Los refugios de piedra – Jean M. Auel


Reseñado por Malosa.

Quinta novela de la saga «Los hijos de la tierra». Situada geográficamente al suroeste de Francia, cerca de las famosas grutas de Lascaux, narra el encuentro de Ayla con el pueblo de Jondalar, Los Zelandonii, así como los puntos positivos y sinsabores de su integración con ellos.

12 añitos tardó la señora Auel en sacar esta quinta entrega…casi nada. Por tanto fue un libro esperado, no. Fue un libro esperadísimo. Yo sinceramente, ya había perdido la esperanza de seguir conociendo las aventuras de Ayla y de ver cómo sería su adaptación con los Zelandonii. Creo que la escritora tardó demasiado en sacar este libro y eso no la favoreció en absoluto: Porque creó demasiadas expectativas. Y no hay como esperar ansiosamente algo y hacerte castillos en el aire, para que cuando pase por fin, te decepcione terriblemente. Para mí, con este libro comienza el declive de esta saga, que había sido tan grande durante los primeros cuatro libros.

Ayla y Jondalar terminan su viaje de un año a través de Europa en compañía de sus animales (el lobo y los caballos) y son recibidos por los Zelandonii, el pueblo de Jondalar. Todo este viaje se cuenta en el cuarto libro de la saga, Las llanuras del tránsito. Ayla tiene que integrarse con el pueblo de  Jondalar, pero como nunca llueve a gusto de todos, pues se encontrará de todo: desde gente agradable y que se convierte enseguida en su aliada, como la Zelandoni primera entre quienes sirven a la madre o la propia madre de Jondalar, Marthona, como terribles enemigos. Entre ellos, destacar a la ex-novia de Jondalar, Marona, que la pone en ridículo nada más llegar, un primo de Jondalar (que es medio cabeza chata) o el borracho del pueblo, Laramar, que tiene envidia de la posición y la valía de Ayla.

La verdad es que Ayla tiene un papelón…llega a una tierra en la que no conoce a nadie y tiene que integrarse con toda la familia política. ¡Tela marinera! No deja de ser anecdótico que sus mayores apoyos los encuentre en el primer amor de Jondalar (la Zelandoni) y su suegra. Estas cosas no suelen pasar en la vida real 🙂

A mí el libro no me gustó. Principalmente, peca de los mismos defectos que el último de la saga, pero en menor medida. Básicamente no pasa nada en todo el libro. Y lo que pasa, la escritora lo estira, lo repite y no logra que le interese demasiado al lector. Los tomos anteriores eran más dinámicos, quizá ayudaba el hecho de que estaban contados en países distintos y con pueblos distintos. Esto le aportaba velocidad a la historia. Pero aquí no, Ayla y Jondalar se estabilizan, tanto ellos como el entretenimiento que generan.

No es un libro malo como el último (que de verdad es malísimo) pero creo que 12 años de espera para al final llegar a publicar esto, es excesivo. La perfección de Ayla empieza a hacerse molesta y su personaje cansino. A partir de este libro, esta historia ya no da más de sí. Y los personajes alrededor de Ayla no refrescan el relato ni aportan aire fresco al argumento.

En cualquier caso, da igual lo que yo diga. Si te encantaron los primeros 4 libros de la saga, como a mí, es imposible que no te hagas con el quinto para leértelo. Es casi obligado saber de primera mano cómo acaba la historia. Pero ya sabéis el refrán: La curiosidad mató al gato.

Por qué decidí leerlo: Era una fan absoluta y convencida de la saga hasta este momento.

Lo mejor: Que continúa la historia, conoces a la familia de Jondalar y medio entretiene.

Lo peor: Sobre todo, que te empieza a hacer cogerle manía a Ayla. Y eso no se lo perdono a Auel.

¿Volvería a leerlo?: Lo he leído un par de veces, sobre todo para ver si no me gustó la primera vez porque tenía mal día al leerlo o algo…

¿Lo recomendaría?: No. Yo recomiendo que te leas los cuatro anteriores y pares ahí. Pero como decía, da igual lo que yo te cuente. Si te gustaron, obviamente vas a hacer caso omiso a esta reseña.

Otros libros del estilo que podrían gustarte:

Tras la huella del hombre rojo (Lorenzo Mediano)

La tierra de las cuevas pintadas (Jean M. Auel)

En busca del fuego (J.H. Rosny)

Malosa

2 comentarios

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2 Respuestas a “Los refugios de piedra – Jean M. Auel

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    Pienso como tú en muchos aspectos, se excede en llenar páginas, y repetir todo una y otra vez, y el último libro de la saga, si decepciona, aún así hay que leerlos todos claro! Yo con mi imaginación intrépida esperaba que la autora desvelará más sobre los orígenes y familiares de Aila, que no hubieran muerto, al revés que la hubieran En mi versión el padre de Aila viene de la cuarta caverna, realizó un viaje, y encontró una compañera en las tierras del norte, estuvieron por lo menos 5-6 años pero el clima frío y las ganas de volver los impulsa a viajar,en el camino la pareja junto con sus hijos, hijas y otras personas que decidieron emigrar con ellos, sufren el terremoto,,, algunos mueren otros se separan, pero más o menos consiguen encontrar a todos incluso a los muertos para enterrarlos, menos Ayla, buscaron por mil y un sitios, pero como no había cuerpo la madre decía está viva, y se asentaron justamente en la cueva que había abandonado el clan antes de encontrar a Aila… Con la esperanza de alarma, y el tiempo pasó y la cuarta caverna callo en el olvido, junto con los que algún día la habitaron…
    Por el contrario Ayla, deja un rastro que llega a los oídos de una de las que sirve a la madre tierra, no la primera ni la tercera, simplemente la más salvaje, la que tiene los ojos blanco y entre lo ojos un lunar por el que ve a través de los espíritus… Aún que no fueron ellos los que le contaron la historia de Aila fue en uno de sus viajes,que conocí a la madre y hombre de su hogar y le contaron por que estaban hay y a quien buscaban, Ayla… Ese nombre atravesó sus recuerdos y en un intento de juntar el pasado, manda dos mensajeros con dos invitaciones una para la novena caverna y otra la cueva del norte donde están sus familiares. La que sirve, reúne a los presentes sin decir para que y cuenta la historia de la cuarta caverna, como se fueron y vivieron y al volver… El terremoto, Ayla tiene el corazón en la mano, cada palabra la trae un recuerdo, y entonces para los que no la conocen cuenta la historia de Ayla sin dueño, hasta que la que sirve dice Ayla podrías encontrar a tu madre entre los presentes. No le fue difícil por qué su madre lloraba, desde el momento en que la que sirve pronunció el nombre de su hija, yo lo sabía está viva! Y entre lágrimas, se abrazan… Ayla, mira a su alrededor y entre todas esas personas surgen gente del clan, de su clan ella los reconoce los mira, se levanta toca la cara de Uba. Estoy muerta es eso es el mundo de los espíritus….
    La que sirve habla. – No lo estás Ayla, el clan se encontró con tu familia, el jefe había muerto y había varios enfermeros entre tu madre y UBa los curaron y quiso la madre tierra que cuando mandé mi mensaje ellos estaban juntos, en mi mensaje dije que vengan todos los presentes cuando se reciba, por eso estáis aquí la novena caverna y la cueva del norte, yo lo sentía así, y así tenía que ser. Ahora volveréis al principio del camino, pero eso no significa que sea vuestro destino! Que los pasos que deis dejen huella en el tiempo.
    Ayla levantó la vista sabía lo que buscaba, y sus ojos se encontraron, y el marrón profundo de los ojos de sus hijos, le do el punto y final a esta mi versión del último libro! Espero no pecar de presentuosa y que en estas líneas encuentres lo que esperabas.

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