Tensión o Intensidad es una novela de intriga, un thriller de persecución puro que hay que reconocer hace honor al título que lleva. Cuando era una enana (no creo que superara los 14 años) vi por casualidad una peli en la tele a altas horas de la noche. Trataba de una mujer que salía viva de una masacre en casa de una amiga y por razones desconocidas decidía perseguir al asesino hasta su guarida para rescatar a la niña que él parecía tener presa. Sólo pude ver la mitad de la película porque resultó estar dividida en 2 capítulos y esa noche sólo proyectaron el primero.
Nunca recordé el título pero sí que estaba inspirada en una novela del escritor norteamericano Dean Koontz. Y a pesar de no saber de qué película se trataba, siempre he recordado el argumento años después. La vileza del asesino, el estrés de la persecución, el suspense sobre si nuestra protagonista salvaría o no a la niña, el aspecto de la niña … todo esto se clavó en mi mente hasta el día de hoy.
Muchos años me ha costado localizar el libro que inspiraba este largometraje y que hace unos días he encontrado por puro azar en la novela que os traigo esta semana. Por supuesto no he tardado nada en ponerme con ella y devorarla hasta la última página.
Sinopsis
Chyna despierta sobresaltada, a tiempo de ver entrar en su habitación a un hombre con un cuchillo ensangrentado. Ella es la única superviviente de aquella horrenda carnicería. Toda la familia de su amiga Laura acaba de morir a manos de un misterioso maníaco. ¿O quizá Laura se había salvado? Sí, en efecto, aún conserva un hálito de vida, pero el asesino la tiene a su merced. Huye, Chyna, se ordenó a sí misma, pero, contra todo sentido común, decide impulsivamente salvar a su amiga. Aunque para eso tenga que seguir al criminal a la inexpugnable casa donde retiene a sus víctimas para martirizarlas salvajemente…
Opinión personal
Relatado con el formato de un guión cinematográfico, todo ocurre en apenas un día. Veinticuatro horas intensas y palpitantes le bastan a Dean Koontz para dar vida a un thriller de tensión emocional y suspense, que alcanzó el primer puesto entre los grandes bestsellers del año del New York Times y renovó el prestigio de su autor como experto en el género.
Tensión, intensidad, estrés, sangre, persecución, perros asesinos, una mente enferma, y una pequeño giro de guión al final es lo que encontrarás si cae en tus manos esta novela de Koontz. Aparte de un poco de adrenalina, la novela no aporta más en su conjunto. Y diría que es bastante pasable.
Hay partes que me resultaron algo aburridas, la persecución está muy bien pero me faltaba un poco de diálogo, algo de argumento, no sé!! Un poco de profundidad en la historia que lamentablemente no encontré. Un principio muy adrenalítico, sí … pero que en mi opinión se va desinflando mientras pasan las páginas (toda la primera mitad hasta que llegan a la guarida del asesino se me hizo cuesta arriba). A partir de la segunda mitad la novela gana en entretenimiento, pero sobre todo porque empezamos a conocer más del psicópata de la historia, que es lo verdaderamente atractivo del libro.
Lo poco que encontramos de manera intercalada (aparte de persecución) son algunos flashbacks de la infancia de la Chyna, que nos hacen empatizar con ella por esa capacidad de supervivencia que demuestra y lamentar su mala suerte. Chyna es un personaje bien construido, con unas acciones lógicas y que mantiene como puede el pulso de la historia. Funciona bien como antagonista del asesino, Veiss. Lo que pasa es que este último se la come con patatas en cuanto salta a escena.
Porque es así, el personaje fascinante de esta historia es Veiss. En la segunda mitad de la novela conocemos mucho más de su psique, sus pensamientos, algo de su pasado (demasiado poco, nos quedamos con ganas de más). Las conversaciones que tiene con Chyna y su propio diálogo interno son, sin duda, lo mejor del libro. Su mente torturada y su falta total de empatía por los demás, horrorizarán al lector.
Comentar también que existen 3 personajes en esta historia, 2 de ellos (Chyna y Veiss) fantásticamente descritos y con una interacción entre ellos muy lograda. Pero el tercero, la niña Ariel, pasa totalmente desapercibida dentro del conjunto. Y es una pena, porque Koontz plantea una psique muy interesante en Ariel pero apenas la esboza, de modo que el lector se queda con ganas de mucho más sobre sus pensamientos y sentimientos.
Comentar también que hubo algunos detalles que no entendí, el autor introduce algunos toques paranormales (o algo por el estilo) que ni se entienden, ni se explotan, ni cuadran en esta historia con un marcado carácter de suspense puro (aquí me estoy refiriendo a los alces y toda la parafernalia en torno a ellos. ¿Alguien lo entendió?).
En resumen, novela bastante decepcionante. Mucha adrenalina pero mal estructurada y con ninguna profundidad. Se salva un poco por el personaje del asesino y poco más. Recomiendo mucho antes la versión cinematográfica antes que la novela, a mí desde luego me entretuvo el triple. Por cierto que la he encontrada colgada en YouTube (en inglés). Aquí os dejo el enlace de los primeros instantes:
Por qué decidí leerlo: Tras años de espera acordándome de la película, no tardé ni un segundo en empezar el libro cuando lo conseguí.
Lo mejor: Tensión. Persecuciones frenéticas. Veiss.
Lo peor: Falta de profundidad, escasa capacidad del autor para enganchar al lector en todo momento del desarrollo, sin caídas en el ritmo. Falta de desarrollo de algunos personajes, concretamente Ariel.
¿Volvería a leerlo?: No.
¿Lo recomendaría?: En pocos casos, sólo si quieres leer un thriller puro sin pedirle absolutamente nada más a la historia. Es el segundo libro que leo del americano y ambos me han decepcionado bastante. Voy a por el tercero y último si la tendencia no mejora, Fantasmas, que por ahí ensalzan como el mejor del escritor.
Link al libro en Amazon.es
Otros libros del estilo que podrían gustarte:
– Reino de tinieblas (Dean Koontz)
– Misery (Stephen King)
– El silencio de los corderos (Thomas Harris)
Malosa