Archivo diario: agosto 14, 2013

Película – Millennium (Revisión)

millennium los hombres que no amaban a las mujeres poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

The Girl with the Dragoon Tattoo

Año: 2011

Director: David Fincher (Seven, El Club de la Lucha, Zodiac, El curioso caso de Benjamin Button, La Red Social)

Guión: Steven Zaillian

Basado en el libro de Stieg Larsson (enlace a la trilogía en Amazon).

Enlace a la reseña de la novela que hizo Malosa haciendo click aquí.

Música: Trent Reznor, Atticus Ross

Fotografía: Jeff Cronenweth

Reparto

  • Daniel Craig
  • Rooney Mara
  • Christopher Plummer
  • Stellan Skarsgârd
  • Steven Berkoff
  • Robin Wright
  • Goran Visnjic

En 2005 Stieg Larsson revolucionó la novela policíaca con su trilogía Millennium, creando el subgénero escandinavo del thriller de misterio y asesinatos. Semejante éxito editorial no pasó desapercibido y tuvo su correspondiente adaptación cinematográfica en 2009 made in Suecia, dando como dignísimo resultado tres películas y una versión para televisión con el exceso de material filmado. La verdad es que, al contrario de lo que suele suceder con las  adaptaciones de libros a películas, la versión del realizador Arden Oplev es bastante completa y fidedigna, y las dos horas y media no se hacen pesadas. El gran descubrimiento que fue Noomi Rapace supuso un nuevo fichaje para las grandes producciones posteriores del cine americano (Prometheus, Sherlock Holmes), su Lisbeth Salander estaba dibujada a base de retazos breves que sintetizaban muy bien lo descrito en la novela (y que no ralentizaban la marcha del metraje), y el resto de personajes estaban interpretados con solvencia y credibilidad. Además, no se metía demasiado en los jardines políticos que abundaban en el libro, y que resultaban especialmente irritantes por la polarización ideológica del personaje protagonista y la ausencia de réplicas coherentes en el bando contrario.

Parecía difícil superar este hito del cine nórdico, el material de partida no contenía excesivos requerimientos de alardes técnicos y escenas de acción, con lo que un remake americano se antojaba redundante cuando no destinado al fracaso por comparación con el original. Es decir, el original ya parecía una co-produción lo suficientemente vinculada a Hollywood, lo cual siempre es un éxito. Es por ello que cuando alguien del talento de David Fincher se hizo cargo del proyecto la perplejidad se instaló en sus seguidores más acérrimos, dado el buen hacer y la elevada calidad final de la mayoría de sus filmes, a medio camino entre el cine de autor con sello Indie propio y la gran producción típica de la industria. Uno de los mejores realizadores actuales para mi gusto, capaz de coger la insulsa historia de la creación de Facebook y convertirla en una metáfora épica de los conflictos empresariales y las relaciones sociales que ríase usted de Falcon Crest; o contar en El Club de la Lucha una historia con el mayor trasfondo anarquista que haya podido existir en el cine (¡nada que ver con V de Vendetta!).

Mikael Blomkvist es un periodista cofundador de la revista especializada en temas económicos Millennium. No está pasando por uno de sus mejores momentos debido a la condena por difamación impuesta por un tribunal tras escribir un artículo en contra de un gran magnate financiero llamado Wennerström. Debido a ello se ve obligado a esconderse una temporada cuando contacta con él Henrik Vanger, un empresario dueño de un gran imperio familiar sueco quien tiene una proposición que hacerle: resolver un misterio que le atenaza desde hace cuarenta años. Todos los años por su cumpleaños recibe un cuadro similar a los que le regalaba su sobrina Harriet, desaparecida y probablemente asesinada en 1966. Quien quiera que lo haga o es el culpable o está relacionado con el crimen, pero los investigadores locales han sido incapaces de resolver el misterio a lo largo de los años. Si Blomkvist decide colaborar para arrojar algo de luz sobre el caso, Vanger le aportará información sobre su rival Wennerström que le puede ayudar a recuperarse del golpe recibido por la denuncia por difamación. Para ello debe investigar durante unos meses a la familia Vanger con el pretexto de escribir una biografía sobre Henrik, pero pronto descubrirá en el seno de la familia oscuras historias relacionadas con el pasado nazi de varios de ellos, maltrato y religión, envidias y conspiraciones empresariales,… Pronto su vida correrá peligro conforme vaya avanzando en la investigación, así que para poder enfrentarse al caso requerirá los servicios de una colaboradora muy especial: Lisbeth Salander, una investigadora punk especializada en hackear ordenadores, con memoria fotográfica y problemas para integrarse en la sociedad.

Desde el inicio de la cinta, con unos títulos de crédito totalmente ciberpunk destinados a excitar nuestros sentidos, nos metemos en esta historia que nos muestra, tal como quería Larsson, la cara más oculta y sádica de la, supuestamente idílica, sociedad escandinava. Aparte de estas espectaculares introducciones, Fincher se está especializando en centrar sus películas en personajes con escasas habilidades sociales y/o marginales, de la que Lisbeth Salander es un gran ejemplo. La versión que hace aquí Rooney Mara quizá no supera a la de Noomi Rapace puesto que estaba el listón muy alto, pero por lo menos está a la altura al darle matices distintos tales como una cierta fragilidad inherente a su complexión física. Tampoco tenemos una explicación detallada de su pasado, y sin embargo aquí no hace falta para comprender la complejidad del carácter de Salander. En cambio, Daniel Craig hace suyo el personaje de Mikael siendo capaz de apartar ese halo de héroe de acción que le da el interpretar a 007, para sumergirse en la piel de un periodista gafapastil totalmente verídico, poco dado a la aventura y metido en una investigación muy a su pesar.

Porque lo interesante de la novela de Larsson era la manera que tenía de atrapar al lector con un misterio planteado en las primeras páginas y que luego le va sirviendo para desarrollar los personajes, centrados en torno a la incomprensión y falta de entendimiento que despierta Salander. Que por supuesto, es Mikael con su mente abierta uno de los pocos que es capaz de conectar con ella, claro. Todo ello lo tenemos en esta cinta, creándose una química entre los personajes que nos va guiando durante el metraje mientras nos llega el desenlace y se van cerrando tramas y cabos sueltos. Hasta el epílogo está mejor logrado que su equivalente sueca, metiéndose con material del inicio del segundo libro y sugiriéndonos a través de algunos planos la complejidad de esa relación triangular que lleva Mikael con Lisbeth y con su editora. Un punto a favor de la versión de Fincher que ahonda más en la compleja psicología del personaje de Rooney Mara, la auténtica protagonista de la trilogía. No se llevó el Óscar pero estuvo nominada a la estatuilla en 2011 (tuvo cinco nominaciones, al final se llevó el de Mejor Edición).

Otros secundarios como Christopher Plummer o Stellan Skarsgärd sobresalen con un gran trabajo (este último quizás algo menos que su equivalente sueco) haciendo que sus minutos en pantalla sean una delicia. A una gran labor actoral hay que añadir el trabajo del director de fotografía de la cinta, que hace que no sobre ni falte nada de lo que hay en pantalla. En esto también gana frente a la versión sueca, puesto que los planos están mejor enfocados y las texturas mejor mostradas en pantalla. Sirvan como ejemplo las escenas de flashbacks en las que se explica lo que ocurrió el día de la desaparición de Harriet, cambiando a una paleta de colores más asalmonados en línea con el color de las fotografías setenteras (en la versión sueca esto se cambia por el visionado de una película antigua rodada en super-8, lo que le resta dinamismo a la escena y no nos sumerge tanto en los incidentes narrados).

El gran mérito de Millennium es que funciona de manera autónoma; es decir, uno puede disfrutarla sin haberse acercado previamente al material previo, lo cual da idea del éxito de esta adaptación. La conclusión es que sólo directores con personalidad son capaces de levantar películas que, por distintas razones, estaban condenadas al fracaso. En este caso, la manía de Hollywood de usar material reciclado en sus películas actuales (remakes, reboots, secuelas, precuelas) suele volverse en su contra más veces de las debidas; como en el caso que nos ocupa que nos hacía pensar a priori sobre la poca necesidad de volver a llevar esta trilogía a la gran pantalla. David Fincher ha hecho la cuadratura del círculo y ha mejorado algo que ya era bueno, a base de ponerle su toque personal (en mi opinión, está mejor mostrada Suecia en esta cinta que en la anterior). Ahora sólo queda esperar a la continuación en 2014 (esperemos que no hagan la tontería de rodar las dos continuaciones a la vez, y se tomen su tiempo con la tercera), aunque de momento, Fincher no está confirmado como director. Lástima, esperemos que se acabe animando.

Enlace al Blu-ray en Amazon.

Enlace a la reseña de la novela que hizo Malosa haciendo click aquí.

Calificación: Muy Buena

Lo Mejor: La secuencia de créditos, fundamental para engancharte desde el principio. Los actores, en particular Craig y su Blomkvist, y la versión de Salander que ha hecho Rooney Mara. La fotografía, y la manera de capturar el país nórdico.

Lo Peor: Que se tengan que hacer comparaciones con la versión sueca, y con la Salander de Rapace.

La vería de nuevo: Sí, aunque dura más de dos horas y media, no se hace muy larga.

La Recomiendo: Es bastante imprescindible para el que ha leído la novela y/o ha visto las otras versiones. También funciona viéndola por primera vez, sin saber a priori nada de ella.

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Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1568346/

Tráiler en You Tube (español):

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