de adolescentes femeninas de “High School Musical”, y poniendo sus abdominales al servicio de la irreverente trama.

Mac y Kelly son unos padres primerizos cuya hija apenas tiene unos meses. Hasta hace nada eran los típicos juerguistas jóvenes ya bien entrados en la treintena pero que decidieron dar un paso adelante y asumir la responsabilidad que supone la paternidad en los tiempos que corren. En su nuevo estatus familiar, que les priva de poder divertirse de la manera que lo hacían antes, buscan integrarse como una familia más en el barrio tranquilo y residencial donde viven. Pero la mayor de sus pesadillas ocurre cuando en la casa de al lado se instala una fraternidad universitaria, de ésas en las que todos los fines de semana las fiestas son brutales, el alcohol y las drogas campan a sus anchas, y el sexo es más casual y libertino que nunca. Ante la perspectiva de tener que pasar todas las noches en vela cuidando de su bebé, el enfrentamiento con el joven grupo universitario no tardará en llegar. Primero de manera indirecta y amigable; más tarde se dejarán las sutilezas a un lado mientras los jóvenes padres se enfrentan al hecho de que su momento pasó, ya no son ellos los que se divierten mientras fastidian al resto, y han dado un enorme salto generacional sin darse cuenta, sólo por el hecho de tener familia.

Heredera del súbgenero de fiestas universitarias estilo “Desmadre a la americana” o “American Pie” más recientemente, nos recuerda  también a aquella “No matarás al vecino”, con Tom Hanks cayendo bajo por culpa de los habitantes de la casa de al lado. Sólo que esta “Maditos vecinos”, entre broma y broma no caracterizadas por la sutileza, nos hace una profunda reflexión acerca del fin de la juventud y el inicio de la madurez representado por la responsabilidad de ser padres. La línea difusa en la que, sin saber en qué momento exacto de tu edad, ya no encajas en las juergas cada vez más locas de las generaciones venideras. Ese momento en el que te das cuenta que prefieres un día de parque que levantarte de resaca; o cuando tu jefe te invita a comer con su familia a ti antes que a tu colega de trabajo descebrado.

Con chistes aparentemente tan estúpidos como el del momento en que la madre no puede dar el pecho a su bebé porque el día anterior se agarró una buena cogorza (mientras que el padre es un experto consumidor de setas alucinógenas), básicamente se nos viene a decir que hay una época para todo, pero que jugar a ser Peter Pan puede llegar a ser contraproducente llegado el momento. Y es que además este pensamiento es bidireccional, puesto que Efron y Franco, como representantes de juerguistas máximos de la fraternidad, tienen sus más y sus menos mientras piensan qué serán de sus vidas al acabar la universidad, y si su futuro será algo más que ser chicos Abercrombie en la puerta de una tienda.

Pero de todo esto te das cuenta rascando un poco la superficie. Lo que se ve de “Malditos Vecinos” en un primer momento es un montón de chistes gruesos y fáciles, algunos hay que decir que tienen gracia (cuando deciden hacer réplicas de sus… ejem… para financiarse las fiestas). Y el enfrentamiento entre los pectorales de Efron y las lorzas de Rogen, que es toda una declaración de intenciones generacional. La verdad es que esta cinta no juega en la liga de las grandes comedias, ni falta que hace. Yo, que no soy muy del humor de los hermanos Cohen (por ejemplo), prefiero mil veces esta película que se presenta apenas sin aspiraciones. Y la nota a la que llega es al notable raspado (tampoco la vamos aquí a elevar a los altares), pero que cumple su función que es la de entretener. Eso sí, es perfecta mientras la ves con tu grupo de amigos con los que te encanta reírte de los típicos chistes soeces que luego jamás reconocerás haber contado.

Calificación: Entretenida

Lo Mejor: El reconvertido Zac Efron en guaperas cabroncete, y su duelo con Seth Rogen (incluida la pelea final). Las reflexiones del paso a la adultez.

Lo Peor: Que te des cuenta que una cinta tan gamberra como ésta te pueda gustar.

La vería de nuevo: Puede

La Recomiendo: Para ver con amigos, sí.

Películas similares: American Pie, Aquellas fiestas universitarias, Desmadre a la americana, Supersalidos, Juerga hasta el fin, The interview

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2004420/combined

Tráiler en You Tube (español):

Deja un comentario

Archivado bajo Uncategorized

Película – Los vengadores (revisión)

Los vengadores poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: The Avengers

Año: 2012

Director: Josh Whedon

Guión: Josh Wedon, Zak Penn

Música: Alan Silvestri

Fotografía: Seamus McGarvey

Reparto

  • Chris Evans
  • Robert Downey Jr
  • Scarlett Johanson
  • Mark Ruffalo
  • Chris Hemsworth
  • Jeremy Renner
  • Samuel L. Jackson

Francamente, no entiendo el fenómeno que está suponiendo esta fase dos de Marvel. Las películas de este grupo de superhéroes con sus propios crossovers y spin offs están cosechando gran éxito tanto en taquilla como en críticas, cuando lo que yo percibo desde fuera es una sensación de hartazgo y saturación importantes. Ya he perdido la cuenta de la cantidad de películas en las que sale Robert Downey Jr como Iron Man, si el Capitán América sigue congelando en los años cuarenta, o si Thor tiene una película propia o dos. La verdad es que hacer películas de superhéroes tiene sentido cuando nos cuentan los orígenes del personaje, la manera en la que adquirió sus poderes y las razones de lanzarse a la calle a combatir el crimen. En este sentido las dos primeras de Spiderman o las tres de Batman de Nolan son fantásticas. O la manera de contar los orígenes de los X-Men en los años 60. También me parece suprema la ópera espacial basada en un cómic menor “Guardianes de la Galaxia”, por suponer un soplo de aire fresco por personajes, humor y ambientación. Pero la manera de apabullar con tanta película de Capitán América y Iron Man  me parece ya un abuso y una estrategia equivocada basada en exprimir por exprimir la gallina de los huevos de oro. Y eso que ahora en cines la secuela de esta cinta “La Era de Ultron” la están poniendo por las nubes, y es por eso por lo que me he decido a lanzarme al ruedo con esta “Los Vengadores”, sin haber visto las incursiones solitarias de Thor en la gran pantalla; pero con las tres de Iron Man, las dos del Capitán América y no sé cuantas más en la retina, aún a riesgo de mezclar argumentos y personajes varios.

Nick Furia, jefe de una unidad supersecreta conocida como SHIELD, ha traído de otro planeta al semidios Loki, que persigue un material llamado Teseracto capaz de abrir un agujero interdimensional en la Tierra. Con la perspectiva de dominar a los humanos, Loki secuestra a Ojo de Halcón de SHIELD para conseguir sus fines, y Nick Furia se ve en la necesidad de reclutar a un grupo de superhéroes para detener a Loki. Entre ellos está su hermano Thor (semidios, al igual que Loki, con su poderoso martillo y la energia del rayo), el Capitán América (un supersoldado hibernado desde la II Guerra Mundial con un escudo hecho de un material irrompible), Iron Man (un millonario llamado Tony Stark que se hizo un ciber traje que le sirve de armadura metálica), la Viuda Negra (una espía al servicio de SHIELD), y Hulk (el alter ego de Bruce Banner, científico que fue sometido a radiación y desde entonces se convierte en una bestia verde casi invencible cada vez que no puede controlar su furia). La lucha de egos e intereses que supondrá este grupo tan extraño deberá dejarse al margen si quieren tener alguna posibilidad de salvar la ciudad de NY y a la propia humanidad…

Quizás es un problema de no haber leído suficientes cómics de estos superhéroes, pero la verdad es que estos personajes me dejan más bien frío. Si quizás cada uno por separado tiene la entidad suficiente para hacer que me interesen sus conflictos personales, juntos lo que veo es un choque de egos y chistes fáciles bastante ocultos que pasan la mayor parte de las veces desapercibidos. La gracia del Capitán América está en su idealismo y su lucha contra el enemigo común en una época anterior, y el anacronismo de verle en el presente lidiar con el cambio social desde la II Guerra Mundial. Iron Man es un chulo y prepotente millonario que estuvo al borde de la muerte y por eso se construye un marcapasos atómico. Bruce Banner es un científico que huye de su propia personalidad alterada, y Thor es un semidios que persigue a su hermano para que no cause una catástrofe en la Tierra. Quizás con una película para cada uno bastaba, pero ya tanta secuela y cross over en pocos años cansa y da como resultado películas fácilmente olvidables que no tienen entidad propia. Y el hecho de que salgan más de horas de metraje no ayuda mucho a que sean fáciles de digerir. En concreto, en Los vengadores se tarda mucho en ir al grano, el argumento se basa en un Mcguffin que en ningún momento entendí, y los últimos cuarenta minutos se basan en explosiones, luchas, saltos y volteretas en el centro de Nueva York que acaban por resultar cansinas (el mismo problema que tenía la última de Superman en “El hombre de acero”).

Como puntos fuertes, para no ser excesivamente crítico con la cinta, hay que decir que algunos personajes funcionan (por la gracia de los actores que los interpretan). En este sentido, Robert Downey Jr se siente tremendamente cómodo como Tony Stark, después de interpretarlo tres o cuatro veces. El cinismo de su personaje contrasta con el idealismo del Capitán América, verdadero líder del grupo. Aunque como personaje es más noble y por lo tanto, más soso y con menos enjundia dramática, por lo menos aquí Chris Evans tiene su réplica bien montada con el personaje de Iron Man (lo que no ocurría en “El Capitán América 2, El soldado de invierno”). Y Scarlett Johanson siempre es un buen reclamo dé igual la cinta (siempre que no sea de Luc Besson).

Por lo demás, poco más puedo añadir de esta película, que sin ser mala y aburrida en exceso, sí que resulta francamente olvidable, como las otras diez de esta franquicia. De momento, me estoy pensando en ir al cine a ver “La Era de Ultrón”, veremos si las buenas críticas me convencen de lo contrario.

Calificación: Pasable

Lo Mejor: Algunos retazos sueltos de la lucha de egos de los personajes.

Lo Peor: Es francamente larga, olvidable y cansina.

La vería de nuevo: Buf… no sé…

La Recomiendo: Sólo para fans irredentos de los cómics

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0848228/combined

Tráiler en You Tube (español):

Deja un comentario

Archivado bajo Uncategorized

El mundo de la muerte – Harry Harrison

Reseñado por Bitterblink

Mundo de la Muerte - Harry Harrison

Mundo de la Muerte – Harry Harrison

Harry Harrison es un mítico escritor de ciencia ficción estado-unidense que por cierto y a modo de curiosidad no se llamaba Harry Max Harrison sino Henry Maxwell Dempsey, se hizo famoso por su novela ¡Hagan Sitio!¡Hagan Sitio! (Soylent Green en su versión cinematográfica y por su saga de la Rata de acero inoxidable. Las aventuras de este otro sinverguenza espacial son las que van a crear el estilo que luego se irá replicando en todos sus libros. Fiel defensor del esperanto y autor ateo y anticatólico reflejará estos valores repetidamente en sus novelas, aunque quizá es en esta donde menos veces muestra su ideología.

Si lo que buscas es una novela de aventuras, un Space Opera de los de antes, este probablemente sea uno de los libros más entretenidos para empezar a leer, eso si, no busquéis profundidad en este tipo de novelas.

Sinopsis

Jason dinAlt es un jugador profesional que utiliza sus erráticas habilidades psiónicas para sacar ventajas en juegos de azar. Un día sin embargo se encuentra con un violento hombre que le propone hacer saltar la banca de un casino para salvar su mundo natal. Su poderosa presencia y su intrigante iniciativa hace que Jason decida irse con él.

Una vez perpetrado el robo con el que pretende financiarse un cargamento de armas, Jason decide acompañar a su misterioso amigo para ver a qué quiere dedicar esas armas, puesto que afirma que se trata de defenderse del planeta en el que viven.

A la llegada al planeta descubre que es tratado como un niño puesto que realmente el 90% de lo que existe en el planeta intenta matarlo. Y sin embargo Jason no termina de entenderlo o mejor dicho, no termina de creerse que el planeta siempre ha sido un mundo de la muerte donde todos los seres vivos desean acabar con la población humana.

Poco a poco va entendiendo que allí hay más de lo que pretenden enseñarle puesto que hay una población humana al margen de la ciudad que en cambio parece poder vivir en el planeta.

Jason decide desvelar el misterio y acabar por fin con la guerra perpetua en la que viven sus habitantes, pero para ello necesita que esos mismos habitantes que llevan demasiado tiempo en guerra atiendan a razones.

Opinión personal

Es un libro de lo más entretenido, muy orientado a un lector juvenil, mucha violencia, muchas armas, muchos seres mortíferos y a la vez me encanta que el personaje principal no es una «máquina de matar» sino todo lo contrario: destaca por su inteligencia y por su poder psi en vez de ser un héroe de acción puesto que hasta el niño más pequeño es mejor guerrero que él.

Es cierto que la desbordante y adolescente imaginación del autor nos lleva a perdernos fácilmente en un mundo sencillo donde hasta lo más sensato parece una gran idea, de hecho Jason parece mucho más inteligente de lo que realmente es.

Hay que reconocer que el resto de los personajes son meras sombras y el único personaje femenino presente es otro arquetipo, una mujer voluptuosa de casi dos metros y terrible guerrera y presentada como una mujer «cabeza-hueca». Es una seña de identidad del autor que cabreará probablemente a las lectoras que busquen un personaje para identificarse con él. Es lo que tenía la literatura de aventuras en el espacio de los años 70 principios de los 80, machista a más no poder, pero no por ello es imposible de disfrutar si te abstraes de ello.

Quizá me molestó otra seña de identidad del autor, que es meter política y religión en sus libros y dar lecciones morales, y al final de este libro termina con una de estas moralinas que no me convencen nada pero pase, no me parece terrible y me gusta el final abierto que me permite seguir leyendo estos libros absurdos pero entretenidos.

Calificación: Entretenido

Lo Mejor: El sentido del humor, la aventura, los animales del mundo de la muerte

Lo Peor: La diatriba antirreligiosa es bastante irrelevante, poca profundidad, machista a más no poder

Lo Releería: Si, es muy entretenido

Lo Recomiendo: Creo que es un buen libro, muy entretenido y agradable

Si quieres comprar el libro

Deathworld (Sci-Fi Classics)

Si quieres el libro en Inglés GRATIS

Guttenberg – Harry Harrison

Otros libros que podrían gustarte

Henders

Bitterblink

Deja un comentario

Archivado bajo Aventuras, Ciencia Ficción, Entretenido, Uncategorized

Película – El origen del planeta de los simios (revisión)

el_origen_del_planeta_de_los_simios poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Rise of the planet of the apes

Año: 2011

Director: Rupert Wyatt (The Scapist, El jugador)

Guión: Amanda Silver, Rick Jaffa

Música: Patrick Doyle

Fotografía: Andrew Lesnie

Reparto

  • James Franco
  • Freida Pinto
  • John Lithgow
  • Andy Serkis
  • Brian Cox

Dentro de las sagas del cine más carismáticas y explotadas está la del planeta de los simios. La película original de 1968 con Charlton Heston, basada con ciertas licencias en el libro “La planète des singes” de Pierre Boulle, se convirtió en un clásico de culto de la ciencia ficción, por presentar una distopía desquiciante con final amargo y sorprendente donde los haya. Tras esta cinta, otras cuatro secuelas de toque setentero y algo de serie B (ya sin el icónico Charlton Heston salvo en una breve aparición en la continuación) camparon a sus anchas los sucesivos años (“Regreso al Planeta de los Simios”, “Huída del Planeta de los Simios”, “Batalla por el Planeta de los Simios”, etc), y la franquicia se extendió con series de TV y cómics. Tras varias décadas en las que la saga aparentemente ya estaba más que consumida, en 2001 Tim Burton hizo un remake de la cinta original protagonizado por Mark Wahlberg y que pretendía aportar la misma capacidad de sorpresa, a la vez que  hacía una puesta al día de la historia mejorando los efectos especiales a golpe de presupuesto. En vez de eso, un argumento caótico e ininteligible no consiguió estar a la altura dando lugar a un filme más bien mediocre e innecesario. Si bien tuvo un efecto beneficioso al revitalizar la franquicia, ya que hizo recuperar el interés en el planteamiento de un planeta dominado por primates y las explicaciones de cómo los humanos llegamos a permitir tal situación, buscando nuevos enfoques argumentales más basados en el presente que en lejanos períodos futuristas y distópicos. Ya se sabe, las majors de Hollywood buscando la manera de exprimir ideas y guiones que rentabilicen derechos de autor y antiguos éxitos de taquilla… Y si bien tenemos esta correcta “El Origen del Planeta de los Simios”, realizada en 2011, este 2014 pasado se estrenó “El amanecer del Planeta de los Simios”, continuación directa de esta última, tomando algunos personajes protagonistas, yendo más allá en sus explicaciones apocalípticas del argumento, y resultando una cinta de mejor calidad según las críticas especializadas. En esta reseña me centraré en la primera, “El Amanecer del Planeta de los Simios”.

Un científico de San Francisco llamado Will Rodman trabaja para una farmacéutica buscando una cura para el Alzheimer, enfermedad degenerativa que sufre su propio padre al que ve cómo poco a poco se degrada su salud. Para ello, experimenta con monos pero un día tiene un incidente con una chimpancé hembra que piensa que su bebé, al que dio a luz en secreto, está siendo amenazado. El proyecto es abortado y todos los monos son eliminados menos el pequeño primate, al que Will decide llamar César y se lo queda en secreto tras mostrar una inteligencia asombrosa, heredada de su madre. Pasan los años y Will sigue desarrollando la cura en secreto, a la vez que César va dando más muestras de inteligencia, pero por un incidente con un vecino es arrebatado de su dueño y encerrado en un hogar para primates donde es maltratado por los dueños y por los otros monos. Poco a poco va despertando una conciencia sobre si mismo y su situación, hasta llegar el momento en que, entre la nueva medicación desarrollada por Will, y la inteligencia ya no tan incipiente de César, la humanidad se enfrenta sin saberlo a una nueva era en la que quizá los humanos no formen parte del plan…

De la falta de ideas acuciante de Hollywood y la manía por exprimir hasta la última línea argumental de las franquicias nace esta película, que si bien funciona por sí sola sin tener muchas nociones de la saga original, sí que se obceca con buscar explicaciones y guiños más o menos explícitos al espectador avizor. En realidad, si sabes cómo continúa la historia y lo que pasará en las películas de la saga original, estarás viendo una película distinta de la que podría ser si uno se acerca a esta cinta sin tener idea alguna de su planteamiento, más cercano a una película de miedo que de ciencia ficción distópica. Y es que la interpretación del chimpancé César es bastante ambigua en este sentido. Sí, he dicho “interpretación” puesto que mediante trajes de captura de movimientos y animación digital, un actor se ha metido en la piel del mono protagonista y le ha dado vida. En este caso le ha tocado al veterano en la tecnología, Andy Serkis, que ya ha repetido varias veces haciendo de Gollum en El Señor de los Anillos, de King Kong, de capitán Haddock en Las aventuras de Tintín… Como protagonista, le ha tocado humanizar al animal, estableciendo nexos de unión con los monos parlantes que dieron vida Roddy McDowall y compañía. Pero me temo que la tecnología todavía está verde para que nos conmueva con su interpretación, puesto que por momentos no sé a donde nos quiere llevar el director con el argumento. No sé si César tiene realmente sentimientos, o si su parte animal le hace actuar de manera violenta sólo por instinto. Se nos muestra vilipendiado por la sociedad sin que realmente esté maltratado, y llegado el momento, renuncia a la mano amiga que le tiende su dueño y mejor amigo, el personaje de James Franco (quien está infinitamente mejor que Serkis en pantalla). Es decir, que como dibujo de personalidades de los personajes, con el chimpancé no han dado demasiado en el clavo, siendo como era en esta cinta el eje argumental de la misma, y uno de los grandes reclamos visuales y de efectos especiales.

Es probable que lo que se busque sea la moraleja fácil de que sea la humanidad la forjadora de su propia perdición, de las consecuencias perniciosas del avance científico sin control mezclado con algo de avaricia capitalista, de que la soberbia humana haga colapsar la evolución y que, llegado el momento tengamos que ceder el lugar a otras especies que reclamen su lugar. Puede ser, lo malo es que son temas tan vistos otras tantas veces en el cine o la literatura que, al final, todo resulta vagamente familiar pero sin concretar nada ni cristalizar ninguna crítica. Por lo menos en la parte de thriller tiene algo más de éxito en su planteamiento, salvando los muebles para dejar un regusto no tan amargo al final. Y, por lo menos, sabemos que su continuación eleva la calidad de la cinta, así que por lo menos nos llevamos eso de positivo para pasar al siguiente capítulo de este planeta de los simios.

Calificación: Entretenida

Lo Mejor: James Franco y el tono de thriller que le da a la cinta.

Lo Peor: Poca concreción en su crítica y en la definición del personaje de César.

La vería de nuevo: No, pero tengo ganas de ver su continuación y repasar alguna película de la saga original.

La Recomiendo: Solo para fanáticos de la ciencia ficción.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1318514/combined

Tráiler en You Tube (español):

Deja un comentario

Archivado bajo Uncategorized

Película – Wall Street (revisión)

wall_street poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Wall Street

Año: 1987

Director: Oliver Stone (Platoon, Nacido el 4 de julio, JFK (caso abierto), Alejandro Magno, World Trade Center)

Guión: Stanley Weiser, Oliver Stone

Basado en el libro de

Música: Stewart Copeland

Fotografía: Robert Richardson

Reparto

  • Charlie Sheen
  • Michael Douglas
  • Martin Sheen
  • Daryl Hannah
  • Sean Young

Ante nosotros tenemos una de las películas más influyentes de los últimos 30 años, probablemente la que mejor ha reflejado el mundo de las finanzas y el de la bolsa. Y es que Oliver Stone dio en el clavo con esta historia que retrataba la codicia de un mundillo fiel reflejo de la cúspide del capitalismo. El propio padre del realizador fue corredor de bolsa en Wall Street, y la película le rinde homenaje en forma de dedicatoria. Oliver Stone venía de dirigir Platoon un año antes, con la que desgranó el declive moral de una guerra y un país de manera bastante acertada. Y lo cierto es que la calidad de su cine cayó rápidamente en picado después de estas obras, sin volver a tener una película tan redonda como estos ejemplos que he puesto aquí. No sabemos si por sus tendencias políticas que dejaron de ser sutiles o porque perdió el carisma para contar historias, el caso es que podríamos que Wall Street fue la cima de su obra, y donde la crítica a un país y a un sistema económico nunca estuvo tan bien explicada.

Bud Fox es un joven y ambicioso broker de Wall Street, que lucha por abrirse camino en la agencia de valores en la que trabaja como gestor de cuentas, buscando clientes y ofreciéndoles oportunidades de inversión. Estamos en 1985, y el centro financiero de Nueva York, en pleno Manhattan, es un hervidero de yuppies tratando de hacer dinero fácil en la década de los 80, en la que los excesos y el buen clima económico marcaban la tónica general. Pero Fox apunta alto, y consigue unirse al genio de las finanzas Gordon Gekko, multimillonario experto en todo tipo de inversiones que carece de escrúpulos a la hora de hacer dinero fácil en el complicado y saturado mundo de la bolsa. Los dilemas éticos y morales que le surgirán a Fox por la manera de enriquecerse, junto con el modo de vida por todo lo alto que supone ser uno de los amos de Wall Street, contrastarán con los principios sobre el trabajo y la honradez que el padre de Bud, Carl Fox, le ha inculcado desde siempre.

Para los que hemos estudiado o trabajamos en el sector financiero, Wall Street resulta sencillamente perfecta en su descripción de este mundillo, tanto por la manera de mostrar las distintas operaciones, como por la forma en que capta el ambiente mezcla de caos y ambición que pueblan el mercado de valores y las agencias de bolsa. Y aunque en todas las grandes capitales hay mercados financieros, el centro de Nueva York es la meca profesional y financiera de todas las transacciones a nivel mundial. La manera en que se nos muestra la ciudad desde los créditos iniciales es insuperable, de tal manera que ya forma parte del imaginario colectivo del cine junto a otros iconos como Woody Allen o Audrey Hepburn. Ha habido después muchas otras (la segunda parte con la que intentó repetir éxito de manera descarada es infumable), siendo la última muestra de grandeza “El lobo de Wall Street”: Martin Scorsese dio en el clavo con esta descacharrante cinta de un tono menos grave y más ligero, pero tampoco exenta de mala leche. Sin embargo, la grandeza de Wall Street es la crítica al sistema sin caer en la visión maniqueísta de estos últimos años azotados por crisis económicas de distintos tipos, denunciando sobre todo los excesos de la década de los ochenta donde todo valía. Se rodó en 1987, justo el año de uno de los cracks bursátiles más importantes de la época, y también en un momento en que surgió el escándalo del Insider Trading (operar en bolsa con información privilegiada, uno de los ejes del argumento de la película), pero se ambientó en 1985 para evitar que se asociara con hechos reales.

El gran tema de la cinta es la codicia y la ambición, y su contraposición con el trabajo duro y el esfuerzo a la hora de ganar dinero en el país más capitalista del mundo. No es una crítica al sistema en sí, más bien pone en tela de juicio la falta de ética y la moral a la hora de triunfar. Y de hecho, el final tiene una moraleja bien clara en este sentido, al conocer el destino último estilo tragedia griega de los personajes principales (la segunda parte ya se encarga de fastidiar esta situación en la escena del cameo de un ya pasado de tuerca Charlie Sheen, pero yo me quedo con el final de ésta). Cada uno de los diferentes personajes es definitorio en este sentido, y reflejan distintos arquetipos de personalidad que pueden presentar el sistema: tenemos al jefe trepa e hipócrita, al compañero impulsivo pero generoso, al trabajador veterano e íntegro, al padre sindicalista y de grandes principios,… y por supuesto a los grandes protagonistas. Uno, el joven novato y ambicioso, listo y con hambre para prosperar, que se da cuenta que como él hay millones, y que se enfrenta a los grandes dilemas de la cinta. Un papel que podía haber sido para Tom Cruise pero que cazó antes Charlie Sheen (repitiendo con Stone tras Platoon), y que muestra un gran hacer por su parte antes de que se volviera estúpido entero por las drogas y las fiestas (fiel reflejo del personaje de su serie “Dos hombres y medio”). A través de sus ojos vemos la dureza de levantarse cuando todavía no ha amanecido, el que no llegues nunca a final de mes a pesar de ganar un buen sueldo, el creer que tienes un buen traje pero resultar ser barato a ojos de las grandes fortunas… todo lo cual hace más creíble la situación al alcanzar la cima del éxito y empezar a vivir el verdadero lujo. Pero el verdadero protagonista de la función, villano de lujo en esta cinta tan ambivalente, es el tiburón de las finanzas Gordon Gekko, ejemplo de triunfador sin escrúpulos y dueño y señor de Wall Street. Suyos son los mejores discursos de la película, como ése que dice en una junta de accionistas que “la codicia, a falta de una palabra mejor, es buena”. Michael Douglas hizo suyo al personaje y le hizo pasar a la historia de manera instantánea, ganando un Óscar por el camino y diversos premios más. Bordó un personaje tan carismático de tal manera, que muchos brokers desde entonces le ha parado por la calle para decirle que su papel fue una inspiración para trabajar en la bolsa (cuando realmente su personaje es un alegato para lo contrario).

A pesar de lo que puedan decir algunas críticas, Wall Street es una película que ha envejecido muy bien, sin perjuicio de la tecnología de la época. Sí, es posible que los primeros teléfonos móviles gigantes, los ordenadores con monitores de cotizaciones verde monocromo o las camisas con tirantes causen cierta sonrisa en el espectador actual, pero el ambiente y la descripción de personajes han permanecido inalterables desde entonces, así como los conflictos que plantea el filme. Y los recursos narrativos que emplea Oliver Stone encajan perfectamente en la trama sin abusar (momentos en que divide la pantalla en varias más pequeñas mientras hay una fiebre compradora en el mercado, o cuando Gekko toma una decisión y la cámara le enfoca fundiendo su figura a negro y resaltando el escenario de atrás). Que luego haya usado los mismos trucos en la secuela y resulten pueriles y absurdos no hacen sino confirmar que fue aquí cuando alcanzó la madurez creativa de su obra. Por todo ello, es una cinta clave en los 80, fundamental para entender una estética y una manera de pensar que todavía perdura en la actualidad.

 Calificación: Imprescindible.

Lo Mejor: Todo: el ritmo, el ambiente, la ciudad de NY, los personajes, la trama, la temática,…

Lo Peor: Que luego Stone lo estropeara todo con la secuela y su infame tratamiento de los personajes.

La vería de nuevo: Sí, es una película para ver mil veces sin cansarte.

La Recomiendo: Absolutamente, fue la película definitiva acerca del mundo de la bolsa.

Películas similares: Wall Street 2: el dinero nunca duerme; Margin Call; El lobo de Wall Street, El gran farol

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0094291/combined

Tráiler en You Tube (versión original):

 

 

Deja un comentario

Archivado bajo Imprescindible, Película - Drama, Pelicula, Puntuado, Uncategorized

Película – Watchmen (revisión)

0600005030QAr1.qxd:0600005030QAr1

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Watchmen

Año: 2009

Director: Zack Snyder (300, El hombre de acero)

Guión: Alex Tse, David Hayter

Basado en el cómic de Alan Moore y David Gibbons

Música: Tyler Bates

Fotografía: Larry Fong

Reparto

  • Jackie Earle Haley
  • Patrick Wilson
  • Billy Cudrup
  • Jeffrey Dean Morgan
  • Malin Akerman
  • Matthew Goode
  • Carla Gugino

En 2009 se decidió llevar a la gran pantalla una de las novelas gráficas más importantes de todos los tiempos. Se trataba del cómic que cambió la manera de ver el género, con el que perdió la inocencia y pasó a ser para adultos, sin significar eso pornografía o violencia. Se trata de la obra magna de Alan Moore, un cómic editado en 12 números en 1986 que revolucionó el género no sólo por el argumento o temas que trataba, también por el uso estilístico de la imagen y el dibujo o los trucos metalingüísticos insertados en la trama. De esta manera, tenemos cómics dentro del cómic; páginas dibujadas de manera simétrica entre ellas; flashbacks continuos y revolucionarios; narraciones en viñetas que se corresponden a otras escenas pero que cobran dobles significados por el mero hecho de estar descontextualizadas; una historia desmitificadora del superhéroe clásico de toda la vida… Toda una obra maestra compleja que usaba al 120% las capacidades del dibujo impreso para innovar y darle la vuelta a mitos como Superman, Batman, el Capitán América, etc. Es por ello que la trasposición al cine de esta historia no ha estado nunca exenta de problemas y polémicas, tanto por el lado del autor del cómic (quien nunca ha querido que se prostituyese su obra) como por directores que se han visto abrumados por la cantidad de guiños y detalles inadaptables al celuloide.

Y es que, como siempre digo, literatura (o cómic en este caso) y cine son lenguajes artísticos diferentes, y lo que en uno triunfa, en otro no tiene porqué hacerlo; y más cuando hablamos de obras revolucionarias cumbres en un género. Es por ello que hubo mucho recelo y desconfianza cuando este proyecto empezó a cobrar forma después de varios años en dique seco. Pero Zack Snyder ya había demostrado músculo con la adaptación de otra novela gráfica, 300, saliendo muy bien parado del periplo. Y aunque Watchmen como película tiene momentos en que se desinfla, la mayor parte de la trama le hace justicia al cómic y resulta solvente, si tenemos en cuenta de donde proviene la historia original. De hecho, el nivel de detalles y guiños a la novela gráfica es bastante exhaustivo; y, al igual que ésta, se exige volver varias veces a disfrutar de la obra para captar todos los matices. La lástima es que los revisionados de una película no son tan gratificantes como en una novela, pero digamos que la adaptación al cine, sin ser una obra maestra, resultó bastante digna en este caso.

Estamos en un 1985 alternativo y distópico. La historia, tal y como la conocemos, fue alterada por un grupo de superhéroes llamados los Watchmen, que surgieron a imitación de otro grupo de los años cuarenta llamado Minutemen. Estos superhéroes decidieron ponerse máscaras y luchar contra el crimen, y entre ellos tenemos al Dr Manhattan (el único con superpoderes, un físico de partículas que tuvo un accidente de laboratorio y se convirtió en un ser superior capaz de controlar la materia a su antojo), al Búho Nocturno (un aventurero con dinero suficiente para crear artefactos que le ayuden en la lucha contra el crimen), a Espectro de Seda (una atractiva luchadora de armas tomar), a Ozzimandias (otro joven adinerado con un coeficiente intelectual altísimo, apasionado de la cultura clásica y admirador de Alejandro Magno) a Roscharch (un encapuchado idealista y violento que usa una máscara que simula las manchas del test de psicoanálisis del mismo nombre) o al comediante (un psicópata que trabaja para el gobierno y que ve la sociedad americana como una broma). Precisamente la historia empieza con la muerte de este último, y el resto del grupo se pone sobreaviso ante algún tipo de ajuste de cuentas de los otrora héroes enmascarados. Gracias a la aparición de los Watchmen y del Dr. Manhattan principalmente, los EEUU consiguieron ganar la guerra de Vietnam en los setenta y Richard Nixon fue reelegido sucesivamente como presidente del país. La historia, por lo tanto, cambió en ese punto de tal manera que en 1985 la Unión Soviética está al borde del enfrentamiento nuclear con los USA. Todo esto hace degenerar la sociedad americana a un nivel de paranoia nunca visto, y mientras los Watchmen se vuelven a reunir para investigar el asesinato del Comediante, el reloj del juicio final que mide la posibilidad de extinción de la raza humana se sitúa más cerca que nunca de las doce de la noche. ¿En qué acabará todo? Y sobre todo… ¿quién vigila a los vigilantes?

Desde luego que a Watchmen hay que reconocerle una capacidad de detallismo exhaustivo que no desmerece la novela gráfica en la que está basada. Desgraciadamente, esto funciona perfectamente en los primeros compases de la película, pero luego se va desinflando como un globo que pierde aire lentamente. Los brillantes títulos de crédito (precisamente de lo poco que no estaba en el cómic) al ritmo de Dylan, es lo mejor de la cinta, toda una declaración de intenciones. Ya desde ahí vemos el universo alternativo que nos brinda la historia, mediante icónicas imágenes modificadas de los últimos cincuenta años. Sin embargo, durante dos horas y media la trama se presenta poco amigable y confusa para el no iniciado en la novela, que es el mayor de los pecados que una película puede cometer con sus espectadores, entre los que no pueden ni se deben hallar los incondicionales del cómic. Es por ello que al final podamos tener una cierta sensación de atropello y asfixia ante lo que estamos viendo; lo que en papel impreso nos permite reposar siempre que queramos posponer la lectura para otros momentos, en cine nos obliga a tragárnoslo del tirón y a digerirlo en poco tiempo.

Entre medias, aunque la visión del Apocalipsis nuclear y de la guerra fría quede un poco anacrónica en los tiempos que vivimos, la degradación moral que muestra la historia de la película podría tener su equivalencia en el mundo post 11 de septiembre que nos hemos encontrado después (y no nos olvidemos que en un plano Zack Snyder cuela a las torres gemelas). Y la deconstrucción y desmitificación de las historias de superhéroes que plantea Watchmen (ya sea la novela o la película) tampoco es baladí y solo por eso merece la pena asomarse a esta visión del aventurero enmascarado.

Calificación: Entretenida/buena

Lo Mejor: La secuencia inicial con música de Dylan; el nivel de detalle a la hora de trasvasar una novela gráfica “inadaptable”.

Lo Peor: Demasiada condensación en la historia; un maquillaje que acartona demasiado a los personajes para simular su envejecimiento con el paso de los años.

La vería de nuevo: Sí, tiene muchas aristas que entender.

La Recomiendo: Sí, para el entusiasta de los cómics

Películas similares: Kick Ass, El caballero oscuro

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0409459/

Tráiler en You Tube (español):

Deja un comentario

Archivado bajo Película - Acción, Película - Aventuras, Película - Drama, Película - Thriller, Pelicula, Uncategorized