«Ella vino a mí en la noche secreta, en su piel todas las especias de Arabia, para darme el incalculable don de sí misma, arrancada del regazo de su esposo. No, está bien; Me daré por satisfecho si ella marca en su cinturón los días que pasa conmigo».
¿No es precioso? Pues así empieza este libro, con la estrofa de un poema. Y encontraremos un pequeño poema al inicio de cada capítulo.
Extraño libro. Mezcla lo poético con lo prosaico. Lo obsceno con lo romántico. La historia de una ciudad con la vida de sus habitantes.
Está narrado en la maravillosa ciudad de Venecia a mediados del S. XV. Y poco a poco, según pasamos las páginas y transcurre la historia, la ciudad va cobrando vida como un gran telón de arrebatador terciopelo rojo. Con un inicio lento y tranquilo, como las aguas de los canales venecianos, la historia paso a paso va calando en el lector, de forma que la poesía de la misma le atrapa irremediablemente…y le empuja a descubrir más.
Conocemos Venecia y a los venecianos a través de sus variados personajes: Sosia Simeón, judía que se casa sin amor con un médico rabino judío. Y cuyo carácter deshinibido le lleva a moverse a placer por la ciudad, buscando placeres ilícitos con hombres de toda condición. Su historia se entremezcla con la de Wendelin Von Speyer, alemán y primer impresor de libros en Venecia (coincidiendo con la revolución cultural que supusieron los tipos móviles de Gutenberg) y su esposa Lussiétta.
También encontramos otros personajes como el joven editor de textos Bruno Uguccione y su hermana, monja en el convento de Sant Angelo di Contorta. El seductor amanuense Felice Feliciano y otros muchos que conforman el cuerpo de la historia y que gira en torno a los versos de un poeta romano, Valerio Catulo, que Wendelin decide imprimir y que cambiarán la vida de todos.
Es una historia de amor, de lujuria…de verdades y mentiras. De la vida, la enfermedad y la muerte. Y sobre todo es un homenaje a la ciudad de Venecia y a los venecianos, a su modo de vida y sus pasiones. Realmente Venecia es el libro flotante.
Al magnífico y si me permitís, poético estilo de Lovric, se le une un dominio demostrado de la historia Veneciana y Europea de mediados del S.XV, así como la habilidad de envolver al lector en el relato, de forma que no pueda parar de leer.
Destacar como puntos fuertes del libro el personaje de Sosia Simeón, por su fortaleza e independencia y los versos del poeta Catulo que aparecen al inicio de cada capítulo del libro. Todos y cada uno de ellos son maravillosos.
Por qué decidí leerlo: Una persona a la que admiro mucho y por la que siento un gran respeto me lo prestó como una de sus «joyas literarias». Así que, no cabía ninguna excusa.
Lo mejor: Los versos de Catulo.Esa lujuria desenfrenada que desprenden todas sus páginas. Sosia Simeón.
Lo peor: No entendí muy bien la «crisis» que pasan Wendelin y Lussiétta. ¿Por qué? Me resultó demasiado larga y forzada.
¿Volvería a leerlo?: Podría ser…al menos, los versos de Catulo.
¿Lo recomendaría?: Sí. Pero no es un libro para todo el mundo. Una cierta cultura y poso literario se necesitan para disfrutar de esta relato.
Otros libros del estilo que podrían gustarte:
– La sombra del viento (Juan Carlos Ruiz Zafón)
– La milla verde (Stephen King)
– El principito (Antoine de Saint-Exupéry)
«Nadie ve lo que hay escrito en el lomo de su propia autobiografía».
«Los soles pueden extinguirse y volver a encenderse: pero para nosotros, cuando se extingue nuestra lucecita, sólo queda el sueño de una noche eterna. Dame mil besos y luego cien, dame mil más y luego otros cien…».
«Cuesta desprenderse de un amor que ha arraigado años en ti; no es fácil, pero encontrarás el modo. Sólo tú puedes hacerlo. Sólo tú lo conseguirás.Tanto si es posible como si no».
«En lo sucesivo, que ninguna mujer crea en las promesas de los hombres».
«Mañana, que amen quienes nunca han amado; que quienes han amado, amen mañana».
Malosa