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Película – El viaje de Arlo

El viaje de Arlo poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: The Good Dinosaur

Año: 2015

Director: Peter Sohn

Guión: Meg LeFauve

Música: Mychael Danna, Jeff Danna

Reparto (voces en el original)

  • Raymond Ochoa
  • Jeffrey Wright
  • Frances McDormand
  • Marcus Scribner
  • Steve Zahn
  • Al Buckley
  • Anna Paquin
  • Sam Elliot
  • Jack Bright

Supongamos por un momento que el meteorito que acabó con la vida de los dinosaurios en la Tierra pasara de largo. Con este punto de partida, miles de años después, tenemos una familia de Apatosaurus que se dedican a cultivar la tierra mientras sus tres hijos dinosaurios crecen y ayudan en las tareas. De todos ellos tenemos a Arlo, el más pequeño y miedoso, tan inseguro que en algunas ocasiones más una carga que una ayuda. Tras una desgracia, se ve arrastrado por la corriente de un río lejos de su casa junto con un pequeño y primitivo humano llamado Spot, al que se une y adopta como mascota en su peligroso viaje de vuelta. En una época en la que coexisten ambas especies, la amistad que surgirá entre ellos hará que Arlo aprenda a superar sus miedos e inseguridades y convertirse en ejemplo y ayuda ante su familia.

Tras el último exitazo que supuso “Del revés” (Inside Out) tanto de taquilla como de calidad fílmica, Pixar vuelve en menos de una año a hacernos comprar una entrada de cine y arrastrarnos a la sala. En este caso se vale del subgénero de dinosaurios, que nos puede recordar en algún momento a “En busca del valle encantado”, esos intentos de los 90 de la competencia de Disney por llevarse alguna migaja del pastel de la animación de la época. Con una historia de realización personal marca de la casa (tragedia familiar incluida, que hará a los más pequeños de la sala soltar alguna lagrimita), Pixar usa un recurso argumental curioso para invertir los roles y humanizar al animal protagonista (esto lo hemos visto millones de veces), a la vez que “animaliza” al personaje humano y le hace comportarse como si de una mascota perruna se tratase (esto ya no es tan frecuente en el cine de dibujos). Y lo primero que salta a la vista es el contraste visual entre el esbozo rápido de los dinosaurios, de una simplicidad en los trazos apabullante, y la expresividad máxima lograda con el niño humano, tierna a más no poder. Si algunas veces viendo a Arlo nos parece que Pixar no se lo ha currado mucho esta vez en la creación digital de personajes, al ver a Spot estas dudas se disipan y hará que admiremos el apartado técnico de esta cinta. Y como tercer contraste tenemos unos paisajes verdaderamente asombrosos e hiperrealistas, donde Pixar ha echado el resto y se ve el auténtico salto cualitativo en los avances técnicos. Es gracias a estos paisajes con los que por momentos nos veremos transportados al género del western, como si de una cinta del mismísimo John Ford se tratase.

El problema es que, para lo que es Pixar, en esta película se aprecia un bajón de calidad considerable. Aparte del genial giro argumental del meteorito, el argumento se presenta flojo y repetitivo, con unos minutos iniciales en la presentación de los personajes que nos da la impresión de haberlo visto miles de veces. Esta parte inicial no logra enganchar a pesar de todo lo que veremos después, y luego el resto de la cinta es un viaje iniciático más o menos velado que no consigue que remonte el interés por el argumento. A nivel infantil no hay ningún pero, ya que los niños disfrutarán de esta cinta como todas las anteriores de Disney: alegría, tristeza, risas y miedo, todos los ingredientes mezclados con el habitual mensaje de superación. Es a nivel de adulto donde no vemos grandes guiños en la trama, ni esa complicidad que permite una lectura a varios niveles de edad. “El viaje de Arlo” sale ganando en los momentos en que la pareja protagonista está junta, beneficiándose de una química que destila ternura y simpatía a partes iguales. Una buena película infantil, ideal para que disfruten los peques en estos días de fiesta que se acercan. Pero que se queda a medio camino de la extraordinaria calidad a la que nos están acostumbrando habitualmente la factoría Pixar.

Calificación: Buena / Regular

Lo Mejor: El diseño de Spot, su ternura, y la calidad en los paisajes

Lo Peor: El flojo argumento

La vería de nuevo: Puede

La Recomiendo: Ideal para llevar a los más pequeños, como todo lo de Disney

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1979388/

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Hotel Transilvania 2

Hotel Transilvania 2 poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Hotel Transylvania 2

Año: 2015

Director: Gendy Tartakovsky (Hotel Transilvania)

Guión: Robert Smigel, Adam Sandler

Música: Mark Mothersbaugh

Fotografía: David Lazenberg

Reparto (voces en el original)

  • Adam Sandler
  • Andy Samberg
  • Selena Gomez
  • Kevin James
  • Steve Buscemi
  • David Spade
  • Mel Brooks

La noche de Halloween se está convirtiendo en todo un filón para todo lo que suponga heredar tradiciones de índole anglosajón, y todo lo que dé miedo (incluido los monstruitos clásicos de películas de toda la vida) es perfecto en una noche donde divertirse con un toque macabro es la clave. Y es como surgió hace tres años “Hotel Transilvania”, una cinta de animación orientada al público infantil, donde se explotaban los personajes clásicos del cine de terror (Drácula, Frankenstein, el Hombre Lobo, la Momia, el Hombre Invisible, Zombies) como los personajes perfectos para una noche divertida, y donde el terror da paso a la diversión a base de hacer entrañables a estos personajes que en su día se crearon para aterrorizar a los más mayores. Sin ser una maravilla del séptimo arte, parece que esta primera entrega tuvo su público, y es por ello que se decide exprimir la gallina de los huevos de oro y hacer una secuela con el mismo espíritu de entretener de manera siniestra, algo perfecto para estrenar en una noche en que se parece que el mundo de lo sobrenatural está más cerca que nunca y en la que los niños cada vez tienen cada vez más protagonismo.

Tras los sucesos ocurridos en la primera parte, el Hotel Transilvania está ahora abierto al público para que humanos se relacionen con monstruos de todo tipo y condición. El conde Drácula ha aceptado que su hija se haya enamorado de un humano y esta segunda parte empieza con una boda, la de su hija Mavis, su ojito derecho (a la que tanto sobreprotegía en la entrega anterior) y Johnny, el humano mochilero que era un poco entrometido y descubrió el Hotel por casualidad. Y la vida sigue su curso, tanto que al poco tiempo hacen abuelo a Drácula y nace Dennis, un encantador niño con una mata de pelo roojo y rizado que hereda toda la parte humana de su padre y sin ningún gen vampiro transmitido por parte de su abuelo. Precisamente esto será lo que traiga por la calle de la amargura a Drácula, quien hará todo lo posible para que sus genes sobrenaturales afloren antes de que Mavis decida mudarse a California, donde piensa que Dennis será más feliz y no será tan difícil criarle, rodeado de tanta criatura sobrenatural y en un entorno tan hostil como son los bosques de Transilvania.

Como ya he dicho, ésta es una cinta orientada totalmente al público infantil. Obviando todas las posibilidades de la animación como género de cine que cada vez llega a más adultos, la película directamente da por supuesto que los niños van a disfrutar de unos personajes de películas de miedo infantilizados, mientras que los gags y bromas varias se quedan a medio camino de la edad de su público objetivo; es decir, demasiado infantiles para que los más mayores se rían con ellas, demasiado maduras para que los niños las entiendan. Valga como ejemplo la ridiculización de hacerse selfies a todas horas, o las bromas del Hombre Lobo en relación a su numerosa prole con su acento andaluz, cosas que podrían haber llegado más lejos pero que se quedan en tonterías pasajeras encadenadas unas detrás de otras. Eso sí, un punto a favor suyo es haber creado uno de los personajes más entrañables de la franquicia. Me refiero a Dennis, el nieto con el que el abuelo Drácula se le cae la baba y que es puro derroche visual, una de las cualidades de la cinta: la imaginería creada gracias a la tecnología informática propia de este cine.

Otro punto ambivalente de esta película es, sobre todo en su versión española, el doblaje característico de estas producciones. Si en la versión original tenemos a Adam Sander, Selena Gomez, Steve Buscemi e incluso Mel Brooks, aquí nos estamos acostumbrando a coger a famosos (que no talentos) españoles y darles alas en un doblaje en el que ponen su (más que excesivo) granito de arena. No me refiero a que Santiago Segura doble a Drácula con un acertado acento de Europa del Este, pero que el hombre lobo tenga un marcado acento andaluz chirría más que un tren de mercancías descarrilando. O que veamos al padre de Drácula, el abuelo Vlad, doblado por un Arturo Fernández que no deja de decir el “chatín” que tan famoso le ha hecho. Clara Lago y Daniel Martín completan el reparto en español, y este doblaje acaba deviniendo en la raíz de uno de los mayores éxitos de la cinta pero también de su fracaso, por tener tantos puntos graciosos como detestables. Y lo que para algunos espectadores es motivo para arrancar sonrisas, para otros bien pueden ser gags sonrojantes sin gracia.

Si a eso le añadimos un tercer acto predecible a más no poder (por mucho que le den vueltas, ya sabemos de antemano cómo va a acabar el leitmotiv del eje argumental), y un clímax bastante precipitado e incongruente (esa batalla con los vampiros malos del abuelo Vlad), tenemos un sabor agridulce que acaba haciendo que el conjunto final se resienta. Y todo aliñado con una moralina importada de la Disney pero que suena más vacía que nunca en otras manos: es bueno que todos seamos diferentes, la aceptación tal como somos, la tolerancia y la igualdad… en fin. Todo ello nos lleva a la conclusión de porqué Pixar es el amo y señor de la animación actual, mientras el resto de productoras se limitan a hacer subproductos infantiles para llevarse el gato al agua en la época que toque del año (aquí Halloween). Y es que no basta con un dominio de la técnica visual ni contratar a los mejores diseñadores e informáticos (ya he dicho que estéticamente es una delicia), ni a los actores de moda que quieran prestar su voz. Hace falta (y esto es extendible a cualquier género cinematográfico) guión, ritmo, ideas, originalidad,… Que Adam Sandler sea coguionista de esta cinta ya lo dice todo…

Calificación: Regular

Lo Mejor: El diseño de Dennis, el nieto, junto con gags sueltos de la cinta.

Lo Peor: El tercer acto: previsible, caótico, incongruente, y con unas lecciones de moralidad algo acartonadas.

La vería de nuevo: No creo

La Recomiendo: Es perfecta para llevar a los niños en Halloween.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2510894/

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Los Minions

minions poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: The Minions

Año: 2015

Director: Pierre Coffin, Kyle Balda

Guión: Brian Lynch

Enlace a la reseña de “Gru, mi villano favorito 2”

Reparto (voces en el original)

  • Pierre Coffin
  • Sandra Bullock
  • Jon Hamm

Reconozco que estoy ligeramente condicionado a la hora de dar nota a las películas que reseño. Salvo casos especiales que odio profundamente (Tarantino, 50 Sombras de Grey), la mayoría de cintas se llevan una calificación amigable por mi parte, y a muy pocas califico de manera negativa o por debajo del aprobado. Eso es por el sesgo implícito a la hora de elegir las películas que me llaman la atención, antes que otras menos atrayentes (solo por el mero hecho de elegir ya estamos dando una calificación). Y bueno, una vez vistas, (casi) todas tienen algo por las que merecen salvarse de la quema y recibir mi condescendencia, ya sea por algún actor atrayente, por un planteamiento que me empujó a ir al cine (aunque luego no estuviera a la altura), por un trailer vistoso, o por un argumento misterioso. Y eso es lo que les pasa a Los Minions, esos adorables hombrecitos amarillos que eran los robaescenas de “Gru, mi villano favorito” y su secuela. Con un lenguaje inventado mezcla de varios idiomas conocidos, una voz tremendamente aguda, una ternura y una mala leche a partes iguales, y unas apariciones estelares en pantalla, cada vez que asomaban por el argumento de la historia del villano con corazoncito que adopta a tres niñas huérfanas se llevaban las mayores carcajadas y aplausos del público. El éxito le pilló de sorpresa a la productora responsable de la animación (no era ni la todopoderosa Pixar ni la rival Dreamworks), y el merchandising habitual pronto se centró en estos bichos amarillos (peluches, videojuegos) y era de esperar que tuvieran una película dedicada a ellos a modo de precuela – spinoff. Y eso es lo que está arrastrando al cine a miles de personas, ante la perspectiva de una animación cada vez más dirigida al público adulto sin dejar de pensar en los más pequeños. Y como decía más arriba, mi nota debería ser más baja que la que finalmente es, pero me temo que no puedo resistirme al encanto que destilan estos hombrecitos dedicados a ser esbirros de los villanos más malvados, y encuentro algo que merece que esta cinta sea salvada de la quema.

Los Minions son unas criaturas amarillas que han habitado el planeta desde el origen de los tiempos. Desde la era de los dinosaurios, su empeño siempre ha sido seguir a los mayores villanos de la historia y convertirse en sus fieles esbirros. Pero una serie de desgracias a lo largo de los años ha provocado que estos pequeños hombrecitos se queden aislados en la Antártida durante décadas. Con el aburrimiento para ellos que supone no tener un amo malvado a quien servir, uno de estos personajes llamado Kevin decide arriesgarse y salir al mundo exterior a buscar un jefe al que servir. Junto con Stuart y Bob, llegan al Nueva York de 1968, y pronto descubren el sitio perfecto donde encontrar sus objetivos: una convención de villanos en Orlando, donde conocerán a la supervillana Scarlett Overkill, y a quien conseguirán unirse como secuaces para ayudarla a conseguir sus malvados planes. Tras viajar a Londres donde tiene su centro de operaciones, Scarlet les revelará su próximo gran trabajo: apoderarse de las joyas de la corona para demostrar que son capaces de estar a la altura sirviendo a un auténtico cerebro del mal.

El mayor problema que yo le veo a esta película es el cansancio que supone dedicar el protagonismo entero a estas criaturas. Con una trama inconexa y a menudo ridícula, la historia hace aguas la mayor parte del tiempo y los esfuerzos por atraer la atención del espectador recae continuamente en los gags de los Minions. Porque cuando nos olvidamos de las cucamonas que hacen los protagonistas, lo que queda es un vano intento de remontar la trama de villanos que con las anteriores entregas de “Gru” tenía cierta gracia y estaba mejor hilvanada. Aquí se abusa de esa idea conceptual del mundo al revés (donde los malos son los buenos) para llevarnos a la Inglaterra pop de los sesenta, y la verdad, tenía más interés la historia de que un supervillano adoptara a unas huerfanitas carentes de hogar, que la búsqueda de un jefe malvado capaz de dar trabajo a nuestros protagonistas. Y a eso le añadimos el segundo mayor problema de la cinta (y de todas las películas que se estrenan en la actualidad): el trailer que destripa toda la trama en todas sus versiones. Tanto el origen de los Minions, como todos los mejores gags de la cinta y la mayor parte de la trama, ya están desgranados en el primer y segundo anuncio de la película que semanas antes ya podíamos ver. Por lo que el efecto sorpresa está ya más que agotado y una vez entras en el cine hay pocos chistes más que se puedan salvar. Hasta el final es tremendamente predecible y te lo imaginas al minuto cero de que empiece la película. Como elementos a destacar de la trama que puedan tener gracia, está el de la familia que recogen a los protagonistas haciendo auto stop, o la persecución por Londres a ritmo de los Who mientras pelean con la mismísima Reina Isabel (y no, no es “la cucaracha”).

Porque la verdad es que pocas cosas más se pueden salvar de la cinta. Ni los secundarios de la película, la mismísima villana protagonista de la entrega, ni el personaje que hace su insufrible marido (cargante a más no poder cada vez que sale en pantalla). Ya sé que esto no es cine de autor, pero las motivaciones que mueven a estos personajes a tomar las decisiones que toman no tienen ni  pies ni cabeza (el marido de Scarlet no sabemos si es bueno, es malo, o sencillamente está más pirado que su mujer). Y la escena de la tortura en la mazmorra podría haber sido tremendamente graciosa, pero al salir este personaje se queda en otro chiste más de la película, corriendo el riesgo de ser una sucesión de sketches y gags al servicio de las bromas de las criaturitas protagonistas.

Y como decía al principio, sí, con todos estos argumentos, la película merecería un suspenso y la recomendación de no ir al cine a verla. Pero es tal la expectativa que ha levantado esta cinta, y nos han dado tantos buenos ratos estos entrañables personajes, que al final soy más condescendiente y me ablando un poco a la hora de calificar esta primera incursión de los Minions en solitario. La película es entretenida y punto, y esperemos que dejen una posible secuela de lado para cuando tengan un mejor argumento. De momento, la tercera entrega de “Gru, mi villano favorito” ya está en marcha, y supondremos que el dejarles de secundarios otra vez hará que se elabore una mejor trama, más conexa, y mejor hilvanada.

Calificación: Entretenida/Pasable

Lo Mejor: Las clásicas escenas sueltas que no tienen trascendencia en el argumento. La vistosidad y el carisma de estos personajes.

Lo Peor: Que en ningún momento la cinta logra remontar el vuelo para atraer el interés del espectador, más allá de lo que se ve en el trailer

La vería de nuevo: No creo.

La Recomiendo: Sí, perfecta para pasar un buen rato y entretener a adulos y niños.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2293640/

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Big Hero 6

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Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Big Hero 6

Año: 2014

Director: Don Hall, Chris Williams

Guión: Don Hall, Jordan Roberts, Robert L. Baird

Basado en el cómic Big Hero 6, de Marvel Entertainment

Música: Henry Jackman

Reparto (voces en el original)

  • Ryan Potter
  • Scott Adsit
  • J. Miller
  • Jamie Chung
  • Damon Wayans Jr

De todos es sabido que no escondo mi predilección por Disney – Pixar, y con cada nuevo título me dan motivos para que no se bajen de mi altar cinematográfico particular. Sólo con la calidad de la animación por ordenador que realizan ya rozan la perfección, superándose cada año. Pero es que además consiguen desmarcarse del resto de productoras con títulos que derrochan vida propia y un carisma especial; innovando mediante la fusión de distintos estilos a la vez que conserva el mensaje bonachón de siempre, y aportando a la vez una galería de personajes para la posteridad. En estos tiempos en que la omnipresente Marvel cada vez tiene más presencia en el universo peliculero actual, conviene recordar que fue Disney quien compró en 2009 a la factoría de superhéroes y la convirtió en su subsidiaria. Fruto de esto tenemos la primera consecuencia de adaptar un cómic menor estilo manga al mundo de la animación por ordenador, y ahí es donde nace Big Hero 6.

En la ciudad de San Fransokyo (una hipotética urbe con rasgos mezclados de Tokyo y San Francisco, y donde por ejemplo tenemos una especie de puente Golden Gate estilo pagoda oriental) es donde vive el joven Hiro Hamada. Hiro tiene 14 años y una cabeza espectacular para la ciencia y los ingenios robóticos, pero prefiere desaprovechar su talento en peleas callejeras ilegales de robots controlados a distancia. Su hermano Tadashi, harto de que se meta en líos, le lleva la universidad en la que trabaja realizando proyectos tecnológicos para que se anime a solicitar una plaza. La facultad está llena de jóvenes investigadores y tecnología punta, y por ejemplo Tadashi le muestra a Hiro su gran trabajo: el robot Baymax, un grandullón mecánico con forma de globo blanco que está programado para propiciar cuidados médicos a los pacientes, con un diseño amigable y bonachón para propiciar la empatía entre los enfermos. Hiro conoce al profesor Callaghan, quien se muestra impresionado con el joven genio y le alienta a que presente un proyecto para la feria de ciencias y así poder obtener una beca e ingresar en la facultad. Hiro hace una gran presentación con unos nanobots de su invención y atrae la atención de todos los presentes, pero pronto se gesta la tragedia al desatarse un incendio en la facultad. Las trágicas consecuencias sumen a Hiro en una depresión y sólo el robot Baymax conseguirá ayudar al joven a superar sus problemas emocionales. Para ello, se une a los compañeros de la facultad de ciencias de su hermano y crea un grupo de superhéroes con distintas habilidades, y juntos se embarcarán en una investigación para descubrir al causante del incendio de la universidad y, de paso, evitar un complot para causar el caos en la gran ciudad.

Con Big Hero 6 tenemos la fusión perfecta entre el anime japonés y la animación occidental llevada por Disney a sus cotas máximas de expresión artística. Convertida ya en otra filial de Pixar difícilmente diferenciable entre ellos debido al trasvase ordenador – dibujos tradicionales, después del taquillazo que supuso el año pasado Frozen (la mayor recaudación de una película Disney de la historia) y la visión del mundo de los videojuegos de “¡Rompe Ralph!” (con un diseño de producción que mezclaba píxeles clásicos de máquinas arcade) tenemos ahora una especie de cuento de Miyazaki ambientado en un escenario que fusiona oriente y occidente como nadie lo ha hecho desde Blade Runner, y que trae una historia de superhéroes con el espíritu manga intacto. La ternura del creador de “El viaje Chihiro” mezclada con el mensaje positivo de Disney. Como siempre, el nivel técnico de la animación es sobresaliente, y nos deleita la perfección de su diseño de producción los pocos momentos en que su argumento nos deja algún respiro en su desarrollo. Aparte de una historia con reminiscencias de “Los Increíbles” y “Iron Man”, tenemos un personaje carismático (el robot Baymax), todo un prodigio de la máxima ternura con la mínima expresión técnica. La historia iniciática de un grupo de superhéroes con el trasfondo de niño problemático carente de afecto, en el argumento se logra esquivar la cursilería inherente de este género con momentos duros e inesperados que Disney es especialista en crear en determinados momentos. Pero no son recursos para lograr la lágrima fácil, pues todo tiene su explicación en algún momento del metraje en que los pequeños dramas están justificados por el guión, haciendo que la cinta gane enteros gracias a estos giros argumentales. Además, logra que no perdamos la atención en ningún momento gracias al suspense que incorpora la trama de villano inesperado que acecha en la sombra.

En definitiva, si comparamos esta cinta con el resto de competidores navideños típicos de estas fechas (Los Pingüinos de Madagascar, sin ir más lejos), vemos la razón por la que Disney es dueña y señora de este segmento de cine, a saber: una capacidad para no anclarse en los tópicos del entretenimiento familiar; respeto por todo el espectro de público, tanto los más pequeños como los mayores; búsqueda de nuevas fórmulas estilísticas, mezclando diferentes estilos; mensaje positivo que no cambia por mucho que se adentre en nuevas incursiones argumentales. Por todo esto, y a la espera del próximo proyecto para este verano de Pixar, “Inside Out”, merece que nos acerquemos al cine a ver esta gran “Big Hero 6”.

Calificación: Muy buena

Lo Mejor: La historia del robot Baymax y su relación con Hiro, así como el acierto al desarrollar este personaje.

Lo Peor: Que a algunos no les atraiga la fusión del estilo anime de superhéroes japonés.

La vería de nuevo: Sí.

La Recomiendo: Sí.

Películas similares: Wall·E, Los increíbles, Iron Man,

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2245084/combined

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Los Pingüinos de Madagascar


Los Pingüinos de Madagascar poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: The Penguins of Madagascar

Año: 2014

Director: Eric Darnell y Simon J. Smith (Hormigaz; Madagascar)

Guión: Michael Colton, John Colton, Brandon Sawyer, Tom McGrath, Eric Darnell

Música: Lorne Balfe

Reparto (voces)

  • Tom McGrath
  • Chris Miller
  • John DiMaggio
  • Christopher Knights
  • John Malkovich
  • Benedict Cumberbatch

Dentro del mundo de la animación fuera del todopoderoso Disney-Pixar tenemos a su perseguidor inmediato Dreamworks, intentando seguir la estela plagada de éxitos y obras maestras y buscando su pequeño nicho de público en el mundo del entretenimiento infantil con relecturas adultas que arrastren a los padres a las salas (que son los que ponen el dinero, en definitivas cuentas). Y el hito que supuso Madagascar (2005) al hacerse un hueco en este complicado mercado donde la imagen lo es todo, supuso un filón que la productora de Shrek no está dispuesta a desdeñar, propiciando un par de secuelas más y un spin off televisivo de los personajes que más escenas robaban. En vista del éxito cosechado en la pequeña pantalla de estos simpáticos animales invernales que derrochan encanto mientras forman un comando de élite de operaciones encubiertas, era de esperar la adaptación cinematográfica que contara sus aventuras apartados del resto de personajes del zoo de Central Park. Y en las fechas navideñas en las que nos encontramos (y teniendo en cuenta que lleva ya unas cuantas semanas en la cartelera) este tipo de títulos se antojan necesarios para contentar a los jóvenes espectadores que tendrán tiempo libre para disfrutar de estrenos estas fiestas.

Capitán, Kowalski, Soldado y Rico son un grupo de pingüinos que se conocen desde que apenas habían salido del cascarón en la Antártida, y descubren que tienen madera para las operaciones de élite y rescate al conseguir salvar el huevo de los leones marinos del que posteriormente será Soldado. Junto con el encanto natural que suponen ser unos animales “cucos y coquetos”, tras los eventos que ocurren con los personajes de “Madagascar 3”, deciden seguir sus propias aventuras. Cada uno de los miembros del grupo tiene su propia identidad; y así Capitán es el líder del equipo, siempre ideando y maquinando planes. Kowalski es el analista, con una mente privilegiada para identificar y categorizar las situaciones; Rico, con su estómago a prueba de bombas, es el que proporciona el equipo, y Soldado es la cara bonita del grupo. Durante una misión para recoger las chucherías favoritas de los pingüinos, son capturados por el malvado doctor Octavio Salitre, un pulpo celoso del encanto natural de los pingüinos que le ha perseguido por todos los zoos del mundo. Sin embargo, son salvados por “El viento del norte”, otro grupo de élite formado por diversos animales entre los que se encuentran un lobo, un oso polar, un búho y una foca. En la guarida del Viento del Norte se desvela el propósito del grupo, que no es otro que proteger a  los animales que no pueden ayudarse por sí mismos. Después de años tras la pista de Octavio, estarán ahora muy cerca de atrapar al megalómano pulpo y para ello necesitarán la ayuda del intrépido cuarteto de pingüinos. Las aventuras estarán garantizadas, siempre que ambos grupos se pongan de acuerdo en cooperar y colaborar.

Entretenimiento navideño sin más pretensiones, parece que Dreamworks se limita a ser meras comparsas y teloneros de lo que dicte la todopoderosa Pixar. Tras explotar la historia del ogro verde hasta que empezó a degenerar la cosa, parece que con eso se contentaron y ahora juegan en la segunda división de la animación. Frente a las numerosas y portentosas secuelas de Toy Story, cada una con más potencial para conmover y llegar al alma que la anterior, la productora fundada por Steven Spielberg parece consciente del techo al que no puede llegar. El producto que ante nosotros tenemos es una copia barata de las películas de acción y espionaje con una trama argumental que es una espídica montaña rusa que se dedica a mantener el ritmo de la mejor manera que puede, a base de prolongar los clímax de manera continuada. Consciente de que en las escenas intermedias pierden fuelle, toda la cinta se dedica a ser una sucesión de gags y momentos de acción.

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Un cuco y coqueto joven Pingüino Soldado

Reconozco que no he visto ninguna de las películas de “Madagascar”, de ahí que no tuviera un conocimiento previo de la personalidad de los pingüinos ni de su integración en la trama con los animales del zoo. Sin embargo, esto no debería ser un problema, como primera regla de todos los spin-offs: no importa las tramas anteriores, la película debe funcionar independiente de las demás. Esto se cumple por momentos, tras una breve introducción en la que se nos explica el origen de las filias y fobias de los animalitos en cuestión. La película funciona a ratos, basando su atractivo en las monerías de los pingüinos y su capacidad para despertar ternura por su encanto exterior, mientras que en su interior esconden una pandilla de armas tomar. Las voces habituales de los grandes actores del momento se circunscriben en la versión original a John Malkovich por un lado, como el villano de la función, y a Benedict Cumberbatch por el otro, como aliado ocasional de los protagonistas (parece que su especialidad está en los doblajes, como lo demuestra el que también haya prestado la voz al dragón Smaug de la reciente trilogía del Hobbit).

En definitiva, entretenimiento familiar navideño sin más, de escasas pretensiones, que se conforma con jugar en la liga inferior a Pixar por los escasos guiños al espectador adulto y por la poco consistencia y carisma del argumento. Su mayor activo está en explotar unos personajes que el público infantil ya conoce por tener su espacio en una serie de televisión (en la que es de suponer la recurrencia de unos gags que aquí se dan por supuestos). Sin embargo, en algunos momentos estos alegres pingüinos nos conquistarán, y nos pueden alegrar una tarde navideña que es de lo que se trata.

Calificación: Entretenida

Lo Mejor: La escena inicial

Lo Peor: La poca consistencia del argumento, al que se empeña en adornarlo con continuas escenas de acción.

La vería de nuevo: No

La Recomiendo: Sí, para llevar al cine a los más pequeños.

Películas similares: Trilogía de Madagascar

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1911658/combined

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Frozen

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Reseñado por 0017

Ficha técnica

Título original: Frozen

Enlace al DVD en Amazon.es
Enlace al Blue-Ray en Amazon.es
Enlace a las canciones en MP3 de la banda sonora en Amazon.es

Año: 2013

Director: Chris Buck, Jennifer Lee

Guión: Jennifer Lee

Basado en el cuento de Hans Christian Andersen, La Reina de las Nieves (aquí lo tenéis en versión Kindle)

Música: Christophe Beck

Montaje: Jeff Draheim

Reparto (voces en el original)

  • Kristen Bell
  • Idina Menzel
  • Jonathan Groff
  • Josh Gad
  • Alan Tudyk

Estrenada en las navidades de 2013, y con más de un año en las carteleras mundiales, Frozen se ha convertido en la película de animación más taquillera de todos los tiempos, llegando a superar a Toy Story 3 y siendo la segunda película de la factoría Disney de mayor recaudación. Se trata de la quinta película más taquillera de la historia, sólo superada por Avatar, Titanic, Los Vengadores y Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte 2. Una idea de su éxito lo da el abultado merchandising que tenemos a nuestra disposición en la red, y  la ristra de premios que ha cosechado durante todo el año 2014 (Globos de Oro, BAFTA, y sendos Óscar a la mejor película de animación y a la mejor canción –Let it Go-). Con la división de animación Pixar centrada en otras épocas del año y proyectos artísticos, el testigo de los cuentos de hadas tradicionales lo recogen este tipo de cintas en los que la esencia de Cenicienta, la Sirenita o la Bella y la Bestia se unen con las técnicas más modernas de animación para ofrecernos un producto al estilo de la anterior Enredados (2010): es decir, personajes estilizados, repasados por CGI (animación digital), y con gran expresividad en los trazos. La historia está basada en uno de los cuentos de hadas de Hans Christian Andersen que todavía quedaban sin adaptar por Disney, La Reina de las Nieves, el cual llevaba varios años esperando para ser llevado a la pantalla. Este material original se nota en el argumento, que nos retrotrae a la época clásica de la compañía de dibujos, con castillos, reinos nórdicos y princesas con hechizos, valientes contrapuntos masculinos y secundarios basados en animales y otras criaturas parlantes que le dan el toque cómico.

Elsa y Anna son dos jóvenes princesas del reino nórdico de Arendelle. Elsa posee desde su nacimiento un cada vez más incontrolable hechizo que le proporciona la capacidad de cubrir de hielo todo lo que le rodea con el único poder de sus manos. Siendo niñas, Anna y Elsa se ponen a jugar una noche con los poderes mágicos de ésta y empiezan a inundar de nieve el palacio donde viven. Con el entusiasmo infantil, su poder se descontrola y lanza accidentalmente a Anna un rayo de hielo a la cabeza, quien queda inconsciente en el acto. Los padres, asustados, deciden pedir ayuda a los trolls del bosque quienes logran sanarla al no haber congelado ninguna parte de su corazón, lo que hubiera sido irreversible para ella. El único problema es que, salvo los mejores momentos de su relación con su hermana, Anna no podrá recordar nada de lo sucedido. Para evitar más accidentes, a partir de entonces Elsa pasará a tener una relación más distante y le ocultará sus poderes, dejando de jugar con ella y evitando la convivencia diaria, siendo Anna ignorante de las auténticas razones. Tras pasar unos años y convertirse en la heredera al trono de Arendelle, a Elsa le llega el día de su coronación como reina. La relación sigue tan distante como siempre, pero Anna consigue cruzar unas pocas palabras con su hermana antes de enamorarse perdidamente del príncipe Hans. Tras pedir la bendición para un impulsivo matrimonio, Elsa se niega argumentando que es muy precipitado al no conocerse entre ellos, lo que acaba en una discusión entre las dos hermanas y los poderes de la mayor expuestos a todo el mundo. En vista del descontrol producido, Elsa decide autoexiliarse no para evitar males mayores, pero en su huida cubre al reino de Arendelle de nieves y hielo, sumiéndolo en un invierno eterno. Ante el desconcierto general de todos los súdbitos, Anna decide ir tras su hermana y convencerla de que elimine el hechizo de las nieves sobre el reino; en su camino se encontrará con un vendedor de hielo llamado Kristoff (y su reno Sven). A ellos se unirá un muñeco de nieve viviente llamado Olaf, construido por su hermana cuando eran niñas y revivido de manera inconsciente por Elsa, quien se ha construido un palacio de hielo para vivir sola. La ayuda de su hermana será fundamental para que aprenda la manera de revertir sus poderes, pero ambas se encontrarán con otros oscuros intereses que pondrán en peligro el reino de Arendelle y la propia vida de su hermana, en un viaje donde aprenderán el verdadero significado del amor.

“Frozen, el Reino de Hielo”, está planteada como un musical que recuerda directamente al título también adaptado de Andersen, La Sirenita, (que hizo resurgir de la época oscura a Disney) así como también posee el espíritu de la cinta que siguió a aquélla, La Bella y la Bestia. Aquí tenemos la tradicional fórmula con nuevas variaciones (no en vano ya han pasado más de veinte años) con no una sino dos princesas jóvenes, y dos posibles candidatos a copar el corazón de la protagonista soñadora. Con sorprendentes giros de guión que solucionan esta dicotomía amorosa (y algún planchazo argumental totalmente inesperado), el ritmo de la cinta decae en los números musicales. Y es que es este aspecto lo más difícil de superar en los grandes títulos de las épocas doradas de la animación (sobre todo la de los noventa). Las canciones ya no son lo que eran, a pesar de que cada vez duran menos e interfieren lo menos posible en el ritmo.

Por suerte, hay otros detalles en los que Disney cada vez se supera más, y se trata de los fabulosos secundarios que roban escenas y proporcionan carcajadas y ternura a partes iguales. En este caso, como contrapunto a un reno que no destaca mucho (salvo en su manía de pegar lametones y comer zanahorias), tenemos al muñeco de nieve Olaf, auténtico protagonista de la función. Tierno, locuaz, gracioso y despistado; es uno de los grandes hallazgos y con los que la película avanza a pasos agigantados con su presencia en pantalla. De los protagonistas masculinos, destacar que cada uno tiene su propio carácter y personalidad, tal es el nivel de grandeza con el que están perfilados. Kristoff es valiente y poco sofisticado, con lo que la química con Anna será genial; mientras que Hans será el perfecto contrapunto y príncipe de cuento de hadas de manual. Las princesas de la función, las hermanas Elsa y Anna, son la evolución natural de las heroínas de Disney: una soñadora y alocada, y la otra más gélida y terrenal. El conflicto fraternal sobre el que está construido el argumento servirá perfectamente de hilo conductor en esta puesta al día del clásico cuento de hadas demostrando que, paralelamente a las grandes obras de Pixar, la división tradicional de Disney tiene todavía buen músculo creativo en sus esfuerzos por salir de la época oscurantista en la que se metió en los años 2000, y de la que Lasseter se esforzó por salir.

Calificación: Muy Buena

Lo Mejor: Sin duda, el muñeco de nieve Olaf y la excelente química que muestran todos los personajes.

Lo Peor: Los números musicales, que ya no son lo que eran y no han logrado que encajen del todo bien en el argumento.

La vería de nuevo: Sí.

La Recomiendo: Es perfecta para todos los públicos, si bien reconozco que está más orientada al público infantil que otros títulos con más trasfondo para los padres. También he decir que la vi en plenas vacaciones de navidad, en la sesión de las seis de la tarde; con lo que es posible que esté más influenciado por el griterío y alboroto de los niños que se respiraba en la sala.

Películas similares: La Bella Durmiente, La Sirenita, La Bella y la Bestia, Enredados

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2294629/combined

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Gru, Mi villano favorito 2

Gru, mi villano favorito 2 poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Despicable Me 2

Año: 2013

Director: Pierre Coffin, Chris Renaud (Gru, mi villano favorito; Lorax: En busca de la trúfula perdida)

Guión: Ken Daurio, Cinco Paul

Música: Pharrell Williams

Reparto (voces en el original):

  • Steve Carrell
  • Miranda Cosgrove
  • Kristen Wiig
  • Ken Jeong
  • Steve Coogan

 Hay una regla no escrita en el Hollywood actual que dice que toda película que tenga un comportamiento aceptable en taquilla debe tener una secuela en aras de rentabilizar al máximo por los grandes estudios ideas, personajes y líneas argumentales (realmente, sólo se excluyen aquellos títulos que hayan sido un fracaso absoluto, y aún así hay excepciones). Es una consecuencia última de una crisis de ideas que lleva décadas asediando la industria del séptimo arte. Cuando se estrenó Despicable Me (el título original de la primera parte de Gru) en 2010 básicamente lo que se nos ofreció en aquel momento fue una alternativa a Los Increíbles de Pixar o Shrek de Dreamworks. Es decir, una relectura del género de espías y superhéroes pero desde el punto de vista del villano, con parecidos toques familiares ofrecidos en Monstruos S.A. y la protagonista infantil de la misma (digamos que Agnes, la hija menor de Gru, es un trasunto de Boo algo más crecidita pero conservando la misma ternura).

Sin embargo, lo que no se esperaban los creadores de este calvo y malvado personaje era la bomba de relojería que habían inventado con el nombre de Minions: unos esbirros del villano de escaso tamaño y lenguaje ininteligible, dispersos por millares a lo largo del metraje, que no hacían más que robar escenas dando igual el momento del metraje que fuera. Siendo una película bastante entretenida y agradable, las carcajadas estaban aseguradas cada vez que aparecían en pantalla, lo que elevó el nivel de la cinta bastantes puntos. Es por ello que era previsible una secuela, y dado los trailers que habíamos visto hasta el momento, el protagonismo de estos seres amarillos tenía a bien incrementarse. De hecho, y vistos los resultados de Gru 2, ya hay Spin-Off a la vista, y para finales de 2014 tendremos película propia de los Minions. Algo normal cuando vemos en esta secuela la cantidad de gags que protagonizan, y cómo roban protagonismo al resto de personajes.

En esta ocasión tenemos a Gru, el villano de la primera parte, volcado totalmente en sus tareas de padre y habiendo abandonado la profesión de malvado. Los mayores problemas a los que se enfrenta ahora son el paso a la adolescencia de una de sus niñas y el intento de sus vecinas por buscarle pareja. En esta situación es reclutado por Lucy Wilde, una agente de la Liga-Anti-Villanos para que se pase al lado bueno de la ley y ayude en la captura de un nuevo y desconocido villano que ha robado una fórmula mágica. Aunque al principio es reticente, al final acaba aceptando la misión y es destinado a un centro comercial con Lucy para que investigue a los sospechosos que por allí rondan. Gru deberá dar lo mejor de sí mismo para resolver la misión y colaborar con su estrafalaria compañera, con la ayuda de sus amarillos esbirros, y sin perder de vista el amor que profesa a sus tres niñas.

Ante nosotros tenemos una hilarante prueba de la buena salud de la animación fuera de las grandes ligas, con una secuela que mejora el original conforme los Minions tienen más minutos en pantalla. Con un estilo pop y llena de referencias cinéfilas, el trazo de los personajes no ha mejorado con respecto a la primera parte, pero se ha ganado en profundidad psicológica y desarrollo argumental. Era difícil retomar el concepto inicial y continuar por nuevos derroteros sin traicionarlo, pero la verdad es que la trama se hace entretenida y no decae en ningún momento, gracias en parte a los secundarios de lujo de la función, los Minions. Sus escenas funcionan por sí solas y ayudan a levantar esas transiciones entre tiempos muertos conforme avanza el argumento. Las carcajadas están aseguradas, pocas veces lo hemos pasado tan bien en un cine los espectadores a nivel global, y eso es de agradecer. Y cuando no salen los Minions, tenemos otros puntazos como las escenas del nuevo supervillano mexicano, El Macho, que también nos hará llorar de la risa.

Como punto en contra destacaría el doblaje en español de Patricia Conde, la simpática presentadora vallisoletana, pero que aquí resulta algo cargante. Apenas disimula la voz al interpretar y se hace demasiado reconocible en las escenas en las que sale Lucy, lo cual resta bastante puntos a la fantasía puesto que no somos capaces de ver su personaje sin imaginárnosla a ella. Lo cual contrasta con la labor de Florentino Fernández y su mimética capacidad de cambiar de registro vocal.

En definitiva, una buena alternativa a Pixar que, si bien adolece de su calidad tecnológica, no tiene nada que envidiar en lo que a personajes y diversión se refiere. Con un mensaje y trasfondo que resulta adecuado para los niños, creo que nadie se arrepentirá si elige Despicable Me 2 para pasar una buena tarde.

Calificación: Muy buena

Lo Mejor: Definitivamente, los Minions, que son los que se llevan la tostada en todas las escenas que aparecen.

Lo Peor: La voz en español de Patricia Conde; me cae simpática, pero se la reconoce demasiado en el doblaje y eso no es especialmente bueno.

La vería de nuevo: Sí.

La Recomiendo: Sí, como alternativa a Pixar y disfrutar de unas buenas carcajadas.

Películas similares: Gru, mi villano favorito; Los Increíbles; Shrek

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1690953/

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Monstruos University

Monstruos University Poster

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Año: 2013

Director: Dan Scanlon (Cars)

Guión: Robert L. Baird, Daniel Gerson, Dan Scanlon

Pete Docter, Andrew Stanton

Música: Randy Newman

Reparto (voces en el original)

  • John Goodman
  • Billy Crystal
  • Steve Buscemi
  • Helen Mirren
  • Alfred Molina

Sí, ya sé que corro el riesgo de repetirme con una nueva reseña de una cinta de Pixar, pero es que no he podido resistirme al último estreno de la productora con el mejor ratio actual de obras maestras por película estrenada de los últimos tiempos. En esta ocasión el planteamiento ha sido el retomar los personajes presentados hace diez años y darles una nueva vuelta de tuerca, haciendo una precuela sobre los años universitarios de nuestros monstruos favoritos. De esta manera sabremos más acerca de lo que estudiaron para llegar a ser asustadores profesionales de niños, y cómo se forjó la amistad -inicialmente fallida- de la pareja protagonista de Monstruos S.A.

Mike Wazowski es un pequeño y joven monstruo bastante incomprendido entre sus compañeros del colegio cuando en una visita a la factoría de gritos descubre que su verdadera vocación es ser asustador, un profesional del susto que sabe cómo meterles miedo en sus habitaciones para obtener la energía procedente de los gritos de los niños. Para ello se necesitan muchos años de estudios superiores y su empeño no cejará hasta que sea admitido en la Monstruos University, la Universidad más prestigiosa en estas enseñanzas. Es de esta manera como le seguimos en su primer año de carrera en el que conoce a James Sullivan, un monstruo procedente de una reconocida familia de asustadores que tiene el beneplácito y la admiración del resto de profesores y alumnos por este hecho. La facilidad con que Sullivan hará amigos e ingrese en el exclusivo sistema de castas y fraternidades de la universidad chocará con la dificultad de Mike para integrarse y ser reconocido en estas jerarquías, y el esfuerzo que realizará cada uno para estudiar y poder aprobar los exámenes será inversamente proporcional a estos factores. Estos hechos harán que su relación inicial sea tirante, y el orgullo de ambos chocará el día de los exámenes parciales, donde un malentendido provocará la expulsión de ambos de sus estudios por parte de la estricta decana de la  universidad. Este jarro de agua fría y desilusión para Mike hará que se junte con la fraternidad más desfavorecida y marginada del campus en una intentona desesperada por ser readmitido en la carrera, y le obligará a llevarse bien con Sullivan para sacar lo mejor de ambos e intentar demostrar que ambos son capaces de ser los mejores asustadores que la universidad haya conocido nunca. En el camino se forjará una amistad que perdurará a lo largo de los años…

Cuando se rinde al nivel al que Pixar nos tiene acostumbrados acaba pasando esto. Es decir, parece que si no hacen una obra maestra del estilo de Wall·E o Up, los comentarios generales es que han pinchado y hay recelo acerca de si han llegado al cambio de ciclo. Es lo que se dice acerca de Cars, considerada una obra menor, más dirigida a hacer caja con el merchandising entre el público infantil, y cuestionada la necesidad de hacer una segunda parte cambiando el tono desde una historia de carreras en el entorno de la América profunda hacia una aventura de espionaje internacional. Con Monstruos pasa lo mismo, mis compañeros de blog salieron del cine pensando que esta precuela no llegaba al nivel de la primera parte. En parte porque le faltaba el personaje de la niña, que era lo que le sumaba puntos y le daba el toque enternecedor con el que se salió Monstruos S.A. Es evidente que dicho personaje no tenía mucho sentido de volver a aparecer tal y como se cerró la primera entrega, con lo que las líneas argumentales tenían que ir sí o sí por los derroteros de contar la historia en sus inicios.

La verdad es que quizás con esta entrega se ha perdido la capacidad de sorpresa arriesgada que tuvo la primera parte. Esa capacidad de sacarse una historia tan buena de la manga a partir de la idea de los miedos infantiles de los -en teoría ficticios- monstruos que salen del armario por las noches, que nos muestra todo un mundo paralelo al nuestro construido sobre la industria del susto. Se puede aducir que, si John Lasseter fue capaz de rizar el rizo y dar una nueva vuelta de tuerca sobre el mundo oculto de los juguetes no sólo una, si no dos veces, en las secuelas de Toy Story (cada una mejor que la anterior, echando nuevas capas de complejidad dramática en cada entrega), aquí Scalon debería hacer lo mismo, y de hecho se lo exigimos.  En mi opinión, puede ser cierto que no llega al nivel de excelencia de la primera entrega, pero tampoco se debería menospreciar esta precuela. Lo cierto es que ya podrían el resto de cintas infantiles llegar a este nivel de animación. Las peores cintas de Pixar compiten de tú a tú con las mejores películas de la competencia, no hay más que ver el próximo estreno de la secuela de “Gru, mi villano favorito”. Una cinta con la que me lo pasé muy bien y disfruté de lo lindo, pero francamente, me lo he pasado mejor con Monstruos University por diversas razones. La primera y fundamental es la marca Disney. Desde el primer momento en que vemos en pantalla el logotipo de la productora, ese castillo de Disneyland, sabemos que estamos ante un producto marca de la casa, tenemos claro lo que nos vamos a encontrar y podemos estar seguros de que los niños a los que llevemos a ver este cine se lo van a pasar en grande sin preocuparnos de que vean contenido inapropiado. Me temo que Shreck es muy buena, por ejemplo, pero no puedo decir lo mismo de ella.

La segunda razón acerca de la bondad de esta precuela es que estuve todo el rato con una sonrisa de oreja a oreja. Desde que ves en pantalla a ese monstruito verde y con un solo ojo en una excursión infantil del colegio en el inicio de la historia ya te hace gracia todo lo que cuenta. Toda la película está plagada de gags visuales y bromas recurrentes sobre el mundo de los monstruos, y su paralelismo con el mundo de los humanos, desarrollando ese planteamiento inicial de la primera parte. En esta ocasión se mueve en torno a la comedia universitaria y tenemos malvados decanos, fiestas de hermandades y el habitual grupo de empollones inadaptados intentando llevarse el gato al agua en las competiciones extraescolares. Es aquí donde Pixar desarrolla su habitual ingenio y humor, explayándose en unos secundarios tronchantes que no desperdician ninguna escena para hacer esbozar una sonrisa al espectador, cualquier momento les sirve como excusa.

Como tercer factor a favor de Monstruos University tenemos que el ritmo de la trama avanza sin resultar excesivamente pesado. No tenemos una escena clímax como la persecución de las puertas en la primera parte, pero lo que nos brindan ahora (qué mejor momento para saber si un monstruo es capaz de asustar, que un campamento infantil al lado de un lago por la noche) tampoco está tan mal. Tal como señalaba mi compañera Malosa, quizás la resolución del argumento sea de lo más convencional y forzado, y puede ser ése uno de los factores por los que se salga del cine con un sabor agridulce pensando que quizás esta continuación era bastante prescindible. En mi opinión, puede ser que sí, pero a mí me gusta esta diversión que funciona sin grandes aspiraciones porque vas a tiro hecho al cine. No supone mucho riesgo el retomar a unos personajes a los que ya teníamos cariño de antemano, y el nivel de complejidad no es el típico de las grandes obras, pero aún así da resultado esta cinta para pasar un buen rato.

Una cinta que nos viene a decir que todo lo que nos propongamos, lo haremos. Un mensaje que quizás peca de exceso de optimismo dados los tiempos que corren pero necesario en mi opinión, mientras va desarrollando una historia que habla de los extraños compañeros de cama que hace la verdadera y profunda amistad, y de los miedos que podemos tener al fracaso de la vida real, verdaderas razones que nos pueden dar más miedo cuando crecemos que la puerta de un armario por la noche. Por todo esto, aunque no vamos a ver una historia al mismo nivel que otras anteriores de Pixar, sí que recomiendo para disfrutar un par de horas mejor que otras opciones.

Calificación: Buena

Lo Mejor: Retomar estos graciosos personajillos. Algunos gags de la cinta que son auténticos puntazos.

Lo Peor: Su poca capacidad de arriesgar.

La vería de nuevo: Sí.

La Recomiendo: Sí.

Películas similares: Monstruos S.A, La revancha de los novatos,

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1453405/combined

Tráiler en You Tube (español):

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Película – Wall•E (Revisión)

Wall·E Pixar poster

Reseñado por 0017

Enlace al Blue-Ray en Amazon.es

Ficha técnica

Año: 2008

Director: Andrew Stanton (Bichos, Buscando a Nemo)

Guión: Andrew Stanton, Pete Docter, Jim Reardon

Música: Thomas Newman

Sonido: Ben Burtt

Fotografía: Jeremy Lasky, Danielle Feinberg

Reparto (voces)

  • Ben Burtt
  • Elissa Knight
  • Jeff Garlin
  • Fred Willard
  • Sigourney Weaver

Tengo predilección por Pixar/Disney, no hay más que comprobar mi histórico de reseñas publicadas. Sobre todo en el caso de Pixar, que sorprende la velocidad de crucero con la que fabrican obras maestras año tras año. Ocurre con la película que tengo enfrente, que se convirtió en clásico instantáneo. Wall·E (Batallón de Limpieza), estrenada en 2008 , nominada a seis Óscar (y consiguiendo el de Mejor Película de animación), alcanzó unas cotas tales de excelencia que está considerada por muchos la mejor obra de Pixar (con Up, Ratatouille, Toy Story, Monstruos y Nemo rondando cerca). Pero es que cuando catalogo a esta cinta como imprescindible, lo que realmente hace es superar esta calificación para pasar a jugar en otra liga, la de las obras maestras cumbres de una categoría artística, en este caso el cine. No es baladí el compararla con Chaplin, Buster Keaton o 2001, una odisea en el espacio, con una primera parte que es puro cine mudo en un planeta desolado y vacío. Increíblemente arriesgada esta propuesta de cine experimental que, sin embargo, cuenta y emociona más en media hora sin palabras, que en cincuenta años de cine hablado sin parar. Para luego pasar a una segunda parte que no tiene nada que ver con la anterior, rápida y trepidante, rompiendo el ritmo por completo. Al final de su escaso metraje (no llega a los 100 minutos), tenemos la sensación de que ha pasado mucho más tiempo por la gran cantidad de cosas que nos han contado, y no podemos evitar tener una sonrisa de oreja a oreja por el buen sabor que deja.

El planteamiento del argumento tiene ecos del de la última reseña que he hecho, Oblivion, pero es obvio que el género y el público al que va dirigida, así como el resultado, difieren bastante. En esta ocasión estamos en el año 2800, y tenemos al planeta tierra convertido en un gigantesco vertedero de basura como consecuencia de la acción del ser humano siete siglos antes. El último habitante es un robot diseñado para recoger y ordenar toda esta cantidad de desperdicios, que es a su vez el último de un ejército de robots de los que ya no queda ninguno más en activo. Wall·E, que así se llama nuestro protagonista, se pasa el día compactando residuos, categorizando cacharros, y viendo por las noches escenas del musical Hello Dolly!, añorando la compañía de otro ser con el que compartir sus momentos de soledad. Un día, aterriza una nave espacial de la que emerge EVA, otro robot más moderno y resplandeciente que tiene una misión específica para realizar. El rastreo que realiza por todo el planeta hace que ignore a nuestro protagonista, pero es obvio que Wall·E siente desde el principio curiosidad y fascinación por EVA a partes iguales. El enternecedor robot acabará ganándose la amistad de EVA, aunque cuando ésta descubra uno de los objetos más curiosos que Wall·E ha recogido y categorizado, su misión habrá llegado a un punto sin retorno y entrará en una suerte de hibernación en stand-by, para desgracia de la historia de amor que estábamos presenciando. La nave en la que llegó volverá a por ella, y Wall·E no se resignará y la seguirá en su viaje interestelar, comenzando entonces una aventura totalmente distinta en la que averiguaremos la historia de la humanidad en estos setecientos años, y en cuyo devenir de acontecimientos nuestros robóticos protagonistas tendrán un papel esencial.

Con este planteamiento tan simple en un primer momento, Andrew Stanton supera con creces sus anteriores aportaciones en Pixar como director o guionista, para deleitarnos con una historia enternecedora como pocas. Su capacidad para tocar la fibra sensible del espectador no se había visto en años, si buscamos fuera de la empresa de animación creada por John Lasseter. Con Wall·E se trasciende por fin el género infantil (si alguien tenía dudas de ello tras Toy Story), para entrar de lleno en la animación “seria”. Como ya he dicho, tiene una primera parte arriesgada y experimental, sin casi ningún diálogo salvo los sonidos robóticos. Los efectos de sonido, que nos recuerdan a los de los protagonistas mecánicos de la saga Star Wars, son brillantes y ayudan a dar ese toque romántico y gracioso a la historia de amor. Todo un ejemplo de virtuosismo cinéfilo, que nos remite al cine mudo de inicios del siglo XX, a Chaplin y a Búster Keaton. Sólo estos dos maestros eran capaces de conmover y provocar una sonrisa a partes iguales sin emitir una palabra.

Cuando parecía que no nos podía sorprender más, llegando a un punto de delicadeza de no retorno, la cinta da un giro inesperado y nos lleva a la ciencia ficción más clásica (sin perder ni un ápice de ternura), para aportarnos una visión crítica de lo que puede ser las últimas consecuencias para la humanidad de un consumismo desaforado y sin límites, con una tecnología que nos separe más que nunca del resto de humanos, aunque estemos sentados codo con codo. Todo ello a golpe de guión, sin sobrar ni un solo minuto del metraje. Una delicia.

Básicamente Wall·E es una declaración de principios de Pixar, una contraposición de opuestos manifestado en los dos robots. La ciencia más vanguardista frente al clasicismo tecnológico, el pasado nostálgico frente al futuro innovador, walkman analógico frente al digital  iPod. El que ambos protagonistas se den la mano hace que todas estas antagonías no sean excluyentes sino complementarias, y que el desarrollo científico no renuncie al placer de la creación artística tradicional. Nuestro robotito protagonista es la salvaguardia de los sentimientos humanos en la tierra, pero a su vez precisa de la ayuda del robot femenino moderno para garantizar la subsistencia del planeta.

Por todo esto y por muchas más razones, esta maravilla se antoja imprescindible como joya cinéfila de los últimos años. Hay que agradecer a Stanton y el resto del equipo creativo de Pixar el haber creado un personaje tan carismático como este protagonista, mezcla de ET y del Número 5 de Cortocircuito, con una capacidad extrema de emocionar únicamente con la mirada. Es una conjugación perfecta de cine y poesía visualmente plasmada de manera magistral en imágenes y sonido. Un punto y aparte fundacional de lo que se puede conseguir si juntamos las últimas técnicas de animación con historias de siempre, lo que ha contado el cine desde sus inicios.

Calificación: Imprescindible

Lo Mejor: Unas cotas cinematográficas difícilmente alcanzables por el resto de competidores.

Lo Peor: Un metraje que hace que nos sepa a poco.

La vería de nuevo: Sí

La Recomiendo: Sí, como todo Pixar, para niños y para mayores; todos disfrutarán viéndola.

Enlace al Blue-Ray en Amazon.es

Películas similares: E.T. (El Extraterrestre); 2001, Una Odisea del Espacio; Up; Buscando a Nemo; El Chico (Charles Chaplin);

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0910970/combined

Tráiler en You Tube:

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Película – ¡Rompe Ralph!

Rompe Ralph

Rompe Ralph

Reseñado por 0017

Ficha técnica

Año: 2012

Director: Rich Moore

Guión: Phil Johnston, Jennifer Lee

Música: Henry Jackman

Reparto

  • John C. Reilly
  • Sarah Silverman
  • Jack McBrayer
  • Jane Lynch

¿Qué es lo que hacen los videojuegos de un salón recreativo cuando se marchan los clientes y se cierran las puertas? Creíamos que ya nos habían respondido a la pregunta no una, sino tres veces en Toy Story y sus secuelas (y de manera sobresaliente), sólo que en vez de videojuegos, aquéllos eran juguetes en la habitación de un niño. Pero visto los buenos  resultados de la saga de animación de Pixar, no podemos menos que dejar que nos vuelvan a contar la historia por la empresa matriz, Disney.

Y hacemos bien en confiar en la fábrica de sueños, puesto que el resultado vuelve a ser fresco y novedoso, una apuesta segura para dejar que los más pequeños disfruten a nivel primario de la historia mientras que los mayores descubren relecturas más profundas y se diviertan aún más, si cabe, que los primeros.

En este caso Disney, otrora entidad dominante en la animación, perdió dicho estatus cuando su filial Pixar acabó fagocitando a sus jefes, y a punto estuvo de desaparecer cuando la animación digital hizo su aparición a finales de los noventa. Fue precisamente gracias a uno de los creadores de Pixar, John Lasseter, quien evitó el hundimiento de la empresa fundada por el tío Walt, ya que se negó en redondo a que desapareciera esa rama de la animación dibujada a mano (Tiana y el Sapo; Enredados).

En el caso en concreto de ¡Rompe Ralph!, puede parecer que la técnica digital ha ganado definitivamente la batalla y que Disney está empezando a recuperar el terreno perdido frente a Pixar en su propia especialidad, pero si investigamos un poco respecto a las técnicas usadas en la creación de la película vemos cómo el repaso del dibujo a mano todavía ha ocupado una parte importante del proceso creativo.  Para que no quede ninguna duda, el corto que precede a la película –Paperman– es una joya en blanco y negro de animación tradicional con algún toque en 3D, que nos remite directamente a la época de Aladdin, y nos viene a decir que todavía puede haber lugar para la ternura y la poesía en la animación tradicional si se realiza con alma y buen hacer.

El protagonista de la historia es Ralph, un grandullón que trabaja como el malo de la historia rompiendo todo a su paso en el videojuego ¡Rompe Ralph!, un trasunto del popular Donkey Kong y los juegos de Mario. Aquí el álter-ego bonachón es Félix-arregla-todo, quien día tras día se dedica a derrotar al villano y a ganar medallas y la simpatía del resto de habitantes del videojuego. Pero Ralph no está contento con su vida y las antipatías que su trabajo genera, con lo que decide cambiar de videojuego con el trastorno (y el peligro de desenchufar la máquina) que ello conlleva. Tras su paso por un videojuego de guerra llamado Hero’s Duty, acaba en un empalagoso juego de carreras de golosinas llamado Sugar Rush, donde conocerá a la impertinente Vanellope von Schweetz, una marginada participante del juego con la que tendrá más cosas en común de las que él se pensaba…

Como ya he dicho antes, las películas infantiles se hacen pensando cada vez más en la doble lectura de los potenciales espectadores;  decir, los padres y los niños, con lo que se garantiza que los mayores no vayan a ver esta clase de títulos como un mero trámite. En este caso es más que evidente que el mundo de los videojuegos de las recreativas de los últimos treinta años toca directamente la fibra de los padres de nueva generación, que son los que han crecido con este tipo de ocio. Aquí la película gana su primer tanto con la cantidad de guiños a la historia de los videojuegos que podemos ver. Están personajes de videojuegos reales como Street Fighter, Pacman, Sonic, …

Por otro lado, el atractivo fílmico que para los más pequeños pueda suponer las texturas y decorados de la película llega a su punto culminante en la parte que transcurre en el mundo de carreras de coches de gominolas que supone Sugar Rush; toda una delicia visual que, por muy empalagosa que pueda parecerle a los espectadores, le quita de manera subliminal oscuridad a la trama, aportando una personalidad y vida propia a la película. No olvidemos que es eso de lo que se trata, puesto que el primer objetivo de una buena película es que la misma perdure en nuestro imaginario individual después de salir de la sala.

Como segundo objetivo podemos considerar el conseguir una trama consistente y entretenida, hacer que la película avance rápidamente y sin darnos cuenta. Esto también lo logra, puesto que, como en toda buena película de Disney, cuando parece que el argumento se ha encallado con el conflicto inicial del protagonista, es cuando aparecen nuevos personajes y situaciones que le dan un empujón a la trama que la llevan a nuevos niveles temáticos, y es cuando cobra sentido detalles iniciales que habíamos pasado por alto. Puede que ocurra en muchas otras películas de cualquier otro género, pero hay que reconocer la maestría de Disney en manejar este tipo de situaciones a golpe de guión. Entre medias, la dosis habitual de buenrollismo temático que nos hace salir de la sala pensando en ser un poquito mejores. En este caso, ¡Rompe Ralph! nos enseña a aceptar nuestras limitaciones y a usarlas para hacer cosas positivas, y a aprender a ver lo bueno que hay en los demás, por muy diferente que sean las etiquetas que les hayan colgado.

Todo esto se logra gracias a la cantidad de secundarios que tiene la cinta, muy al estilo de Toy Story, donde cada uno tiene su momento/s de gloria y su propia personalidad. Ninguno desentona, todos están en su línea, interpretando el papel que los programadores de cada videojuego les han asignado (genial la agresiva soldado de Hero’s Duty), emocionándonos de una manera que ya quisieran muchos actores reales. Incluso la repelente niña de Sugar Rush, Vanellope, que muchos podrán encontrar cargante, a mí me pareció graciosísima y con un punto de ternura, a pesar de que en algún momento rozaba la escatología impertinente (quizá una de las situaciones menos afortunadas y apropiadas para el público infantil, junto con alguna otra situación como la del zombie en la terapia de villanos con el personaje de Mortal Kombat; en mi opinión, es en estos momentos en los que se aleja de Pixar y se acerca a Dreamworks, en los que sale perdiendo Disney).

En definitiva, un título con el que Disney eleva el listón de los títulos de sus últimos años, llegando casi a la altura de los clásicos instantáneos de Pixar, y estableciéndose como otra referencia a batir por el resto de compañías de animación.

Calificación: Muy buena

Lo Mejor: El personaje de Vanellope; el mundo visual que nos ha creado Disney para nuestro regocijo. La manera de encajar las piezas del puzzle del guión.

Lo Peor: Algún momento de humor burdo con el que intenta hacerse cómplices de los más pequeños.

La vería de nuevo: No (de momento)

La Recomiendo: Lo mejor de animación infantil que puede haber en la cartelera, hasta que Pixar traiga este 2013 la precuela de Monstruos, S.A. Para niños y padres, y sobre todo esos adultos que pasamos de veintimuchos y que hemos crecido con toda clase de generación de videojuegos.

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Rompe Ralph (Wreck It Ralph)

Ficha en IMDB: http://www.imdb.es/title/tt1772341/

Tráiler en You Tube (español):

Películas similares: Toy Story, Shrek, Alicia en el País de las Maravillas, Tron

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