Pséeee…quizá la expresión no sea muy literaria, pero creo que es totalmente expresiva. Es lo primero que se me viene a la mente cuando recuerdo este libro de Asensi. Es el quinto publicado por la periodista alicantina, siendo a estas alturas de la película una escritora famosa y reconocida por la crítica. La novela fue un cambio de tercio, ya que está ambientada en la China de finales del siglo pasado, en una zona milenaria y perdida de la mano de Dios.
El libro narra la historia de Elvira, una pintora española que vive en Francia. Recibe inesperadamente la noticia de que su marido (que vivía en China) ha muerto en Shanghai en circunstancias extrañas. Viaja con su sobrina hasta allí para recuperar el cadáver de su marido y arreglar los temas de la herencia, zarpando en barco desde Marsella. Cuando llega a su destino se da cuenta de que las cosas no van a ser fáciles y se encuentra al principio de una gran aventura por China en busca del tesoro del primer Emperador. Pronto se verá perseguida por los mafiosos de la banda verde y los Eunucos imperiales. En su lado contará con la ayuda del anticuario Lao Jiang y un niño chino muy espabilado que se convertirá en el criado de su sobrina. La búsqueda del tesoro les llevará por toda China, desde Shanghai hasta Xián, donde encontrará la tumba del primer emperador y última pieza del tesoro.
Es una novela de aventuras que nos recuerda en su forma y tratamiento a anteriores novelas de la escritora (especialmente a su obra más famosa, «El último Catón») y en su estilo a películas de Steven Spielberg con Indiana Jones como protagonista. Acción, descubrimientos en la selva, búsqueda del tesoro a partir de pistas matemáticas e ingeniosas, personajes típicos con evolución en la historia más típica aún, etc.
No sé por qué, pero me gustan más las novelas de Asensi con protagonistas masculinos. Sus prototipos femeninos me parecen demasiado manidos: suelen ser mujeres progresistas, liberadas, feministas, etc. Siempre iguales. Y en concreto, la de esta novela me dijo muy poco, me aportó menos y me cayó francamente mal. Además, en este caso la protagonista es doble, porque si no tenías suficiente con Elvira también tienes que lidiar con la sobrina, Fernanda. Que resulta que es todo lo contrario: anticuada, rígida, tradicional, fea, poco resuelta…y para colmo, con una evolución psicológica insultante para el lector: la niña adelgaza, aprende chino, se vuelve listísima y aguerrida. Vamos, que no me la creo.
Por otro lado y en su favor, la labor de documentación sobre China es encomiable por parte de la periodista. En la novela nos habla de la cultura china, el taoísmo, las artes marciales, la historia de las dinastías y sus emperadores, el fengshui, la sabiduría de los monjes budistas y sus monasterios…todo esto es sumamente correcto, sí. Pero la escritora nos lo hace poco entretenido. No sé si porque es descriptiva en exceso y nos cuenta detalles hasta la saciedad. O porque sus personajes no acaban de calar. Lo cierto es que a mí la novela me pareció correcta y ya. Entretenida en su justo punto. Pero en ningún caso recordable ni recomendable.
En resumen, novela de aventuras e histórica semi entretenida. Se me hizo muy pesada y para lo que era y de quién era, me esperaba mucho, mucho más. En el mismo estilo, si os llama el tema de Oriente, me leería antes «El lector de cadáveres» de Antonio Garrido.
Por qué decidí leerlo: Me lo regaló mi hermana unas Navidades, sabiendo lo mucho que me gustaba esta escritora.
Lo mejor: Que cambia de registro y nos traslada al mundo Oriental. Que es una novela de aventuras y como tal entretiene.
Lo peor: Sus personajes, sobre todo la tía y sobrina protagonistas. Que no aporta mucho tras sus novelas anteriores.
¿Volvería a leerlo?: No.
¿Lo recomendaría?: Sólo a fans de la autora o amantes del mundo oriental.
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Todo bajo el cielo (Booket Logista)
Otros libros del estilo que podrían gustarte:
– El origen perdido (Matilde Asensi)
– El lector de cadáveres (Antonio Garrido)
– El maestro de esgrima (Arturo Pérez-Reverte)
Malosa